Alfa Romeo se juega mucho con este modelo, que debe garantizar la continuidad de la marca después de que los dos intentos anteriores por lograr unas ventas decentes (el Giulia y el Stelvio) no hayan salido como era necesario.
No es de extrañar que el Alfa Romeo Tonale se haya llevado a cabo en el segmento con mayor volumen de ventas en la actualidad, el de los SUV compactos, aunque esto también tiene su riesgo, porque es el más reñido y el que más y mejores rivales tiene. Todos quieren su trozo del pastel.
Desarrollado sobre la plataforma de los Renegade/Compass de Jeep, el nuevo Alfa Romeo Tonale se beneficia del sistema híbrido de 48 voltios de la compañía y que veremos en breve también en otras plataformas del grupo Stellantis.
Para esta prueba hemos elegido la versión de 160 CV del Alfa Romeo Tonale, con tracción al eje delantero y en el acabado tope de gama. Para los alfistas, un Alfa Romeo debe cumplir con tres premisas principales: diseño, prestaciones y dinamismo. ¿Cumplirá el Tonale?
Alfa Romeo Tonale: con guiños al pasado
Empezando por el diseño, el trabajo llevado a cabo en el Tonale es muy bueno y es imposible encontrar un rasgo que nos pueda hacer sospechar que bajo su piel se trate de un Jeep, nada nos recuerda a los Compass/Renegade con los que comparte esqueleto.
El frontal del Tonale es la vista más llamativa, con unos grupos ópticos triples que recuerdan a los del carismático Alfa Romeo SZ, para muchos el último GRAN Alfa Romeo.
En el lateral de esta versión Speciale destacan las llantas de 20 pulgadas, excesivas desde el punto de vista dinámico y de los consumos, pero que hay que reconocer que le sientan muy bien visualmente. Por lo demás es una vista algo anodina y en la que las proporciones no encajan del todo, parece algo rechoncho.
La vista trasera vuelve a ser bastante llamativa, en gran parte gracias al formato de los grupos ópticos y la iluminación, que recuerda algo a la de los nuevos Peugeot 308.
En cuanto a los ajustes y acabados, no hay reproches y el Tonale deja una buena impresión. En resumen, el diseño del Tonale es atractivo, pero le falta algo de estilo en las proporciones.
Alfa Romeo Tonale: típicamente Alfa
En el interior el trabajo llevado a cabo también es excelente. Las calidades y el diseño no tienen nada que ver con los de los Jeep Renegade y Compass y el Tonale deja una buena impresión. Los materiales son de buena calidad (salvo en los paneles de las puertas traseras, que son muy cutres para un coche de este precio), los ajustes también y el diseño es atractivo.
Los asientos delanteros sujetan bien el cuerpo, aunque la banqueta es un poco corta para la gente más alta. Frente al conductor tenemos la instrumentación clásica de Alfa Romeo, con dos grandes viseras que protegen a la pantalla digital que muestra la información en varios formatos, con uno de ellos inspirado por los relojes clásicos de los Alfa Giulia 1750.
Los mandos están bien colocados y son fáciles de manejar, pero las levas fijas tras el volante estorban a la hora de manejar los intermitentes y limpiaparabrisas, que deberían tener unas palancas algo más alargadas para acceder mejor a ellas sin tropezar con las levas del cambio.
Las plazas traseras son correctas. Con el asiento delantero para un conductor de 1,85 m las piernas de otra persona de 1,85 m no rozan pero por la mínima. La cota de anchura es normal dentro de su categoría. Tres adultos van algo apretados y, además, la forma del asiento hace que el pasajero central vaya incómodo.
En cuanto al maletero del Tonale, cubica 500 litros, que no están nada mal. Además, sus formas son muy aprovechables y el acceso es cómodo a través del gran portón de apertura eléctrica. Si necesitamos más espacio, se pueden abatir los respaldos traseros por mitades asimétricas.
Alfa Romeo Tonale: a la última
Esta versión es un tope de gama y el Tonale es un modelo de reciente lanzamiento, así que es normal que su equipamiento sea muy completo, sobre todo en lo referente a las ayudas avanzadas a la conducción (ADAS) y conectividad. Empezando por el sistema multimedia, dispone de Apple Car Play y Android Auto, puerto de carga inalámbrico y varia aplicaciones, entre las que tenemos información extra sobre la mecánica o para la conducción fuera del asfalto.
La pantalla táctil tiene un buen tamaño y sus gráficos son de calidad, pero los menús no son muy intuitivos, aunque esto no es un problema para quien tenga este coche más de una semana como ha sido mi caso, pasado el tiempo te acostumbras y lo dominas.
