Por lo tanto, aquí tenéis un par de impresiones –concisas y sin miramientos. Estética. El 640i es capaz de fascinar con una carrocería que exhala elegancia y modernidad a partes iguales. Una nota curiosa es que la vista trasera pone en evidencia la estructura piramidal del conjunto, ya que el Coupé se estrecha claramente de abajo arriba.
A la hora de apartar, sin embargo, sus tremendas medidas exteriores pueden llegar a sacarnos de quicio. Máxime cuando uno se siente a menudo observado, ya que fuera de los límites de la ciudad de Múnich este biplaza prácticamente desconocido en la primavera de 2012 levantaba una gran expectación entre los transeúntes. Es posible que buena parte de la culpa fuera de sus imponentes llantas opcionales revestidas de unas gomas de monstruosas dimensiones.
Habitáculo. Si bien la parte delantera está a la altura de un clase superior, la trasera se queda bastante corta. Al menos la oferta de espacio en las plazas traseras es sorprendentemente mala si tenemos en cuenta que es trata de un coloso de casi cinco metros de longitud. Al menos su maletero está bien dimensionado para 460 litros y gracias a un banco trasero con respaldo abatible su capacidad aumenta fácilmente. Tanto los materiales, como el acabado y el equipamiento logran crear un ambiente de primera clase en todas las zonas del habitáculo.
Magnífico. Nos referimos a la enorme pantalla del sistema de navegación multimedia y al sistema de proyección en el parabrisas, el cual nos ahorra tener que depositar la vista sobre el cuadro de instrumentos e incluso sobre la pantalla del navegador, ya que ahí lo tenemos todo perfectamente visible.
Comportamiento en circulación Increíblemente bueno, sobre todo cuando lo que a uno le va es la conducción a gran velocidad. Nunca antes un coche me había transmitido tal sensación de relajación a 250 km/h. Además, su propulsor de gasolina y 320 CV de potencia ofrece una excelente progresión y su rápido cambio automático de ocho velocidades juega hábilmente con sus numerosas relaciones. ¿Un ocho cilindros? Superfluo a la vista del extraordinario propulsor biturbo de seis cilindros en línea.
Lo negativo. El 640i incita a conducir a máxima velocidad y esto provoca que el indicador de nivel del depósito descienda a un ritmo vertiginoso, casi igual que Felix Baumgartner durante su salto estratosférico. El consumo homologado de 7,6 litros se puede duplicar sin problemas. Una conducción más sosegada arroja resultados de unos 9 litros. De media, el consumo asciende a 10,5 litros. En cualquier caso, resulta evidente que el 640i no tiene ninguna pretensión ecológica.
Al contrario. El rendimiento en curva del Serie 6 Coupé es sensacional, ya que a pesar de su 1,7 toneladas de peso es capaz de alcanzar velocidades de infarto con la máxima precisión. En este aspecto, en ocasiones la tecnología me arrebata la sensación de tener yo el control del coche. De vez en cuando uno solo puede adivinar lo que ocurre exactamente entre las ruedas y el asfalto. En estos casos el control se encuentra en manos de un centro de cálculo extraordinariamente bien preparado, algo que en muchas situaciones resulta bastante ventajoso.
Brillante. Pulsando un botón podemos elegir entre dos configuraciones de chasis – deportiva y cómoda– que muestran claras diferencias entre sí. Sin embargo, la configuración cómoda, que realmente hace honor a su nombre, solo es soportable en ciudad.
Precio Perverso. Simple y llanamente, exorbitante. En realidad se trata de un Serie 5 que a pesar de tener una menor utilidad cotidiana resulta notablemente más caro. El Serie 6 está posicionado como modelo de clase superior, algo que queda sobradamente demostrado con su precio base de 86.000 euros. Sin embargo, esto no significa que este precio no se pueda disparar hasta límites insospechados: 4.000 euros por el chasis adaptativo, 3.000 euros por las llantas de 19 pulgadas, grupos ópticos tipo LED por 2.200 euros y un largo etcétera que nos permitirá alcanzar la marca de los 100.000 euros sin despeinarnos.
Conclusión
El Serie 6 Coupé es un automóvil que se escapa al sentido común. Al contrario, su exclusiva y elegante carrocería puede ser uno de los argumentos que nos animen a hacernos con este extraordinario biplaza para el que la utilidad para el día a día es algo secundario.
A cambio, tanto en el aspecto técnico como en el del confort el 640i nos ofrecerá lo máximo. Su seis cilindros, que a la vista de las prestaciones es incluso medianamente eficiente, resulta más que suficiente para desplazar a este coloso a través de casi cualquier situación. Gracias a ello los amantes de los ocho cilindros no echarán nada en falta.
En lo que respecta al precio el 640i constituye el modelo «base» de la gama, aunque para muchos seguirá moviéndose a niveles inalcanzables. Solo por lo que nos gastaríamos en algunos de los innumerables y apetecibles extras que ofrece la casa podríamos hacernos con un VW Golf bien equipado.