Ahora la cosa es algo más complicada, ya que a partir de Octubre de 2013, el fabricante alemán acabó sucumbiendo a los deseos de su departamento de marketing para hacer una estrategia más popular en la que éste es uno de los principales afectados. Aunque en esencia sigue siendo lo mismo, el Serie 3 Coupé ha dejado de existir para pasarse a llamar Serie 4.
Al final, un cambio de nombre en un modelo no debería afectar a la percepción que se tiene sobre él. De hecho, haber apostado por el nombre de Serie 4 tiene entre otras cosas la intención de mejorar las ventas al tratarlo como un modelo independiente dentro de la gama.
BMW define su Serie 4 como un modelo aún más elegante y aún más deportivo que el Serie 3. Es cierto que en términos de elegancia su silueta coupé es mucho más llamativa que la de la berlina clásica, pero la base sigue siendo igual de capaz en términos dinámicos tanto en uno como en otro, es decir, excelente.
Por otro lado, los diseñadores de Múnich han hecho un trabajo formidable. La vista lateral destaca especialmente con una elevada y robusta línea de cintura y con una fluidez exquisita en cuanto a la caída del techo sobre la zaga. Quizá como única pega podríamos poner que el voladizo trasero es un poco más largo de la cuenta y que desencaja ligeramente con las proporciones que suelen tener los vehículos más deportivos en otras gamas. En cualquier caso, su aspecto se diferencia a años luz de otros modelos de BMW, con lo que ha conseguido mantener al menos la exclusividad que ya tenía.
¿Poco práctico? Desde luego que no
Aquel que piense que un coupé es poco práctico se equivoca. El BMW Serie 4 ofrece 445 litros de capacidad en el maletero, lo cual es suficiente para viajar con la familia con mucho equipaje si necesidad de abatir los asientos. En los asientos delanteros el espacio es muy generoso, mientras que en la banqueta trasera el espacio es suficiente para las piernas pero bastante escaso en cuanto a altura libre al techo. El acceso a ellas no es lo más cómodo del mundo pero esto no tiene más solución.
En este punto, el acceso a las plazas traseras no se verá perjudicado por los cinturones de las plazas delanteras, ya que van integrados correctamente sobre el pilar B y no son llevados hasta las manos de los pasajeros delanteros – a través de un brazo que se mueve eléctricamente -hasta que no se ha accedido por completo. Es uno de los pocos trucos con los que no cuenta el Serie 3.
Una base muy potente
El Serie 4 puede solicitarse con un máximo de 313 cv, una versión ésta que debe categorizarse como deportivo en lugar de coche de carretera. Sin embargo, nosotros hemos optado para esta prueba por la versión 420d, que al igual que la versión de entrada de gasolina ofrece 184 cv de potencia. Este cuatro cilindros, con 380 Nm de par motor, está asociado a un cambio automático de ocho relaciones y, por supuesto, tracción exclusiva al eje posterior. El peso total que debe mover supera ligeramente los 1.600 kg y su consumo mixto homologado se queda en 4,8 litros cada cien kilómetros.
Así las cosas, cualquiera que pretenda conducir el 420d podrá exprimir en recta su aceleración hasta conseguir un sprint en 7,3 segundos y superar sin problemas la barrera de los 230 km/h. Si por el contrario, preferimos una carretera sinuosa, podrá disfrutar del exquisito sistema de tracción a las cuatro ruedas: dependiendo del gas aplicado, este sistema resulta especialmente adecuado para terrenos con poca adherencia o cuando hacemos transferencias de pesos muy pronunciadas en curvas lentas. El sistema xDrive supone un sobrecoste de unos 2.500 euros aproximadamente.
Además de esto, para mejorar la dinámica se pueden añadir un tren de rodaje deportivo, dirección deportiva variable así como suspensión adaptativa. El catálogo de opciones de BMW puede llegar, como en casi todos los modelos, hasta donde nuestro bolsillo diga.
Muchas opciones a cambio de mucho dinero
Entre la lista de opciones más típica se encuentran numerosos sistemas de confort y ayuda a la conducción, como por ejemplo el volante con calefacción, control de velocidad, acceso a internet, función de TV y radio, así como un elegante sistema de sonido firmado por Harman Kardon.
Suponiendo que económicamente no tengamos problemas, al precio base de 47.450 euros correspondiente a este 420d xDrive Coupe Automático tendríamos que sumar un mínimo de diez o quince mil euros si queremos disfrutar de lo último en BMW. Para los que todavía estén dudando entre el Serie 3 o el Serie 4, la diferencia entre ambos a igualdad de versión (es decir, mismo motor con tracción integral y cambio automático) supera los 5.000 euros en la factura.
Resumen
Los coupés siempre han sido modelos objeto de deseo entre coleccionistas y apasionados de los modelos deportivos. En el caso del Serie 4, el cambio de nombre no ha afectado en absoluto a sus capacidades, ya que sigue partiendo de un excelente chasis, un equipamiento de primer nivel y unos motores tan potentes como ahorradores. El 420d es el principal exponente de la gama en lo que a ahorro se refiere, ya que con casi doscientos cv es capaz de conseguir permanecer por debajo de los cinco litros de combustible.