Aunque, vaya por delante, puedes ver la vídeoprueba en nuestro canal de You Tube. El nuevo BMW Serie 4 Coupé es un coche de corte deportivo, con 2 puertas y 4 plazas. Mide 4,8 metros de largo, 1,8 de ancho y 1,4 de alto.
BMW Serie 4 y la deportividad conceptual
Una de las características del coche es esa, la deportividad, por lo que vamos a centrarnos en ella. Lo primero que debéis saber es que el coche tiene los asientos bastante cerca del suelo, por lo que el acceso al habitáculo es un tanto complicado porque hay que flexionar bastante las piernas. Peor aún es salir del coche. Esto no algo malo del BMW Serie 4 Coupé que estamos probando, sino del tipo de coche. Podemos “hacer un poco de trampa” subiendo la altura del asiento. Aunque dudamos que lo hagáis cada vez que subáis y bajéis y, para qué engañarnos, tampoco sirve para mucho.
Una vez dentro, tendréis una postura de conducción muy buena. Volvemos a que el BMW Serie 4 Coupé es deportivo, por lo que podréis ir bastante estirados de piernas y con el respaldo recto, y nunca os sentaréis como en un SUV, pero no es incómodo y podréis hacer viajes largos sin mayores problemas.
Además, BMW se ha esforzado en que los asientos estén a la altura de la marca y recogen muy bien el cuerpo y lo sujetan bien en las curvas.
Plazas traseras del BMW 420i Coupé son para ágiles
Acceder a las plazas traseras del BMW Serie 4 Coupé es todo lo bueno que puede ser, teniendo en cuenta que el tamaño de la puerta delantera es el que es. El respaldo del asiento delantero se abate y, además, se desplaza hacia delante el asiento entero. En la práctica no será fácil, pero lo malo es que, técnicamente por el momento, poco se puede mejorar.
Volvemos a la deportividad y lo hacemos en una carretera de curvas. Sin olvidar que viajaremos muy bien en autopista, es el hábitat natural del BMW Serie 4 Coupé. Por si os preocupa, en ciudad no es torpe y, pese a ser bajo, no plantea problemas de visibilidad o maniobrabilidad. Sí que hemos de indicar que, a igualdad de motor, el BMW Serie 4 Coupé es 65 kilos más pesado que la berlina de la que deriva.
No obstante, en la carretera tendremos un coche estable y ágil. Es fácil llevar al BMW Serie 4 Coupé 420i a buen ritmo y podremos pasar una mañana muy divertida a sus mandos. Tiene suspensiones independientes con un tarado firme, pero confortable, y la dirección ayuda a que guiemos muy bien el coche. Siempre diremos que se pueden mejorar, pero los frenos “M” opcionales, con pinzas de 4 bombines en el tren delantero, funcionan bastante bien.
Motor 420i Coupé: suave, pero con poco par
El motor de esta versión de acceso de gasolina del BMW Serie 4 Coupé es de 4 cilindros, con turbo e inyección directa y, con 2 litros de cilindrada, entrega 184 CV. Esta cifra de potencia no es mala. Lo peor es que el par máximo se queda en 300 Nm lo que resta mucha “patada” al motor.
A través de una caja de cambios automática de 8 marchas pasa la fuerza al tren trasero. Y esta es otra característica de la deportividad del BMW Serie 4 Coupé. Tiene controles de tracción y estabilidad y será muy difícil ponerle “en apuros”, pero el “feeling” de conducción de un coche de propulsión sí que lo tendremos.
Si lo pedimos con cuadro de relojes digital, es posible que os resulte, como a nosotros, ver las revoluciones a las que va el motor en según qué modo de conducción. En el vídeo podéis verlo claramente.
Repaso al interior del BMW 420i Coupé
El maletero tiene un volumen de 440 litros, por lo que, comparado son sus rivales más directos, es un poco más pequeño que el del Audi A5 Coupé (450 litros) y más grande que el del Mercedes-Benz Clase C Coupé (380 litros).
El salpicadero tiene un aspecto calcado al del BMW Serie 3. Está realizado con materiales de alta calidad y con uy buenos ajustes. Nos gusta la calidad de la tecnología que queda al alcance de los pasajeros. Por ejemplo, las pantallas tienen una resolución y una nitidez muy buenas, el sistema de audio (Surround Harman/Kardon en la unidad que hemos probado) se oye muy bien y el climatizador funciona eficazmente y en silencio.