Además, a menudo no necesitan de tanta caballería como un tetracilíndrico para saciar las necesidades del piloto. Pero más allá de las prestaciones en sentido estricto, son, por lo general, muy queridos por su peculiar forma de entregar la potencia y por su sonido tan delatador. Aquí van algunos que, por un motivo u otro, son muy admirados, respetados, temidos, o incluso vienen precedidos de cierta polémica.
Motor Revolution
Un ejemplo de lo último es el motor Revolution de Harley. A su llegada sorprendió a propios y extraños por prescindir de la casi obligada refrigeración por aire de los motores de Milwaukee. Pero si se quería dar un paso adelante en términos de potencia y par, recurrir a la refrigeración líquida era lo más recomendable. De hecho, está inspirado en el motor de la VR 1000, la mítica SuperBike de la marca americana, y en su desarrollo participó la marca de automóviles Porsche. Ahora bien, para no defraudar a los más puristas en temas de diseño, se incluyeron detalles de los motores más clásicos, como las aletas de refrigeración, y se le dio un toque metálico y un look que la marca describe como siniestro.
Lo que nadie puede negar son sus imponentes prestaciones, muy por encima de lo que suele pedir el cliente habitual de la marca. Según el modelo hablamos de unos 125 caballos de potencia y más de 110 Nm de par. Gracias a su cilindrada de 1.250 cm3, éste es, sin duda, el motor de calle más potente de la historia de Harley-Davidson. Hoy por hoy da vida a dos modelos V-Rod con un acentuado carácter muscle bike. Una es la V-Rod Night Rod Special, que sale por 18.250 euros, y la otra la V-Rod Muscle, que sale por unos dos mil euros más. Sea por su diseño o por su agresivo y desacomplejado sonido, es imposible pasar desapercibido encima de ella.
LC 8
KTM es la mejor especialista en fabricar motores que con potencias razonables son capaces de ofrecerte una respuesta espontánea, explosiva, e incluso surrealista. Cierto que muy a menudo se debe a la gran ligereza de sus motos, como por ejemplo los 192 kilos de la SMR 990, pero no cabe duda de que sus motores también tienen parte de la culpa. Sin ir más lejos, el LC 8 es capaz de poner en apuros a quien sea con 116 caballos, que en el fondo tampoco son tantos para una mil. He aquí, justamente, uno de sus méritos más destacables.
Su respuesta al gas es tan inmediata, y su sonido tan adictivo, que cuesta tener cierto control sobre la muñeca derecha. La 990 SMR es por ello una de esas motos a la que no querrías ver ni en pintura por el retrovisor, igual que su hermana naked, la SuperDuke R. Los cilindros tienen un ángulo de 75 grados entre sí, y aunque es un motor que ya tiene unos años, sigue ofreciendo soluciones técnicas muy avanzadas, como el eje de balance, así como el uso de materiales muy ligeros. Lo mejor de todo es su precio: 12.300 euros son pocos para una moto que no le teme a nada ni a nadie.
Dorsoduro 1200
Una de las motos con la respuesta al acelerador más salvaje de la actualidad. Todo temperamento y bravura. Sus 130 caballos y su par de 115 Nm no parecen hacer justicia a lo que ofrece éste motor justo por encima del ralentí. Una bestia que requiere cierto período de adaptación. Nunca las ayudas electrónicas, como el control de tracción ATC, habían sido tan recomendadas como en este caso. Es una moto que exprime tanto el concepto de supermotard de gran cilindrada que requiere de muy buenas manos para tener todas sus reacciones bajo control.
Suerte que permite ser domesticado con modos de conducción más tranquilos, como el de lluvia, que lo humanizan en caso de situaciones de poco agarre. Es uno de los casos más flagrantes de que Aprilia es una marca muy centrada en la deportividad y en el mundo de la competición, lo que acaba notándose mucho en sus motos de calle. Otro de sus principales argumentos de compra, además de sus prestaciones intimidatorias, es su precio de 11.600 euros, lo que no quita que sea una moto con un público objetivo bastante reducido.
Testastretta 11
Y claro, en ningún caso podía falta Ducati si de lo que hablamos es de motores bicilíndricos. Naturalmente, el motor Superquadro con 195 caballos de potencia, el último y más potente motor de la marca de Boloña, bien podría haber sido el protagonista. Pero tanto el Testastretta 11º como la Diavel encajan bien con las pretensiones de este breve artículo, y, además, las grandes deportivas juegan en otra liga y no son en este caso las protagonistas.
Así pues, este motor de dos cilindros en L es la última evolución del Testastretta Evolucione. Lo de 11 viene por el menor tiempo de cruce de válvulas, es decir, el tiempo que coinciden las de admisión y escape abiertas, que en este caso es el mismo que tarda el cigüeñal en rotar 11 grados. De este modo se consigue un motor no sólo más eficiente por estar menos comprometido por los gases de escape en el momento de la combustión, sino que también responde mejor y más suavemente a bajas revoluciones.
Si bien no es el motor más potente de Ducati, sus 162 caballos de potencia y el contundente par de 127,5 Nm son como para tomarlo muy en serio. Además, cumple a raja tabla con la tradición de la marca y emite un sonido muy característico y fácilmente reconocible. Cuando oyes una Ducati, aunque no la veas, sabes que lo es, y eso no todas las marcas pueden decirlo. Asimismo tiene la suficiente tecnología como para limitar sus prestaciones si el conductor en algún momento lo desea, y no requiere de reglaje de válvulas hasta los 24 mil. Pero esta maravilla mecánica, que recordemos también prescinde del tradicional embrague en seco, se comercializa a partir de 19.450 euros.
