El Saoutchik 300 GTC es la última creación del renacido carrocero francés Saoutchik, un modelo que busca rendir homenaje al icónico Mercedes-Benz 300 SL "Gullwing" mientras reimagina el concepto con un toque moderno y lujoso.
Con líneas elegantes y detalles artesanales, el Saoutchik 300 GTC encarna el espíritu del coachbuilding clásico, una tradición que parecía perdida en el tiempo, pero que, gracias al renacimiento de la legendaria firma, vuelve a mostrarnos la perfecta fusión entre historia y tecnología contemporánea.
Del Saoutchik 300 GTC solo se producirán 15 unidades
El nombre Saoutchik es legendario en la historia del automovilismo. Fundada por Jacques Saoutchik en 1906, la empresa se destacó por sus diseños de carrocería únicos y su habilidad para transformar automóviles de lujo en obras de arte rodantes. A lo largo de las décadas, Saoutchik trabajó con marcas de la talla de Bugatti, Delahaye y Rolls-Royce, aportando su estilo inconfundible y su destreza para crear vehículos que combinaban funcionalidad y estética. La empresa tuvo que cerrar sus puertas en la década de los 50, pero ahora quiere renacer de sus cenizas.
Ahora, casi 70 años después de su cierre, la empresa ha vuelto a la actualidad con el Saoutchik 300 GTC, un proyecto que busca revitalizar la tradición del coachbuilding, pero con los materiales y las tecnologías del siglo XXI. Este nuevo modelo es una reinterpretación del clásico Mercedes-Benz 300 SL, uno de los deportivos más emblemáticos de la historia y conocido especialmente por sus puertas de ala de gaviota y sus avances técnicos para la época.
El Saoutchik 300 GTC toma como base el diseño del Mercedes-Benz 300 SL, pero lo transforma en algo completamente nuevo. El diseño exterior conserva elementos esenciales del 300 SL, como la parrilla frontal inspirada en la original y la silueta aerodinámica, pero añade detalles contemporáneos, como faros LED y una estética más limpia y minimalista que refleja las tendencias actuales.
Bajo el capó, se rumorea que el Saoutchik 300 GTC podría motor un motor V8 biturbo de unos 600 CV, lo que le otorgaría un rendimiento que supera con creces al modelo clásico de los años cincuenta. La suspensión ha sido completamente rediseñada para ofrecer una conducción ágil y cómoda, mientras que el chasis de aluminio y fibra de carbono garantiza una estructura ligera y resistente, fundamental para el rendimiento deportivo de un vehículo de estas características.
El interior del Saoutchik 300 GTC es un verdadero homenaje al lujo artesanal. La cabina está revestida en cuero de alta calidad, con acabados de madera y aluminio que recuerdan a los coches clásicos, pero con una integración total de la tecnología moderna, incluyendo un sistema de infoentretenimiento de última generación, conectividad avanzada, y un conjunto de asistencias a la conducción que cumplen con los estándares de seguridad actuales.
En un mercado dominado por la producción en masa y la estandarización, la propuesta de Saoutchik resuena como un recordatorio del valor del trabajo artesanal y personalizado. Cada unidad del 300 GTC (la marca no creará más de 15 ejemplares) será hecha a medida, permitiendo a los compradores ser parte del proceso de diseño y personalización.
