Lamborghini, que siempre ha ofrecido una especial y fascinante dedicación hacia los superdeportivos, también tuvo un momento en su historia en el que se propuso crear el todoterreno más rápido del mundo. Su nombre fue LM002 (de apodo Rambo-Lambo) y, aunque empezó siendo un proyecto fracasado, merece ser rescatado del fondo del armario… A finales de los años 70, y con una finalidad meramente militar, la compañía americana MIT encargó a los de Sant´Agata Bolognese la creación de un todoterreno rápido, ágil y muy resistente. Lamborghini tomó este reto al pie de la letra y realizó varios prototipos con motores V8 (llamados Cheetah y LM001), aunque después de duras pruebas por parte del ejército estadounidense el proyecto para fabricarlo en serie nunca llegó a prosperar.
Sin embargo, en 1986, la marca realizó numerosos cambios en la estructura del chasis y dotó a al LM002 de un motor todavía más imponente, el del Countach, una unidad de 5.2 litros que ofrecía 440 cv de potencia, los cuales resultaron suficientes para acelerar el LM002 en tan sólo 8,2 segundos y poner sus 2,7 toneladas a 223 km/h sin ningún tipo de vacilación.
Aunque no podemos decir que sus ventas fueran escandalosas (hoy en día Lamborghini vende casi la totalidad de sus vehículos por encargo), se produjeron un total de 300 unidades, la mayoría de ellas destinadas a reyes (el de Marruecos tuvo uno), pilotos de rallies y personajes públicos de alto nivel.
Entre los datos más curiosos de sus seis años de vida (1986-1992) destacan los grandes pedidos realizados por Arabia Saudí (40 unidades) y Libia (100 unidades encargadas por el mismo Gadafi). Además, en 1988 y con el piloto Sandro Munari a los mandos, estuvo a punto de competir en el París Dakar.