En 2004 BMW dio un puñetazo en la mesa de las marcas Premium al lanzar el primer competidor real del Audi A3. El Serie 1 se convirtió en un auténtico fenómeno de masas al aunar toda la calidad, el diseño y la dinámica de BMW sumando el componente emocional de la propulsión trasera que le convertía en el único modelo de su especie en ofrecerla. Sin embargo, el paso del tiempo afecta a todos y tras casi 2,5 millones de unidades vendidas de sus dos generaciones (132.000 destinadas a nuestro mercado) el compacto bávaro cambia ligeramente su filosofía pero, eso sí, sin perder un ápice de su ADN.
Con esta tercera generación BMW quiere revolucionar dos aspectos: su concepción y sus ventas. Empezando por la segunda, ven en el compacto un filón importantísimo para seguir captando nuevos clientes y por ello han realizado muchos esfuerzos para que su comercialización sea lo más fructífera posible. En cuanto a la revolución, muchos se echarán las manos a la cabeza ante la idea de pensar en un Serie 1 con tracción delantera, pero según datos facilitados en exclusiva a AutoScout24 por la propia mara, el 88% de los compradores de un Serie 1 apenas era consciente del tipo de tracción que llevaba.
Más habitable
Decimos esto porque uno de los aspectos más innovadores de este Serie 1 es la colocación en posición transversal de su motor (antes longitudinal) así como el empleo de una plataforma desarrollada expresamente para este cometido, tal y como ya ocurre en los X1 o X2, con quienes la comparte.
Esto apenas se traduce, como veremos más adelante, en una pérdida del dinamismo sino que principalmente reporta en una ganancia de la habitabilidad interior, solucionando así uno de los puntos flojos de su predecesor.
De esta forma, situados en su zona trasera y con un asiento del conductor situado para una persona alta, de más de 1,90 metros, nosotros con nuestro 1,79 de estatura aún teníamos un palmo de hueco para las rodillas, el cual será incluso mayor si situamos dicho asiento en nuestra posición. El espacio para la cabeza también ha mejorado y notamos cierto desahogo, aunque la mayor demostración de espacio viene determinada por el maletero.
Con 380 litros, más allá de aumentar volumen de carga en 20 litros implica situarle a la altura de sus principales competidores. Capacidad que acompaña de unas formas regulares y de un doble fondo práctico para ocultar nuestros enseres más valiosos.
Llama la atención
Cifras que cobran más valor si tenemos en cuenta que esta tercera generación del Serie 1 ha reducido ligeramente sus cotas. Ya no hablamos únicamente de una pérdida de batalla de 20 mm (2,67 m), sino también de una reducción en su longitud de 10 mm, alcanzando ahora los 4,32 metros.
Dimensiones que acompaña de un trabajo estético muy trabajado que sigue las líneas impuestas por el X2 y que, todo dicho sea de paso, le hacen ganar mucho atractivo en vivo. Cierto es que las unidades de prueba situadas frente a nosotros iban ataviadas del paquete M Sport (también disponible con los niveles standard, Advantage y Sport), con elementos de diseño específicos que nos hacen emular la silueta de un M135i pero con el motor de acceso.
De su diseño destacamos cómo no los riñones, con una mayor superficie y presencia en el frontal, tal y como han demostrado los últimos productos de la firma. La secundan unos faros Full LED más estilizados que evocan a los del Serie 8 así como unos paragolpes más voluminosos. Por su parte, la zaga es la parte que quizá más elogios se lleva por nuestra parte con unas formas robustas, unos faros elegantes a la par que deportivos y una salida de escape ovalada que es doble en el caso del comentado M135i.
Esta silueta se completa con unas llantas de aleación que pueden ir hasta las 19 pulgadas y una paleta de colores que satisfará las exigencias de los conductores más estrictos.
Un mini Serie 3
Ese tipo de conductores que también demandaba un salto de calidad interna, el cual, se ha visto satisfecho igualmente en esta tercera entrega. Dejando a un lado el comentado paquete M Sport, lo cierto es que la primera impresión que uno tiene al subirse delante es la de estar casi en un Serie 3.
Desde el propio tacto del volante hasta la disposición de los mandos (el botón de arranque pasa a estar situado en la consola central) sin obviar claro está la calidad de fabricación, este Serie 1 ha dado un salto cualitativo muy importante. En el apartado técnico destacan tanto el cuadro de instrumentos digital como la pantalla central de 10,25 pulgadas provista la última actualización del sistema multimedia que soporta, entre otro, el control gestual o el asistente personal de BMW que responde a la orden “Hola BMW”.
