En las siguientes líneas te desgranamos todas sus ventajas y características al tiempo que te lo comparamos con un Yaris de gasolina para saber cuál de los dos es más rentable. Nadie duda a estas alturas que la electricidad se convertirá en el ‘combustible’ de los próximos coches. Sin embargo, a día de hoy, todavía quedan muchos huecos que llenar hasta que se convierta en una realidad palpable: autonomía, puntos de recarga, tiempos de carga. Quizá por ello, el paso más lógico sea la hibridación. Un puente entre los motores de combustión actuales y los futuros eléctricos.
Un sistema que ahora ya no ‘coge’ de nuevas a nadie, pero que hace 20 años era toda una innovación. Un paso arriesgado que Toyota no tuvo miedo de dar con el Prius, un modelo que sirvió de referencia y espejo para el resto de fabricantes. Pues bien, X años después de aquel hito, la firma japonesa se aventuró con otra arriesgada apuesta: ser la primera en ofrecer un urbano totalmente híbrido. Así es como en 2012 nació el protagonista de estas líneas: el Yaris HSD.
Sin rival
Único en su especie. El urbano nipón no tardó mucho en convertirse en la referencia fuera y dentro de la marca, hasta el punto que, el año pasado, ya capitalizaba el 42% de las ventas del modelo. Hecho que, acompañada por los episodios anticontaminación de las principales ciudades españoles, ha provocado incluso que las versiones diésel hayan desaparecido por completo de la gama.
De ahí que el actual y renovadísimo Yaris únicamente esté disponible en versiones de gasolina e híbrida, el cual te hemos analizado en profundidaden nuestra sección de videopruebas.
Estas son sus claves
Pero, ¿qué convierte a la hibridación en un sistema tan apto y, sobre todo, tan recomendable para segmento como el del Yaris? Aquí te damos algunas de las claves:
-Más potencia: Al combinar dos motores, uno de combustión y otro eléctrico, el conductor tendrá mucha más potencia disponible bajo el acelerador. Asimismo, la respuesta será más instantánea, mientras que el modo de conducción Power, que se activa pulsando un botón situado en el túnel central, le hará entregar todo su potencial, convirtiéndolo en un auténtico bólido. En el caso del Yaris, al activar este modo, los 101 CV se entregarán siempre de forma constante.
-Despreocupado: Como la batería no necesita de una toma de corriente para cargarse, sino que la puedes ‘llenar’ con la propia regeneración de la frenada, el ahorro de tiempo y energía es máximo. Además, un enchufable requiere acudir a los puntos de recarga diseminados por las ciudades o colocar una toma de corriente en el garaje de tu casa –siempre y cuando tengas esa suerte-. Por su parte, la tecnología híbrida del Yaris no te obliga a cambiar costumbres ni a planificar tus desplazamientos ya que el sistema ofrece siempre la mejor relación entre prestaciones y consumo.
-Sin ruidos: La posibilidad de funcionar únicamente en modo eléctrico a través del modo EV que el conductor puede forzar a través del selector de modos, y siempre que las condiciones de carga de la batería así lo permitan, no solo beneficiará al planeta al no emitir ni un solo gas contaminante a la atmósfera, sino que te permitirá entrar en zonas residenciales de bajo ruido.
-Entra donde quieras: En relación al anterior punto, el Yaris Hybrid, gracias a su tecnología, no tendrá restricciones de ningún tipo. De hecho, acorde a la nueva normativa de la DGT, que identifica y etiqueta a los vehículos acorde sus características medioambientales, el urbano híbrido japonés está catalogado dentro de la categoría ECO. Gracias a ello, nadie podrá prohibirle la entrada al centro de las ciudades en días de alto nivel de polución y, además, podrás circular por los carriles VAO bajo determinadas circunstancias –aunque de momento esta medida solo se aplican en Cataluña-.
-Es más económico: La combinación de electricidad y gasolina es la solución más eficiente para los consumidores. En el Yaris Hybrid, la electricidad necesaria para complementar al motor de gasolina se consigue gracias a sus sistema de regeneración de energía durante la circulación, por lo que el único combustible que hay que repostar es la gasolina, eso sí, en una cantidad mucho menor que en cualquier otro vehículo.
-Sin sofocos: Hay que tener en cuenta que la temperatura influye muchísimo en la autonomía de la batería, así como en su rendimiento de carga y descarga. Un enchufable depende directamente de la capacidad de su sistema de refrigeración para mantener el calor a raya: debe funcionar a temperatura ambiente y, por supuesto, siempre por debajo de los 60 grados o se deteriora.
¿Y si lo enfrentamos al gasolina?
Otras de las grandes dudas que le pueden surgir al consumidor, está relacionada con la rentabilidad del modelo y, sobre todo, con los costes. En este sentido, como decíamos al principio, la gama actual del Toyota Yaris está únicamente compuesta por versiones de gasolina y, claro está, por la híbrida. Pero, ¿cuál de los dos es más rentable? Aquí te lo contamos.
-Menos mantenimiento: El mantenimiento de un coche híbrido es más barato que el de uno convencional. Una de las grandes claves es que el primero está compuesto de menos piezas, a lo que se une el hecho de que algunos de sus elementos sufren menos desgaste, como el embrague, la caja de cambios, el alternador o el motor de arranque.
-Duran más: Del mismo modo, son pocos los que conocen una de sus grandes virtudes: el escaso desgaste que experimentan sus neumáticos. En el caso del Yaris Hybrid, de serie monta unas gomas Bridgestone EcoPla en medida 190/50 R16 con código 84W, que tienen un precio de X €. Este es el mismo que el de las versiones de gasolina, sin embargo, Toyota cifra en 50.000 kilómetros la vida media de un neumático montado en un coche híbrido. Si bien la cifra varía mucho en función del tipo de conducción, esta es ligeramente más alta de la que suele aplicarse a los vehículos convencionales. El argumento cobra sentido gracias al comentado Sistema de Regeneración de la energía de frenado, que ahorra fricción en las pastillas y los discos de frenos –que también duran más–, y, por extensión, a los neumáticos, que sufren menor rozamiento en las frenadas; y porque la perfecta distribución de los pesos reduce el deterioro de los neumáticos. Esto, a la larga, provoca que el precio de mantener este elemento sea mucho menor en un híbrido.
-Más recorrido: Si tiramos de datos, vemos que el consumo medio del Yaris Hybrid está estipulado en nada menos que 3,3 l/100 km, es decir, 0,8 litros menos que el 1.0 VVT-i y 1,3 menos que el 1.5 Dual VVT-i. Circunstancia que nos permitirá alcanzar mucho más recorrido con un repostaje, llegando a los 1.090 kilómetros con el híbrido y a los 913 con el 1.5 Dual VVT-i… y eso que el primero cuenta con un depósito de combustible de 36 litros, 6 menos que su hermano de combustión.
-Más barato a largo plazo: Sí, puede que a la hora de comprarlos, el Yaris Hybrid sea, por ejemplo, 2.500 € más caro que el 1.5 DUAL VVT-i de 111 CV, pero a la larga, la reducción en los costes del mantenimiento, unido entre otros al seguro –el Hybrid sale de media unos 100 € más barato- y a los impuestos derivados, demuestran que la opción del híbrido es la más rentable.