Se trata de un hito dentro de la historia moderna de la automoción y lejos de tener los días contados, sigue estando de vigente actualidad y se le augura un largo futuro, como prueban los últimos avances llevados a cabo a nivel mecánico, con el estudio de turbos eléctricos.
“Nos gusta volver la vista atrás y recordar aquellos tiempos con mucho orgullo. No en vano, el TDI es hoy en día la tecnología de eficiencia con mayor éxito del mundo y Audi fue el primer fabricante de automóviles que la lanzó al mercado. Contribuyó además de manera decisiva al ascenso de nuestra marca hasta el segmento premium”; son las palabras de Ulrich Hackenberg, responsable de desarrollo técnico de Audi AG, para celebrar los cinco quinquenios de existencia de la sigla TDI.
Fue en 1989 cuando, en el Salón de Frankfurt (el de casa), Audi presentaba en sociedad un 100 2.5 TDI equipado con un motor turbodiésel con inyección directa y regulación completamente electrónica. Hasta este año, el fabricante ha vendido más de 7,5 millones de coches con bloques turbodiésel y sólo en 2013 logró a 600.000 unidades en todo el mundo, con cada vez mayor cuota de mercado en países como China o América del Norte.
Repaso a la gama
De los 156 modelos TDI que se incluyen en la actualidad en la gama de Audi, más de 58 presentan unas emisiones de CO2 de entre 85 y 120 gramos y salvo el potente R8, todos tienen al menos una variante, con cilindradas entre los 1.6 litros y los 4.2 litros y potencias que abarcan desde los 90 hasta los 385 caballos, siendo el 2.0 TDI el más vendido de todos ellos en sus diferentes configuraciones.
El futuro pasa por tres vías: la reducción aún más del cubicaje (caso de los nuevos 1.4), la introducción en la gama de híbridos enchufables y la electrificación de los TDI, con el empleo de biturbos accionados de esta forma. En este último campo, los V6 serán los primeros en incorpora esta tecnología que ayudarán a conseguir aún más par a un régimen de revoluciones menor, tal y como se ha visto en el prototipo RS 5 Concept TDI, con unas prestaciones nada que envidiar al RS 5 gasolina de 450 caballos.
Repaso a su evolución
La idea de utilizar motores diésel apareció por primera vez con la crisis del petróleo de la década de los 70. Durante la fase preliminar, el equipo de desarrollo, compuesto por 10 ingenieros de Audi, se decidió por la bomba de inyección de émbolos axiales regulada electrónicamente capaz de generar hasta 900 bares de presión, fabricada por Bosch. Los portainyectores de muelles abrían las agujas de las toberas en dos fases con diferente alzada; permitían así la inyección previa de pequeñas cantidades de combustible, lo que hacía la combustión más suave y la acústica más agradable. 10 años más tarde lanzaban el primer TDI con 120 caballos de potencia. En 1991 se lanzaba una versión de 90 caballos más asequible y en 1997 aparecía el primer V6 turbodiésel. Dos años más tarde ponían en la calle un V8 y en 2001, un pequeñísimo 1.2 que consumía sólo 2,99 litros a los 100 en el A2. 2009 es el año de los Clean Diesel, de menor consumo y bajas emisiones de carburante.