Del mismo modo, entre sus funciones ofrece la posibilidad de abrir el coche a través del Smartphone mediante el BMW Digital Key o dispone de un amplio elenco de asistentes a la conducción, muchos de ellos propios de segmentos superiores.
La gasolina sube
Si nos centramos en su gama mecánica, BMW sigue siendo una marca pro-diésel, tal y como demuestran sus tres versiones disponibles: 116d de 116 CV, 118d de 150 CV y xDrive 120d de 190 CV exclusiva con tracción total. No obstante, la bávara es consciente del vuelco que ha dado el mercado y por ello ha puesto especial énfasis en proponer una versión de gasolina de acceso que cumpla con la expectativas de los más pretroleros, como es el 118i de 140 CV y situar únicamente por encima el descomunal M135i con el bloque de cuatro cilindros más potente jamás fabricado por BMW, al entregar una potencia total de 306 CV.
Como transmisiones, BMW opta por dos alternativas: la manual de seis relaciones o la automática Steptronic con convertidor de par desarrollada por ZF de ocho relaciones.
Lo probamos
Para esta primera toma de contacto optamos, precisamente, por el gasolina de acceso. Quien lo sepa puede que aún esté dudando de la efectividad de montar un bloque tricilíndrico en un modelo de este estilo, pero a poco que lo pruebe verá cómo el 1.5 Turbo de 140 CV se convierte en una excelente apuesta para conducir a diario.
Fino en cuanto a sonido, progresivo en cuanto a respuesta y comedido en lo que a consumo se refiere, nos sorprendió gratamente durante los kilómetros rodados. Cierto es que no ofrece un empuje contundente desde bajas vueltas, pero a poco que vamos ganando velocidad se va convirtiendo en un motor muy divertido.
Y si alguien aún se pregunta si este Serie 1 es dinámico pese al cambio de tracción, la respuesta es un sí rotundo. Por las reviradas carreteras de la sierra madrileña, apenas le hemos notado aspectos negativos. Quizá peca un poco de ser más subvirador pero también puede ser porque estuviéramos algo condicionados ante el conocimiento de su cambio. Cierto es que tampoco ayuda el ir montado sobre el comentado paquete M Sport que ofrece un tarado de la suspensión específico, una dirección algo más directa y unos frenos M más contundentes, pero lo cierto es que este Serie 1 no nos defrauda para nada y ondea con orgullo la bandera del dinamismo adherida desde siempre a BMW.
De nuestra configuración quizá si hubiéramos cambiado la transmisión, no porque la manual de seis relaciones no nos satisfaga, pues su tacto durito, preciso y con unos desarrollos de palanca directos nos encantan para afrontar un tramo de curvas, sino porque tras probar brevemente la Steptronic de ocho relaciones en el 118d (con un mayor sonido eso sí pero una respuesta también más contundente y un consumo del orden de 1,5 l/100 km más bajo), no vemos como un gran desembolso los 1.500 € de sobrecoste que supone sumarla a nuestro modelo.
Ya a la venta
BMW ya tiene preparadas las primeras unidades de un Serie 1 que, como comentábamos, espera reportarles un gran éxito comercial. Falta confirmar si acabará ampliando su gama mecánica con la llegada de una variante híbrida enchufable pero a tenor de lo visto en uno de sus rivales directos como Mercedes-Benz con el Clase A 250 e y de que acaba de anunciar la llegada de un X1 PHEV, todo apunta a que el compacto también podría ofrecer dicha tecnología,
En cuanto a la gama actual, además de los cuatro acabados ya mencionados el client podrá añadir a través del departamento de post venta un amplísimo repertorio de elementos M Performance para convertir su Serie 1 (sea el que sea) en un auténtico bólido de carreras. Alerones, taloneras, vinilos, tomas de aire… que, eso sí, aumentarán ligeramente una tarifa de precios que, de base, queda estipulada de la siguiente manera:
BMW 118i - Desde 28.800 €
BMW xDrive M135i - Desde 51.700 €
BMW 116d - Desde 29.150 €
BMW 118d - Desde 31.050 €
BMW xDrive120i - Desde 40.800 €