Lucha encarnizada contra conducir tras ingerir alcohol. Esa va a ser la estrategia de la Dirección General de Tráfico (DGT), que está preparando un cambio en la normativa sobre consumo de alcohol al volante con la introducción de una nueva tasa de alcoholemia aún más baja y que podría entrar en vigor en los próximos meses.
La principal novedad que plantea la DGT, a través de una proposición no de ley del Gobierno, es la reducción del límite de alcoholemia a 0,2 gramos por litro de sangre para todos los conductores, (noveles, profesionales y generales). Este nuevo límite es significativamente más bajo que el actual de 0,5 g/l para los conductores en general y menor que los 0,3 g/l que ya tienen los conductores primerizos y los profesionales.
Según informan fuentes recogidas por El Confidencial, el objetivo es endurecer los controles y minimizar los riesgos asociados incluso a pequeñas cantidades de alcohol, que, como demuestran los estudios, pueden afectar negativamente la capacidad de reacción y concentración al volante.
La opción de imponer una tasa de 0,0 se ha descartado por aspectos puramente normativos y para evitar falsos positivos.
La nueva tasa de alcoholemia será de las más bajas de Europa
Según diversos estudios, esta nueva tasa de 0,2 g/l supondría que un hombre, dependiendo de factores como el peso o si tiene el estómago lleno, podría dar positivo con un tercio de cerveza o una copa de vino. En el caso de las mujeres, por su constitución física, generalmente más menuda, el positivo con la ingesta de esas bebidas estaría asegurado.
"Con la nueva tasa no se podrá beber absolutamente nada", ha explicado a EFE Pere Navarro, máximo responsable de la DGT. "Es absurdo el debate sobre si se puede beber una cerveza o dos o un vino o dos. Puedes beber lo que quieras, pero si vas a conducir, no". Navarro también ha confirmado que el objetivo es que la nueva normativa entre en vigor antes de que acabe 2025.
Con esta iniciativa, España se colocaría entre los países europeos más severos en la lucha contra el alcohol al volante, solo superada por Rumanía, Hungría, República Checa y Eslovaquia (límite de 0,0 en los cuatro países) y empatando con Estonia, Noruega, Polonia y Suecia. La mayoría del resto de países europeos cuentan en la actualidad con un límite de 0,5.