De ahí que para que tengamos una fiesta en paz, sea imprescindible seguir una serie de pautas que eviten que estos cuatro días (e incluso siete en el mejor de los casos) sean todo lo festivos que se les presupone. Aquí te dejamos una serie de consejos para que todo vaya sobre ruedas. Como cada año la Dirección General de Tráfico diseña la operación de Semana Santa para informar a los conductores e intentar el menor número de accidentes posible. Y es que durante dicho periodo, la DGT tiene previstos más de 14 millones de desplazamientos por las carreteras de nuestro país. Los mayores problemas circulatorios suelen presentarse en las salidas de los grandes núcleos urbanos hacia zonas turísticas de la costa, segundas residencias, poblaciones con actos religiosos tradicionales y zonas de montaña para la práctica de deportes de invierno, por lo que se recomienda planificar el viaje y evitar las horas más desfavorables.
Es posible que se produzcan retenciones en los días y horas de mayor afluencia de vehículos siendo la noche del miércoles al Jueves Santo la de mayor tráfico del año, por ello, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
Planificar el viaje y evitar los días y horarios en que se prevé una mayor intensidad de circulación. Emplea los diferentes soportes digitales como Google Maps o las Guías Repsol, Michelin… para planificar al detalle tu ruta.
Seguir los itinerarios recomendados, debidamente señalizados en las carreteras y evita ciertos ‘atajos’ que, al final, provoquen que te retrases más.
Estate al tanto del estado del tráfico, escuchando los diferentes boletines informativos de las emisoras de radio, a través de los cuales Tráfico tratará de informar puntualmente del transcurso de la Operación.
En caso de retención, pare el motor si prevé que la parada puede ser mayor de un minuto.
Llevar todo lo necesario: un coche bien equipado, es un coche mejor. No olvides elementos obligatorios como el chaleco, los triángulos, las bombillas de recambio… que podrás acompañar de otros utensilios muy útiles como linternas, teléfono móvil con la batería a tope, manta, etc.
Hacer una completa puesta a punto del vehículo. Es conveniente que tu coche pase por el taller para realizarle una revisión general y dejar todos los cabos sueltos… bien atados.
Circular por el carril derecho: la tendencia de todos los conductores a circular por el carril izquierdo puede provocar situaciones de riesgo ya que la función del carril está destinada únicamente a adelantar.
Mantener la distancia de seguridad. No nos cansaremos de repetirlo, guardar una correcta distancia con el coche que nos precede, nos evitará más de un percance, al tiempo que tendremos el tiempo suficiente para frenar.
Llevar encendidas las luces mejora la visibilidad y la seguridad de todos porque tan importante es ver como que te vean.
Respeta los límites de velocidad. Esto no es una carrera y aquí los que ganan son los que llegan, no los que lo hacen más rápido.
Atención a los desplazamientos cortos, son igual de importantes que los largos por lo que hay que tomar las mismas precauciones.
Especial atención a las motos, son especialmente vulnerables, sobre todo en las curvas y en las carreteras secundarias.
Evita el consumo de bebidas alcohólicas. Además de estar penado, pondrás en riesgo la seguridad del resto de conductores.
El cinturón de seguridad, siempre puesto y también en los asientos traseros, especial cuidado requieren los pasajeros menores de edad.
Tómatelo con calma. Conduce de forma tranquila y realiza descansos cada dos horas para estirar las piernas y despejarte. La desatención en la conducción es el principal factor desencadenante de accidentes graves.
