Este cambio, desarrollado por el Grupo Volkswagen, combina las ventajas de un cambio manual y las de un cambio automático: placer de conducción, dinamismo, menor consumo, fácil de usar. El DSG es una caja de cambio mecánica de accionamiento automático cuya característica principal es un sistema de engranaje anticipado y doble embrague. Consta de dos transmisiones independientes, cada una de ellas con su propio embrague multidisco, y cada embrague se hace cargo de tres marchas. Siempre hay arrastre de fuerza en una de las transmisiones parciales, mientras que en la otra ya se preselecciona la siguiente marcha. Es decir, si el coche circula en cuarta, la quinta ya está engranada pero no activada. Cuando se alcanza el régimen de cambio el embrague de la cuarta se abre y el otro se cierra, activando la quinta marcha. Este proceso se realiza en centésimas de segundo, sin tirones ni cambios bruscos.
Si al uso de nueva tecnología le añadimos los cambios estéticos, estamos sin duda ante un coche nuevo. El nuevo A3 es más grande y deportivo: 4,20 metros de largo, 1,76 de ancho, 2,58 metros entre ejes. Sólo su altura de 1,42 metros resulta inferior a su antecesor.
El A3 es un coche equilibrado, rápido y bien hecho. Resulta muy cómodo en sus asientos delanteros, aunque no tanto en sus plazas traseras. El motor no es ruidoso y vibra lo justo. En conjunto resulta brillante, aunque el anterior A3 1.9 TDI 131 CV resultaba ser más rápido que este de 140.
Es un coche que inspira confianza por su estabilidad. La suspensión no es especialmente confortable, pero cumple a la perfección su cometido. Por otro lado, sus sistemas de seguridad activa son excelentes: control de tracción y estabilidad, ABS, repartidor electrónico de frenada, y servofreno de emergencia. De este modo, sin ser un coche deportivo permite una conducción muy dinámica, ya que responde a todos los requerimientos con enorme facilidad y potencia no le falta. La nueva dirección electromecánica es suave en maniobras y más dura si tomamos una curva rápida, pero tiene un tacto irreprochable. El control de estabilidad garantiza un funcionamiento eficaz siempre y el control de tracción apenas actúa porque es difícil que se produzcan pérdidas de agarre.
El nuevo Audi A3 se distingue, además, de casi todos los modelos de similar tamaño por la calidad de sus terminaciones. Respecto al anterior A3, todos los mandos están ahora acabados en plástico pintado de tacto suave, al igual que la consola central y el interior de la guantera. De igual modo, los paneles laterales están revestidos en plástico mullido. Dentro del equipamiento destacan el climatizador automático, conexión automática de luces, encendido automático de faros al abrir o cerrar el coche en un lugar oscuro o los asientos delanteros con calefacción.
Obviamente, y la vista de los magníficos resultados de esta versión y el tipo de equipamiento que ofrece nos encontramos ante un vehículo hecho para satisfacer a los mas exigentes sin importarles el precio.