En cuanto a las asistencias a la conducción, el Tonale dispone de alerta de salida del carril, sensores de ángulo muerto, sistema de supervisión de la atención del conductor, alerta de colisión con frenado de emergencia, asistente de luz de carretera... está bien servido, pero, los asistentes como el de alerta de colisión o el control de crucero adaptativo se basan en sensores ópticos para trabajar, de modo que en condiciones de mala visibilidad (justo cuando más deben asistirnos), se desactivan. Cada vez que el sol me daba de cara o llovía demasiado, se encendían las alertas en el cuadro de instrumentos avisando de que no disponía de alerta de colisión, AFS, etc.
En el apartado de confort no hay queja, con un buen climatizador multizona con salidas independientes para las plazas traseras, control de crucero adaptativo, volante de piel multifunción, acceso con llave inteligente, portón trasero de apertura automática, asientos calefactados, etc.
Alfa Romeo Tonale: ¿está a la altura?
Aunque en Alfa Romeo afirman haber hecho un profundo trabajo de adaptación de la plataforma de los Jeep para el Tonale, con un centro de gravedad más bajo y una distribución de pesos más equilibrada, además de suspensiones y cotas específicas y una dirección más directa, no termina de enamorar al volante, en gran medida por el desproporcionado tamaño de los neumáticos.
Uno espera un chasis más reactivo de un Alfa Romeo, pero aquí, cuando lo provocas para que te ayude a redondear los giros y colocarse un poco a la entrada de la curva, la parte trasera parece querer empezar a ayudar, pero no termina de hacerlo del todo.
Otro problema con los enormes rodillos que lleva es que su radio de giro es escaso y las maniobras requieren más intentos de lo habitual. Puesto que no caben bien en los pasos de rueda delanteros, el ángulo de giro de las ruedas es limitado.
Lo frenos paran bien el coche, pero tienen un tacto extraño y no siempre la misma presión sobre el pedal provoca la misma fuerza de frenado.
En cuanto al confort de las suspensiones y prestaciones, el Tonale tiene un buen rodar y el motor de 160 CV corre más que lo suficiente, aunque su tacto tampoco enamora y es remolón subiendo de vueltas, además de que apenas hay nada por encima de la 5.000 rpm... casi como si fuese un turbo diésel. Lo que más penaliza el confort a bordo es la rumorosidad de la rodadura. Aquí de nuevo las llantas de 20 pulgadas no ayudan nada en este aspecto.
En definitiva, este Tonale me ha dejado más bien frío a la hora de conducirlo. De lo que estoy seguro es de que con unas llantas de 18 pulgadas mejoraría una barbaridad.
Alfa Romeo Tonale: técnica y consumos
El corazón de este Alfa Romeo es un motor de gasolina con microhibridación de 48 voltios. El motor de combustión es un 4 cilindros de dos litros y ciclo Miller, que básicamente es un Atkinson que compensa la pérdida de la relación de compresión gracias a la sobrealimentación del turbocompresor.
Este motor llega a los 160 CV y 240 Nm de par y está asistido por un motor eléctrico acoplado a la caja de cambios automática de doble embrague y 7 marchas. Este motor eléctrico tiene 20 CV y los aporta en las fases de aceleración y arranque del motor de combustión para reducir el consumo, pero tiene potencia suficiente como para mover al Tonale en modo eléctrico puro, lo cual es una rareza en el mundo de los MHEV.
Con 20 CV y una batería de apenas 0,7 kWh de capacidad de 48 voltios, no podemos esperar que sea capaz de hacer mucha distancia en modo eléctrico, ni siquera subir una pequeña rampa, pero sí nos permite ir avanzando en un atasco sin encender el motor de gasolina, o maniobrar en un garaje sin que salgan gases por el escape.
Sus prestaciones son decentes, pero no me ha gustado su gestión y claramente faltan horas de desarrollo para que el motor de gasolina, el eléctrico y la caja de cambios trabajen bien compenetrados. Tal y como está ahora gestionado, el sistema es brusco, no hay buena coordinación y son frecuentes los tirones.
En cuanto a los consumos reales del Tonale, han sido más altos que los homologados de 6,3 l/100 km de media:
- Consumo en ciudad: 7 l/100 km
- Consumo en carretera: 5,9 l/100 km
- Consumo en Autopista: 7 l/100 km
Sin duda los neumáticos también han jugado en su contra en los consumos, que mejorarían con una medida más razonable.
Con estos consumos y un depósito de 55 litros, la autonomía del Alfa Romeo Tonale de 160 CV ronda los 700 km.
