Seguramente estés familiarizado con el dicho de “si todos los chinos saltasen a la vez, conseguirían desplazar el eje de la tierra” o “harían temblar el mundo”. Una premisa, la segunda, que ya se está dando al menos en lo que al sector del automóvil se refiere porque los fabricantes asiáticos han dado un paso al frente gracias, sobre todo, a la electrificación. De hecho en un estudio realizado por esta casa, Sumauto, asegura que la irrupción del coche eléctrico ha supuesto la llegada de casi una decena nueva de fabricantes, la mayoría provenientes de China. Una de estas marcas es Aiways que ha desembarcado en nuestro país de la mano de Astara para intentar convertirse en un referente de los modelos cero emisiones.
El primer modelo con el que ha desembarcado ha sido el Aiways U5 que analizamos en esta prueba y que llega para ponerle las cosas muy difíciles a la cada vez mayor oferta de vehículos eléctricos entre los que están los Hyundai IONIQ 5, Volkswagen ID.4, el Skoda Enyaq o el MG Marvel R, Ford Mustang Mach-e… Una apuesta china que durante este 2023 se duplicará con la llegada del Aiways U6, su declinación coupé más aspiracional.
Corte familiar
Mide 4,68 metros de largo por 1,87 de ancho y 1,70 metros de alto bajo un diseño de corte familiar como bien demuestra su línea lateral, con amplias superficies acristaladas y un pilar C retrasado para aportar más luminosidad. Entre los detalles más destacados están un frontal completamente carenado y pintado en el mismo color de la carrocería que le aporta robustez, unos grupos ópticos muy estilizados con tecnología LED y asistente de luz de carretera o la toma de carga situada en la zona izquierda, tras la moldura en negro resultando, a nuestro juicio, poco útil en determinadas circunstancias.
Más detalles: propone tiradores enrasados para mejorar el flujo aerodinámico mientras que las llantas tiene un único patrón y son de 19 pulgadas. Como buen SUV que es propone protecciones plásticas alrededor de los pasos de rueda mientras que en la zaga el elemento más destacado es la ya característica tira de LED que conecta los pilotos traseros. Por cierto, Aiways solo lo ha lanzado con un único acabado, Prime, para facilitar su adquisición dejando únicamente en el listado de opcionales la pintura metalizada como esta en tono berenjena que cuesta 400 euros. Adicionalmente se puede pintar el techo en negro por 700 euros que suben a 1.100 euros si lo combinas con el blanco glacial.
Aspecto moderno
En el interior encontramos una mezcla de amplitud y modernidad combinados ambos con una percepción de calidad bastante buena que echa por tierra los prejuicios iniciales sobre las marcas asiáticas y, particularmente, las chinas. Además el U5 ofrece un compromiso medioambiental al emplear ciertos tapizados sostenibles como el cuero sintético o el vegano. El espacio reinante es amplio sobre todo en la zona central aunque hay detalles a mejorar como el hecho de haber remplazado la guantera por un par de ganchos en los que teóricamente colocar una mochila o una cartera a comprar posteriormente que no obstante no llega a ser tan práctico.
La digitalización, por su parte, se centra por un lado en el tríptico para el cuadro de instrumentos digital con una pantalla central de 7 pulgadas con diferentes vistas y dos de 4,2 a los laterales para el ordenador de a bordo y el sistema multimedia. Da una apariencia distinta pero de primeras resulta algo engorroso de manejar, porque es necesario tener pulsado los comandos bastante tiempo. Pero el cerebro principal es el monitor central de 12,3 pulgadas. Con él se prescinden de todos los comandos y de hecho por no haber no hay ni comando para el volumen. Tiene una interfaz sencilla, demasiado para mi gusto, y aunque el funcionamiento parece tosco al principio acabas manejando fluidamente todos los menús.
Menús que, por cierto, son numerosísimos porque desde ella podemos manejar todo, incluyendo los asistentes a la conducción, los ajustes e incluso la apertura y cierre de las ventanillas y el techo. En este sentido, quizá sea poco práctico su uso porque nos obliga a separar la vista de la carretera cuando estamos en marcha. Ahora bien, la gran desventaja es que Aiways se ha olvidado de la lengua de Cervantes para transmitir las informaciones, es decir, que no lo verás en español y solo lo tendrás en inglés, francés y alemán, sin duda algo inentendible.
Respecto al climatizador se coloca en otra pantalla adicional colocada en el túnel central, al estilo de los Audi de alta gama. Su aspecto no obstante es un poco espartano pero se maneja de manera intuitiva y tiene un buen contraste. Ahora bien, esconde un as bajo la misma pues puede abrirse dando lugar a un hueco de carga inalámbrica para el móvil. Un gadget que tendría sentido si la conexión con el móvil no requiriese cable. Por cierto, para tener navegador tendrás que conectar el smartphone y en dicho hueco solo cabe como máximo un iPhone 11 pero no plus.
