Los suecos pretenden plantar batalla dentro del segmento de los compactos de lujo, justo donde los nuevos Serie 1 de BMW o Audi A3 parecen continuar con su duelo en solitario. Para ello, una de las mejores armas con las que contará este modelo será su nuevo airbag para peatones, un sistema que explicaron a grandes rasgos en Ginebra pero del que hoy conocemos más detalles. Antes de nada hay que ponerlo en contexto. En Europa, casi el 15% de las víctimas mortales de tráfico se producen por atropello. En Estados Unidos es un 12%. Puede parecer mucho, y de hecho lo es, pero si tenemos en cuenta que en China el porcentaje sube hasta el 25% entonces podemos considerarnos afortunados. Además de las víctimas mortales, Volvo asegura que las mayores lesiones en caso de atropello sin fallecidos se producen en la cabeza y casi siempre están provocadas por las mismas zonas del vehículo: la parte inferior del capó, la base del parabrisas y los pilares A.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento de este airbag para peatones parte de siete sensores de movimiento colocados en el frontal del vehículo. Cuando el coche entra en contacto con algún objeto, el sistema analiza el tipo de señal y si interpreta que puede tratarse de una pierna humana, entonces se desplegará el airbag sobre el parabrisas y se levantará el capó unos diez centímetros gracias a un sistema pirotécnico con la intención de amortiguar el golpe. Así, la función de la bolsa de aire es doble: ayudar a la estructura del capó a levantarse con respecto al vano motor y proteger además la base del parabrisas y los dos pilares A en la estructura de la carrocería.
El sistema de airbag para peatones se abre en milésimas de segundo y está activo a velocidades de entre 20 y 50 km/h, un rango donde se según Volvo ocurren el 75% de los atropellos.