En efecto, son los reyes de la casa… y del coche, y por ello han de estar perfectamente asegurados. En este sentido, lo más relevante es el cambio de normativa relacionada con las sillas infantiles. Es que durante este año, la actual normativa europea cambiará, con consecuencias para la existente norma R44/04 y la más reciente R129, también conocida como i-Size.
Llegará en verano
La R129 es el último estándar en normativas europeas de sillas de auto. A finales de 2013 está se puso en marcha la primera fase, cubriendo los sistemas de retención infantil desde el nacimiento hasta los 105 cm.
Pues bien, a partir del verano, aparecerá la segunda fase, que tendrá un impacto mayor en las sillas para niños de más de 100 cm. Los tests y los criterios han sido mejorados considerablemente comparando con la anterior R44/04, al emplear muñecos para pruebas de choque más precisos y añadiendo tests de impactos laterales que complementen a los actuales impactos frontales. Además, la clasificación de las sillas ha cambiado de kilogramos a centímetros, puesto que por regla general, los padres suelen ser más conscientes de la estatura de sus hijos que de su peso –¿quién no ha tenido una marca en la pared con su estatura?-, facilitándoles la elección de la silla correspondiente.
Otra mejora respecto a la R44/04 es el mejor ajuste en los automóviles, gracias a los acuerdos con fabricantes de coches. La ley no obliga a la utilización de ISOFIX para las sillas de auto para niños de 100 a 150 cm, sino que será opcional.
Más cambios
Cuando la segunda fase de la R129 esté operativa, la actual R44/04 no desaparecerá, sino que ambas convivirán en paralelo. Gracias a ello, el consumidor podrá elegir si desean tener el mayor nivel de seguridad europeo existente.
Para ello, la actual R44/04 también se actualiza. Una de las principales novedades es que los nuevos elevadores que se desarrollen sin respaldo sólo podrán ser utilizados por niños de más de 125 cm. Esta es una medida que cambiará con la fase 2 de la R129, ya que no se permitirá la venta de elevadores sin respaldo
Los elevadores con respaldo aseguran un mejor encaminamiento del cinturón de seguridad alrededor de los hombros y una protección mejorada en caso de impactos laterales. Este argumento es muy importante, ya que algunos dispositivos de seguridad dentro del vehículo -como cinturones o cortinas de airbag- a menudo no están desarrollados para niños de menos de 125 cm.
Consejos útiles
Una vez desgranada la nueva normativa que llegará durante este año, tampoco está de más que recordemos algunos consejos de cómo llevar a nuestros hijos en el coche. En este sentido, lo más importante a tener en cuenta para la protección de los bebés o niños a bordo de un coche, es la correcta instalación de la silla.
Debemos asegurarnos de que el cinturón siempre esté abrochado y no exista peligro de que pueda soltarse con facilidad. Y, aunque parezca obvio, nunca debemos sacar al niño de su silla ni dejar al niño suelto por el coche aunque sea durante un trayecto corto.
No nos olvidemos de que si el niño no supera los 135 cm de altura no debe ir sentado en el asiento del copiloto con el cinturón de seguridad del vehículo, a no ser que lo haga con su correspondiente asiento infantil adecuado a sus características físicas -peso y estatura, principalmente-. Una vez supere esta altura, ya podrá ir sentado en cualquier lugar del coche con el cinturón de seguridad correspondiente.
Por último, desde hace algunos años, el RACE y otros organismos vienen recomendando las sillitas a contramarcha en niños menores de dos años. La norma dice que los pequeños deben viajar en esta posición hasta los 15 kilos, que corresponde, más o menos a esa edad, pues ayuda a reducir hasta cinco veces el riesgo de sufrir lesiones graves. En un impacto en sentido de la marcha, el niño se desplaza hacia delante y es retenido por el arnés, provocándole tensiones muy altas en el cuello, la columna vertebral y los órganos internos. Si la fuerza es muy grande, puede provocar incluso lesiones graves en la columna vertebral. Por el contrario, cuando los pequeños están situados en sentido inverso a la marcha, las fuerzas provocadas por la desaceleración se distribuyen a lo largo de la columna vertebral, la cual descansa sobre el respaldo del asiento, y ni el cuello, ni la propia columna, ni los órganos internos son sometidos a fuerzas tan altas.