Decir amplio es poco
En lo que respecta a la habitabilidad aquí sí que no hay queja de ningún estilo pues el U5 nos ha demostrado ser uno de los mejores de la categoría en espacio para los ocupantes traseros, al menos en lo que a hueco para las rodillas y la cabeza se refiere. Por anchura tres adultos pueden viajar sin problemas aunque quizá un viaje largo se les haga demasiado pesado. En lo que a confort se refiere, tenemos un USB y un aireador que, eso sí, no es regulable y solo se puede abrir y cerrar.
El maletero también es destacable. Presenta un volumen de 539 litros que le sitúan en la media de la categoría. Tiene unas formas regulares y bajo el piso tenemos una zona compartimentada y bajo ella otro hueco que permite incluso meter una maletea de mano. Ahora bien, no es el único ya que el U5 cuenta con otro maletero delantero de 45 litros ideal para guardar los cables de carga.
Cómodo, pero gastón
Al igual que con el equipamiento, Aiways no ha querido liar al potencial comprador con diferentes versiones y el U5 solo puede adquirirse con un motor. Rinde 204 CV y 310 Nm de par máximo que van directamente a parar a las ruedas delanteras, una configuración poco habitual en los eléctricos porque al disponer de toda la fuerza de manera instantánea es sencillo ver cómo pierde tracción. Pese a ello tenemos un coche bastante rápido en el 0 a 100 km/h, pues cifra 8 segundos acompañándolo de una punta de velocidad de 160 km/h. Sin embargo sus pretensiones son otras, las de ser un coche confortable.
Disponemos de tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport, seleccionables mediante el comando situado en el volante, variando la respuesta del vehículo pero no en demasía pues apenas notamos más dinamismo en el último y más retención en el primero, quizá para no penalizar el confort de rodadura. La suspensión filtra estupendamente irregularidades de la carretera convirtiéndolo en uno de los eléctricos que mejor filtra este aspecto con una suspensión tirando a blandita. Sin embargo, la dirección es todo lo contrario, poco comunicativa incluso si tenemos activado el modo Sport (es algo más pesada pero no en exceso).
Tampoco comunica demasiado el freno pues tenemos una primera parte del recorrido bastante esponjoso para, a partir de la mitad del mismo, empezar a notar cierta mordida. Esto se debe, como en muchos eléctricos al sistema de regeneración de la frenada. Para activarlo es necesario irse lógicamente a la pantalla central y aunque propone tres niveles: alto, medio y bajo, la diferencia entre uno y otro es casi imperceptible hasta el punto de que no hay signo alguno de una función de un solo pedal.
En lo que respecta a la autonomía, el Aiways U5 homologa 400 km gracias a su batería de 63 kWh de capacidad a razón de un consumo oficial de 17 kW/100 km. No obstante cuando circules en condiciones reales notarás que, siendo optimistas, no vas a conseguir cubrir más de 350 km ya que en función de cómo sea tu conducción te vas a acabar moviendo en el ámbito de los 21 kWh/100 km, subiendo incluso por autopista hasta los 23 kWh e incluso obteniendo un gasto urbano de 16 kWh/100 km que es un gasto algo elevado.
La ventaja, que tenemos una eficiente bomba de calor que no intercederá negativamente en la pérdida de autonomía cuando activamos sistemas como el climatizador. Si hablamos de carga, el Aiways U5 puede conectarse a tomas en corriente alterna de hasta 6,7 kW lo que implica tener que esperar unas 10 horas en este tipo de conectores mientras que en corriente continua la potencia máxima admita será de 90 kW, llenando de 0 a al 80% en unos 30 minutos. No es mal dato pero cierto es que echamos en falta una mayor potencia de caga.
Para finalizar, tenemos que hablaros de los asistentes a la conducción pues si bien cuenta con un amplio número, la realidad es que algunos de ellos son demasiado intrusivos como puede ser la alerta activa por cambio involuntario de carril, que resulta demasiado intrusivo en determinadas circunstancias.
En definitiva
Las firmas chinas han llegado para quedarse, está claro, y en el caso de Aiways el objetivo es claro, seguir creciendo en matriculaciones. En España de momento lo hace a un ritmo tranquilo pero en Europa ha supuesto un auténtico boom. La idea es que con la llegada del U6 la demanda crezca pues las siluetas de corte coupé están muy bien vistas actualmente. Para quien quiera un enfoque más práctico y familiar el U5 cubrirá de sobra sus necesidades.
Tiene lagunas, lógicamente, pero recuerda que hablamos de una empresa con solo 5 años de vida. Quizá tenga que mejorar aspectos como el multimedia, la funcionalidad de algunos menús o la gestión eléctrica y la potencia de carga de la batería, pero por calidad percibida, espacio interior y confort de a bordo este U5 es un muy buen candidato a ser tu eléctrico. Eso, siempre y cuando tengas disponible en la cuenta los 43.490 euros que piden por él para el único acabado disponible, el Prime. Un precio acorde a un equipamiento extenso, es cierto, pero quizá demasiado elevado para intentar quitar cuota de mercado a marcas más contrastadas históricamente que también cuentan con coches familiares eléctricos.
