Volkswagen quiere seguir en el candelero de los fabricantes comprometidos con la causa energética y, de paso, dar un poco más de promoción al recién estrenado Beetle. El E-Bugster es un prototipo derivado del último modelo procedente de Wolfsburgo, pero con la particularidad de que sólo tiene dos plazas, es 8 centímetros más bajo que el convencional y está propulsado por un motor totalmente eléctrico.
180 kilómetros con una sola carga
Entrando en detalles, esta versión “ecológica” del Beetle consigue apurar 180 kilómetros con una carga completa de sus baterías de ion-litio y acelerar en un tiempo más que digno para tratarse de un modelo eléctrico (10,9 segundos). Volkswagen no asegura cual es la diferencia de peso entre el Beetle y el E-Bugster, pero sí ha adelantado que el propulsor eléctrico de éste último (de 115 cv y situado bajo el capó) pesa tan sólo 80 kilos.
Por su parte, el hueco para almacenar las baterías es el mismo que han dejado los asientos traseros al haber sido eliminados. El fabricante asegura que estas baterías pueden recargarse en una red convencional, en una estación de carga rápida y también en las fases de frenada y deceleración. En el proceso más rápido, tan sólo harán falta 35 minutos para realizar una carga del 80%.
El escarabajo americano
El nombre E-Bugster hace referencia al término “bug” (como denominan al escarabajo en Estados Unidos), al concept Ragster presentado en 2005 y también a la familia de modelos eléctricos de Volkswagen, de la que toma la letra E. Este tren de propulsión totalmente eléctrico, con 115 cv, ya ha sido utilizado anteriormente, en concreto en la versión eléctrica del Golf. Para el modelo presentado en Detroit, los de Wolfsburgo han recurrido a unas llantas de 20 pulgadas con neumáticos 235 / 35 R20.