Dacia, que a punto estuvo de desaparecer, fue rescatada por el grupo francés con una idea clara: vender automóviles asequibles destinados a aquellos que no busquen grandes alardes técnicos, sino como aquél quien dice, “cuatro ruedas que me lleven de un sitio para otro”. Entre enero y abril de este año, el Dacia Sandero se ha colocado en el octavo puesto de los coches más vendidos con 6.647 unidades matriculadas, como bien recogen las estadísticas de Anfac. Deja atrás, dependiendo del mes, a Volkswagen Polo, Opel Astra, Renault Mégane y Nissan Qashqai, este último otro de los éxitos de la alianza Renault-Nissan. Ante este panorama nos preguntamos: ¿cómo este modelo bautizado ‘de bajo coste’ ha conseguido desbancar a los best seller del sector? Lo descubrimos en 10 puntos.
1.- Respaldo de Renault.
Dacia nace en 1966 en Rumanía pero no es hasta 1999 cuando empieza su eclosión en Europa tras ser adquirida por Renault (proceso que finalizó en 2003 con la adquisición del 99,3% de las acciones). Desde entonces, Renault ha tomado las riendas de la compañía y le ha aportado unos 1.400 millones para reflotarla y convertirla en un modelo a estudiar por otras marcas automovilísticas.
2.- Motores.
El chasis del Sandero es idéntico al del Clio de tercera generación, mientras que los propulsores son calcados a los de los modernos Clio y Mégane. En diésel, el afamado 1.5 dCi se desdobla en 75 caballos y 90 caballos, ambos con 3,8 litros de gasto de combustible oficial a los 100 kilómetros. En gasolina también hay dos ofertas: el 1.2 atmosférico de 75 caballos (5,8 litros/100) y el TCe de 0,9 litros y 90 caballos (5,0 litros).
3.- Espacio.
Con 4,05 metros de largo, 1,73 metros de ancho y 1,52 metros de alto ofrece habitabilidad más que suficiente para cuatro pasajeros y un menor, sin menospreciar un maletero de 320 litros. Estos valores lo sitúan como una de las referencias del segmento.
4.- Imagen.
El Sandero nace en 2008 y, cinco años más tarde (2013) recibe una actualización estética que afecta principalmente al frontal. Subjetivamente hablando, estos retoques lo vuelven más atractivo y pintón.
5.- Economía de uso.
Poco gasto de combustible, componentes de sustitución asequibles (desde ruedas a luces), impuesto de circulación de los más bajos, seguro a todo riesgo desde apenas 400 euros…
6.- Fiabilidad.
Como en buena parte de los automóviles, existen partidas con pequeños desperfectos, nada graves eso sí. Pero en lo que respecta a mecánica, motores, cajas de cambio y otros órganos del coche tienen tras de sí miles de kilómetros y años de fabricación (más de 10 para la práctica totalidad de componentes).
7.- Equipamiento.
Cuatro acabados: Base, Ambiance, Stepway y Laurate, siendo los más interesantes los tres últimos por relación coste/equipo. Las opciones, frente a una parte de sus rivales, son bastante económicas: el navegador con pantalla táctil de siete pulgadas MEDIA NAV cuesta 230 euros.
8.- Localización.
Otros fabricantes de bajo coste, como Tata, no tienen una red de concesionarios y de talleres lo suficientemente extendida que sea atractiva al cliente y no le suponga demasiados problemas a lo hora de acudir a la red oficial a arreglar desperfecto o pasar revisiones. Los Dacia se venden y se reparan en los mismos centros que los Renault.
9.- Amplia gama de modelos.
Además del utilitario Sandero (disponible también con una carrocería campera denominada Stepway), Dacia cuenta en su cartera con el Logan (sedán), Logan Break (station wagon), Lodgy (monovolumen), Duster (todocamino) y Docker (comercial ligero).
10.- Precio.
Sin duda el principal argumento de compra. Debido a los costes de fabricación más bajos que en otros países (Dacia tiene factorías en países como Marruecos, Rusia o Rumanía) y al juego y promoción de sus versiones más básicas (que parten desde los 6.000 euros sin aire acondicionado), el Sandero no tiene adversario que le tosa.