El concepto de coche está cambiando. El vehículo tradicional, nacido para transportarnos de un lugar a otro en la mayor brevedad posible, se está convirtiendo poco a poco en un espacio de disfrute y confort, adaptado para satisfacer necesidades que el cliente busca. Cada vez más, los clientes compran un coche configurado a su gusto, con equipamiento seleccionado a medida y acabados específicos y orientados al perfil que se busca.
Pese a que aún están en las primeras fases de desarrollo y no está permitido que un vehículo circule solo sin ninguna ayuda del humano, los niveles de conducción autónoma están progresando a pasos agigantados. La industria del automóvil se adapta a la evolución de la sociedad, de la mentalidad de los usuarios y, en definitiva, progresa de la mano de la tecnología.
Triple amenaza
Hace unos días os trajimos el primer contacto del Hyundai IONIQ. El único coche que ofrece las tres alternativas eléctricas posibles para una misma carrocería. Este modelo es el utilizado por Hyundai para probar las tecnologías de conducción autónoma de Nivel 4 por carreteras europeas. Es, de momento, una de las pocas compañías del mundo que ya ha empezado con el desarrollo del Nivel 4 en el segmento C.
Actualmente conducimos coche con niveles de automatización de hasta el 3. Coches capaces de controlar por sí mismos el movimiento longitudinal y lateral y detectar objetos con la capacidad de llegar a detenerse. Pero el matiz es que el coche siempre requiere la atención y, por supuesto intervención, del ser humano.
El Nivel 4 del que hablamos, se considera una automatización elevada donde el vehículo será capaz de manejar las situaciones de conducción sin necesitar la ayuda del ser humano. Pese a eso, no alcanza la completitud del Nivel 5 donde el coche sería capaz de gestionar el 100% del entorno para subsanar cualquier situación adversa.
Queda tiempo para que veamos estos dos últimos niveles en acción. De momento, el más común es el 2 y ya estamos conduciendo muchos con el 3. No solo es cuestión de inversión tecnológica sino de ámbito legal. Poco a poco estamos viendo cambios y, aunque quede para verlo, llegaremos vivos para contarlo.