Así surgió y se popularizó el Streamline Moderne, más conocido como el estilo aerodinámico, que triunfó por todo el mundo gracias a su apogeo en 1937. En el plano del automóvil el Chrysler Airflow fabricado en 1934 fue su máximo exponente. Los fabricantes europeos, deseosos de seguir las modas provenientes del continente americano, comenzaron a implantar el Streamline Moderne en el viejo continente, pero el único que lo lograría con éxito fue el Peugeot 402.
Este año se celebra el 75 aniversario desde que se dejó de fabricar en 1942. Y el fin de su producción no vino por el descenso de ventas o porque no gustase estéticamente sino porque los gastos militares de la II Guerra Mundial acabaron con la versión civil de un modelo único.
En 1935 la casa de Sochaux lanzó al mercado el 402 un modelo que, dejando atrás las formas cuadradas del momento, introdujo líneas curvas, un perfil redondeado, aletas curvilíneas, una carrocería más larga con seis ventanas y un parabrisas en dos partes. La marca francesa introdujo un elemento innovador y que marcaría el diseño de los futuros modelos de vehículos: los faros integrados en la calandra, tanto los delanteros como los traseros. Esta peculiaridad confería a los Peugeot un aspecto mucho más afilado. Un nuevo movimiento artístico dentro del mundo de la automoción que fue bautizado como “Fuseau Sochaux”. Además, del capó sobresalía un león, símbolo de Peugeot, que recordaba a otras marcas de lujo americana como el Jaguar o el Rolls Royce y que dotaba al 402 de distinción y glamour.
Mecánicamente el 402 estaba dotado de un motor de cuatro cilindros de 1991 cc. y 55 CV que llegarían hasta 2.142 cc. y 60 CV en su evolución al 402 B. Las suspensiones eran hidráulicas. Por su parte la caja de cambios constituyó toda una revolución tecnológica en la época, no la versión manual de tres velocidades que era la común, sino la de cambio automático de tipo electromagnético Cotal de cuatro relaciones, que hacía del 402 el primer vehículo en Europa que tenía transmisión automática.
Uno de los modelos más recordados es el descapotable 402 Eclipse. El fabricante francés fue el primer constructor en producir un techo de chapa de acero descapotable y escamoteable en el maletero posterior de un automóvil.
Un adelanto tecnológico que empleaba un sistema eléctrico para el abatimiento y que, en un primer momento, no tuvo el éxito esperado, ya que se prefería el sistema manual por ser considerado “más fiable y ahorrador de energía”. Los años posteriores la situación se revertiría, siendo los Coupé Cabrios objeto de deseo por los bon vivant y los amantes de la deportividad hasta nuestros días. Esta versión estuvo disponible en dos opciones: la primera con un bastidor de 3.15 metros que permitía transportar a dos personas y la segunda de 3.30 metros con capacidad para cuatro.
En cuanto al interior, el Eclipse presentaba un diseño elegante con revestimientos de terciopelo y una completa instrumentación compuesta de taquímetro, amperímetro, indicador del nivel de gasolina, temperatura del agua y un reloj.
Además, el Peugeot 402 también fue muy famoso por su versión de carreras: el 402 Darl’mat. Su nombre lo hereda de Émile Darl’mat, un empresario amante de la marca del león que poseía una de las concesiones más importantes de París y que fue el precursor no solo de esta versión ‘racing’ sino también, de la descapotable.
Es un modelo mítico para los amantes del motor, ya que participó en la última edición de las 24 Horas de Le Mans antes de la II Guerra Mundial. Aunque su participación no fue muy destacada, únicamente tres coches fueron los inscritos que llegaron en 7º, 8º y 10º lugar.
La marca del león cuenta con una dilata tradición en descapotables a lo largo de su historia. Modelos como el 504 cabrio de 1968 y el más conocido de todos, el 205 Cabrio de 1983. Esta tradición prosiguió con la fabricación del 206 CC y el 307 CC, recuperando el techo rígido retráctil haciendo un guiño así al 402 Eclipse, el cual es el primer automóvil cabrio de la historia.
