Y es muy fácil que ocurran cualquiera de las dos cosas si no somos cuidadosos; en juego está que no lleguemos a tiempo al trabajo o a recoger a los niños del colegio… o, incluso, que alguien nos robe nuestro automóvil de la forma más sencilla. Tras un día de diversión en el Parque de Atracciones, toca recogerse y despedirse. Cuando vas al aparcamiento con tu familia y echas mano al bolsillo para coger la llave del coche, te das cuenta que ahí no está, como tampoco en el otro bolsillo; un sudor frío recorre tu cuerpo. Preguntas a tu mujer si la tiene ella y obtienes la negativa como respuesta. No hay otra: la has perdido. Realidad o ficción, lo cierto es que esta situación es frecuente, culpa de los descuidos y los despistes. Independientemente de dónde se haya producido el extravío (al ir a la playa o a la piscina, en el gimnasio, en una tienda de ropa, una noche 'loca'...), siempre has de actuar de la siguiente forma, por tu propia seguridad y la de tu turismo o motocicleta.
Tras comprobar que, efectivamente, no la llevas encima (busca bien por todos los bolsos, abrigos y pantalones), has de llamar a tu compañía de seguros para notificar el suceso. En juego no sólo está el hacer un duplicado, sino que alguien que se encuentre la llave, pruebe a dar a los botones y se encuentre con un coche 'regalado', sin cámara oculta ni concursos de por medio. El agente de la aseguradora, lo más probable, es que autorice el envío de una grúa de carretera para trasladar tu vehículo a un lugar seguro, normalmente talleres concertados o un aparcamiento. Allí se quedará guardado hasta que se solucione el problema.
Pedir un duplicado
¿Recuerdas la segunda llave que te dieron cuando te hicieron entrega del automóvil? Te servirá temporalmente ya que lo correcto es hacer un duplicado para tener siempre una guardada (o, en su defecto, en poder de la otra persona con la que compartas el coche). Para hacer esa copia, tienes dos opciones: acudir al concesionario (lógicamente, el importe será mayor) o hacerlo en tiendas especializadas; ambos son igual de profesionales, si bien es cierto que la primera suele ser más cara que la segunda. ¿Y qué necesito? Presentar tu DNI y la documentación del vehículo en cuestión (con la que se acredita que tú eres el propietario), así como un importe que oscila entre 200 y 600 euros, dependiendo de la marca y el modelo.
Una vez hecho el trámite, tocará esperar; a veces las realizan en el momento y, en otras ocasiones, te la entregan pasados uno o dos días, si bien es cierto que esto último no es lo habitual.
