A veces no importa ser simplemente el más rápido, sino el que mejor se lo pasa a la hora de abrir gas. Es por eso que a algunas de estas motocicletas tan exclusivas, todas con motores de cuatro cilindros, les queremos dedicar este breve artículo. Porque se lo merecen. Y porque nos encantan. Inclasificable. La reina de la aceleración y de las sensaciones fuertes desde la primera insinuación de gas. Lleva ya unos años entre nosotros y aun así no hay nada directamente comparable (ya veremos si la nueva Rocket III de Triumph se acerca a su nivel). La mecánica protagonista es en este caso un V4 con 1.679 cm3. Aunque sea capaz de rendir unos buenos 200 caballos de potencia que cuando entran en acción te hacen sentir como en un cohete espacial, lo más curioso es su empuje tan bestia desde muy abajo.
Hablamos de la friolera de 167 Nm de par motor, lo que es mucho más meritorio si tenemos en cuenta que están disponibles a tan sólo 6.500 revoluciones. Un lujo para puristas locos por este modelo único en el mundo. Una moto que no ganará ninguna carrera en ningún circuito por su elevado peso y porque al cabo de unas pocas vueltas seguramente tendrá que repostar (su depósito es sorprendentemente pequeño), y que además es la más cara de todas nuestras protagonistas: ¡24.500 euros! Aun así algunos la siguen viendo como una custom.
Suzuki Hayabusa
Otra moto que hizo mucho furor cuando Suzuki la presentó hace más de diez años. Su motor de cuatro cilindros en línea ha tenido el honor de protagonizar algunas de las comparativas más disparatadas de la historia junto a los coches más potentes del mundo. Muy seguramente sea uno de los vehículos motorizados que con mayor facilidad pone la aguja del velocímetro en los 300 por hora. Hace unos años Suzuki renovó su motor, con fama de irrompible, y le dio algo de cilindrada extra hasta llegar a los 1.340 cm3 actuales.
Algunos de los más ilustres iluminados de todas las partes del mundo han escogido alguna vez esta mecánica para moverla de sitio y ponerla en algún simple utilitario de cuatro ruedas, o buggy, o kart, o lo que fuera que tuvieran por el garaje. Su potencia roza los 200 caballos (197 a 9.500 rpm) y su par llega a ser de 160 Nm a 7.200 revoluciones. A la espera inminente de un último modelo con alguna que otra novedad, la Hayabusa (o GSX-R 1300) se ofrece a un precio razonable viendo de lo que es capaz: 14.500 euros en promoción (precio de tarifa de 16.000).
BMW K 1300 S
No destaca tanto por sus prestaciones como por sus características y larga trayectoria. No es que se su motor se quede corto precisamente, pues no dejan de ser 175 caballos de potencia acompañados de un más que considerable par de 140 Nm a 8.250 rpm. Pero con sus 1.293 cm3, y pese a que BMW también tiene el motor de 200 cv de su Superbike, este bloque encaja mejor con este modesto reportaje. En efecto, no es más que una evolución del motor de la K 1200 S, e igual que aquél se caracteriza por un ángulo de inclinación hacia delante muy acentuado, dando, como resultado, una distancia entre ejes considerablemente larga.
Así y todo, cifras aparte, este motor de la serie K, así como todos los que le preceden, tiene muchísimos admiradores por su manera de entender la deportividad. Su temperamento, rugido, tacto, y su manera de entregar la potencia poco tienen que ver con las mecánicas japonesas. He aquí una de las posibles causas de por qué es tan admirado este motor. Además, como buena BMW que es, este portento de la mecánica va acompañado de un equipamiento que hace de la K 1300 S una deportiva muy apta para los viajes. Hoy por hoy se cotiza a 18.300 euros, si bien la versión sin carenado, la K 1300 R, sale por algo menos.
Kawasaki ZZR 1400
Es la más moderna de todas ahora mismo, y naturalmente eso también se nota en las soluciones tecnológicas que su motor ofrece. A modo de ejemplo, gracias al más reciente control de tracción de Kawasaki (KTRC) con tres modos de intervención, unido a la posibilidad de desconectarlo y la de escoger entre dos modos de entrega de potencia (Low y Full Power), este motor de cuatro cilindros y 1.441 cm3 es, de largo, el más moldeable de todos.
Sus prestaciones rondan también los 200 caballos de potencia, aunque lo más destacable de su enorme potencial es la disponibilidad de par: por debajo de las 2 mil revoluciones ya ofrece al piloto unos increíbles 100 Nm de empuje; casi nada. Además, destaca más que el resto a nivel de tacto, notándose nuevamente que es el más actual, así como el esfuerzo hecho por la marca para que sea una moto apta para todo tipo de usos. La madre de las Ninja, en el mercado desde finales del 2012, sale por 17.100 euros.
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