La seguridad en el mundo del automóvil ha evolucionado a pasos agigantados. Uno echa la vista atrás y recuerda cómo iba sentado en el Renault 5 de mi madre: o bien entre medias de los asientos delanteros, o tumbado plácidamente en la fila trasera. Situaciones en las que no solo brillaba por su ausencia cualquier sistema de retención infantil, sino curiosamente también el cinturón de seguridad.
Ahora bien, si hablamos de forma más general, la seguridad vehicular es un tema que preocupa a todo el mundo, desde conductores hasta fabricantes, pasando por diferentes asociaciones, colectivos o medios de comunicación. Por suerte para todos nosotros, las marcas de coches han volcado todos sus esfuerzos en intentar que sus nuevos modelos sean cada vez más seguros.
Un ejemplo claro es el de SEAT, que nos hace ver estos avances comparando su mítico 600 de 1963 con el actual Ibiza FR. Seis décadas separan a ambos modelos que sirve de perfecto escaparate para ver cómo han cambiado, evolucionado y mejorado los automóviles.
Ni airbag, ni reposacabezas. El 600 no incorpora reposacabezas. Parece una nimiedad, pero la mayoría de modelos de aquella época no incluían dicho elemento. En la actualidad, es uno de los más importantes ya que, en caso de colisión posterior a baja velocidad, evita que la cabeza vaya hacia atrás y se produzcan los temidos latigazos cervicales. Igualmente, lo airbag brillaban por su ausencia –dicha tecnología se generalizó a partir de los 90-, un hecho que en el Ibiza actual es impensable, pues puede llegar a tener hasta seis airbags.
Cinturón de seguridad. Fue desarrollado en los años 60, pero al principio se trataba de una cinta inextensible que teníamos que adaptar a nuestro cuerpo. Ahora es distinto, porque es este elemento de seguridad pasiva el que se adapta a nuestro cuerpo y no al revés. Ello aporta más seguridad en caso de colisión, ya que el actual sistema retiene al pasajero instantáneamente y no deja espacio alguno entre el cinturón y el cuerpo.
Frenos. El sistema de frenado tampoco tiene nada que ver entre ambos modelos. El SEAT 600 incorporaba frenos de tambor con una potencia de frenado muy inferior a la actual. Los vehículos de hoy día, en cambio, tienen discos de gran tamaño. Además, sus neumáticos son mucho más anchos, lo que les hace más seguros al tener más superficie de contacto con la carretera, y disponen de ABS, un sistema que impide que el coche patine durante la frenada.
Carrocería. La carrocería es otro de los elementos fundamentales en la seguridad de un vehículo, y su evolución en las últimas décadas es más que evidente. Tan solo es necesario comparar la anchura de las estructuras. Es el caso por ejemplo de la puerta, que hoy en día es mucho más ancha ya que incorpora elementos de seguridad que protegen mucho mejor que antes en caso de colisión.