Para paliar esta situación se están implantando medidas cada vez más restrictivas con los motores de gasóleo, principal causante del aumento de dióxido de nitrógeno (NO2) presente en la atmósfera. La Unión Europea ya ha tomado medidas al respecto y ha puesto en marcha la norma Euro 6, un conjunto de medidas de obligado cumplimiento por todos los países y que estipulan los límites de emisiones de los coches.
En ciudades como Madrid también se han endurecido las medidas contra los coches diésel para reducir los niveles de NO2 en el aire. Entre estas medidas encontramos la reducción de la velocidad máxima, la prohibición de estacionamiento y de circulación de los motores más contaminantes por el centro de la ciudad.
Debido a este recrudecimiento de las medidas de regulación, las grandes firmas de la automoción se están replanteando el futuro del vehículo y prevén una revolución verde. La firma sueca, Volvo, ha sido una de las primeras en anunciar que dejará de producir motores diésel y apostará por el segmento eléctrico “con alta calidad y diseños atractivos” según Hakan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de la marca. Samuelsson aseguró al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung que “desde la perspectiva actual, no continuaremos desarrollando nuevos motores diésel”.
De la misma forma, señaló que Volvo pretendía continuar con los motores diésel que fueron introducidos en 2013, la familia de motores modulares DRIVE-E, dos bloques de cuatro cilindros y con potencias de entre 120 y 306 CV. No obstante, Samuelsson aseguró que “no merece la pena” debido al alto coste que supone adaptar estos motores a la norma Euro 6 que establece el máximo de emisiones medias de dióxido de carbono en 95 gramos. La producción de estos núcleos se mantendrá hasta 2023.
El fabricante sueco, por tanto, se centrará en el segmento híbrido y eléctrico y se fija como meta 2019 para introducir en el mercado su primer coche eléctrico. "Tenemos que reconocer que Teslase las ha ingeniado para ofrecer coches por el que la gente hace cola. En esta área también debería haber sitio para nosotros, con alta calidad y diseños atractivos", subrayó el presidente y director ejecutivo.
Volvo no es el único que está dirigiendo la mirada hacia la conducción sostenible. La filial española del Grupo Volkswagen, Seat, también apostará por el coche eléctrico como elemento indispensable para seguir siendo rentable a partir de 2020, cuando las nuevas normativas de emisiones de gases contaminantes serán más restrictivas.
Luca de Meo, presidente de Seat, ha asegurado que la firma está planteándose desarrollar una línea eléctrica a partir de 2019, fecha en la que lanzarán su primer modelo eléctrico al mercado, el Seat Mii.
La electrificación se dividirá en dos etapas: “En 2020 esperamos un salto y otro en 2025, cuando las normativas se volverán más restrictivas y el precio de los diésel va a ser mucho más elevado. Antes, en 2020, entrará en vigor la norma aprobada en 2014 por los 28 Estados miembros de la UE por la que se obligará a los fabricantes de coches a reducir las emisiones de CO2 de los vehículos hasta 95 gramos por kilómetro, con lo que se prevé un ahorro de 50 millones de toneladas de emisiones de CO2 por año”.