En poco más de dos años, las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes deberán tener zonas de bajas emisiones en las que se restringirá el tráfico a los vehículos más contaminantes. Esto es pasado mañana y, para dar cobertura a la demanda de coches eco que ya se está produciendo (y que se espera el día de mañana), los fabricantes están electrificando el 100% de su gama. Sin ir más lejos, PSA (Peugeot, Citroën, Opel y DS) espera tener lista la suya en 2025, algo que significa la desaparición de las versiones de combustión íntegras.
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Ya a día de hoy, PSA cuenta con una gama híbrida y eléctrica muy potente que no para de crecer. A finales del año que viene, el consorcio francés dispondrá de 10 modelos PHEV y 12 eléctricos en todos los formatos imaginables: utilitarios, compactos, SUVs, berlinas y hasta vehículos comerciales. Sin duda, este es un claro ejemplo de que las compañías automovilísticas están comprometidas con el cambio de paradigma en la movilidad, así como con la reducción de emisiones en todo el mundo. Otro ejemplo es la implantación de nuevos servicios, como los que brinda Free2Move, orientados a ofrecer a los usuarios nuevas alternativas de movilidad eléctrica.
La electromovilidad es el presente
Sin embargo, al compromiso de los fabricantes le tiene que seguir también el compromiso de todas las administraciones y de todos los gobernantes. No puede ser que, por ejemplo, en apenas dos años una enorme parte de los españoles vaya a necesitar un vehículo electrificado y tengamos una de las peores infraestructuras públicas de carga de Europa. Tampoco resulta buena señal a la hora de cumplir con los objetivos anunciados por Bruselas y por Moncloa con respecto a la electromovilidad que llevemos casi cinco meses con un plan anunciado de incentivos a la compra de este tipo de vehículos y, no obstante, sigan sin concederlos.
Precisamente es efectividad y paralelismo en las decisiones lo que demanda el sector del automóvil que, no olvidemos, representa nada menos que el 10% del PIB nacional. De hecho, PSA con sus tres fábricas de Madrid, Vigo y Zaragoza es el que más coches ensambla en España (ahora también modelos 100% eléctricos), algo que hay que cuidar si no queremos que esta producción vaya a parar a otros países que están al acecho. Una buena forma de cuidar la producción, según las propias marcas, es reactivando el mercado.