Tras siete años de producción, Rolls-Royce acaba de producir su último Dawn, que ha salido de la fábrica de la marca en Goodwood (Reino Unido).
A pesar de que no se podía encargar desde marzo del año pasado, el descapotable ha aguantado más de un año más con el fin de hacer frente a los pedidos existentes. La última unidad fabricada, hecha a mano como todas las que se han producido, luce pintura Zafiro Medianoche con capó Blanco Ártico.
Con el fin del Dawn, Rolls-Royce se queda sin descapotables
El adiós del Rolls-Royce Dawn, que monta un motor V12 de 563 CV, a pesar de la tristeza que puede ocasionar a los aficionados, no supone algo traumático en materia laboral. La planta de Goodwood sustituirá el Dawn (y su variante coupé Wraith) por el nuevo Rolls-Royce Spectre totalmente eléctrico, dejando al Ghost, al Phantom y al Cullinan como los tres modelos de Rolls-Royce que siguen siendo propulsados por un motor de combustión.
Aunque no es un sustituto directo del Dawn y del Wraith, ya que es más grande que ambos, el Spectre desempeñará el papel de coupé en la gama de Rolls-Royce a partir de ahora, según declaró Torsten Müller-Ötvös, consejero delegado de la marca británica.
Lo que no existirá en la gama actual de Rolls-Royce será un descapotable tras el adiós del Dawn, que, según señala la propia Rolls-Royce en un comunicado, marca "el final de una era gloriosa y glamurosa".
"Ahora que la producción del Dawn toca a su fin, podemos reflexionar sobre un capítulo extraordinario de la historia de la marca”, ha explicado el máximo responsable de Rolls-Royce. “Este hermoso automóvil encarna a la perfección el lujo contemporáneo al tiempo que celebra los principios fundacionales y el legado de la marca".
En cuanto a entregas, combinados, el Dawn y el Wraith representaron el 10 por ciento de las 6.021 ventas récord de Rolls-Royce en 2022. El Cullinan supuso la mayoría de las entregas del año pasado, seguido del Ghost y el Phantom.