Rolls-Royce ya está probando prototipos de la nueva generación del Ghost, pero antes de eso sigue explotando la generación actual con series ultralimitadas y exclusivas de su sedán. En esta ocasión, la marca británica nos descubre un Ghost muy especial que sirve para conmemorar los 120 años del fabricante de coches de lujo.
Bautizado como Rolls-Royce Ghost Prism, apenas se fabricarán 120 unidades (una por cada año de historia de la automovilística) y llama la atención por la pintura de su carrocería. Ésta está pintada en gris plomo (Gunmetal gray) con un "rico acabado mineral", logrado minuciosamente mediante una operación de diez pasos: aplicación de cuatro capas de pintura seguidas de un proceso de pulido a mano de 16 horas.
Solo 120 Ghost para bolsillos afortunados
Esta tonalidad gris se complementa con un efecto ahumado en la parrilla, toques en negro brillante y acentuado con uno de estos cuatro colores: Rojo Fénix, Turquesa, Mandarín y Amarillo Forja, que el potencial cliente debe elegir en función a su personalidad. Estos coloridos “acentos” se pueden ver en las pinzas de freno, el parachoques delantero y la línea del techo.
El color de contraste seleccionado se traslada al interior, donde es visible en el volante, el salpicadero y las costuras de los asientos. El color también se utiliza en el techo interior Starlight, marca de la casa, acabado con 1.040 elementos de fibra óptica instalados individualmente.
En cuanto al propulsor, no hay cambios. Se sigue apostando por el mismo V12 biturbo con 6.6 litros de cubicaje del resto de la gama Ghost, con una potencia máxima de 570 CV y un par motor máximo de 850 Nm.
Desde Rolls-Royce no se ha comunicado el precio de este Rolls-Royce Ghost Prism, pero entendemos que habrá que sumar algunos miles de euros a los algo más de 300.000 euros que cuesta la variante más “económica” del Ghost convencional.