Por eso, con la ayuda de AMDA te exponemos una lista de tecnologías que, poco a poco, darán el salto de los modelos Premium a los generalistas. Aunque algunos todavía no se hayan hecho, o no quieran hacerse, a la idea, lo cierto es que el sector de la automoción y el de las nuevas tecnologías estarán estrechamente relacionados. En la actualidad son ya muchos los vehículos que equipan avanzados sistemas tanto de entretenimiento como de confort y seguridad. Aunque la realidad es que esa extensa lista de modelos suele tener, de momento, cierto corte Premium. Sin embargo, esta es solo la punta del iceberg de lo que estará por llegar de aquí a corto medio plazo. Por eso, con la ayuda de AMDA, la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles, hemos elaborado un listado con las tecnologías que, poco a poco se irán implantando en todos los coches, independientemente del segmento al que pertenezcan, circunstancia que supondrá una importante ayuda a la conducción.
Teleasistencia: La localización GPS, el teléfono integrado en el vehículo y la conexión a internet permite ofrecer la posibilidad de contar con un asistente personal las 24 horas del día durante todos los días del año. Un servicio que nos facilitará información sobre destinos o que podrá programarnos el navegador para evitar posibles despistes durante la conducción. Sin olvidar una función que ya lleva tiempo implantada: la llamada de emergencia la cual nos proporciona ayuda ante un accidente enviando a los servicios de emergencia a nuestra ubicación.
Realidad aumentada: Sin duda, será uno de los grandes avances del sector, junto con la conducción autónoma. Con ella, convertiremos todo el parabrisas en un sistema de información completo en el que se proyectarán todos los datos relativos al vehículo, así como las indicaciones de la navegación, las incidencias en la carretera. Si bien esta tecnología todavía tendrá que esperar, el paso intermedio es el actual Head Up Display, el cual, proyecta en el parabrisas o en una pequeña pantalla transparente sobre el cuadro de instrumento, y siempre en el campo de visión del conductor, la información más importante para evitar tener que desviar la mirada de la carretera.
Facilitándonos la vida: Cada vez es más común que los fabricantes de vehículos pongan a disposición de sus clientes una app desde la que se permite la interacción con su propio coche. Con ella, se puede estar siempre al tanto del estado del vehículo, al informarnos de temas elementos como nivel de combustible, estado y nivel del aceite, presión de los neumáticos, etc. Pero también se puede, por ejemplo, programar la calefacción para que cuando lleguemos al coche el habitáculo ya se encuentre a la temperatura de confort. Más reciente es la tecnología disponible en otros países que nos permite pagar en las gasolineras sin necesidad de bajarnos del coche gracias a la conectividad del vehículo o poder recibir una compra realizada por internet directamente en el maletero de nuestro coche sin importar dónde lo tengamos aparcado.
Aparcamiento remoto: El sufrir por aparcar, se va a acabar. Con esta frase tan comercial se puede describir a la perfección lo que nos espera de aquí a unos años. En la actualidad, está ya más que generalizado el asistente de aparcamiento, también llamado aparcamiento automático, que detecta un espacio válido para aparcar y el conductor sólo debe manejar los pedales y el cambio. Se ha extendido hasta modelos generalistas, pero ahora se ha mejorado permitiendo aparcar el vehículo a distancia. El conductor se puede bajar del coche y con sólo realizar un movimiento continuado sobre la pantalla de su smartphone o desde la llave del vehículo éste se aparca solo.
Conectado con todo: Por último, existe otro sistema previo a la conducción autónoma que no sólo nos permite disfrutar de una conducción urbana más relajada, también más eficiente. Se trata del asistente de semáforos, un sistema que controla la frecuencia de los semáforos y calcula la velocidad del vehículo para que no llegue a detenerse y así evitar el arranca-para que eleva notablemente el consumo de combustible.
