A pesar de su condición japonesa, en Suzuki nunca han demostrado demasiado interés por las hibridaciones ni tampoco por el posible desarrollo de modelos eléctricos. Este fabricante, al igual que otros como Mazda, sigue apostando firmemente por otras alternativas como el uso de pequeñas cilindradas, la mejora de la aerodinámica o aligerar carrocerías lo máximo posible.
El último trabajo de Suzuki es un buen ejemplo de esta filosofía. Se llama G70, fue presentado en el Salón de Tokio como REGINA y es un utilitario urbano de 3,55 metros con un peso que apenas supera los 700 kilos, es decir, supone un ahorro de unos 100 kilos con respecto a un Suzuki Alto. Además, se ha combinado la ligereza de su bastidor con un gran trabajo aerodinámico, en el que hay que destacar las ópticas traseras capaces de conducir el flujo de aire o las molduras del pilar C, que giran y pueden conducir también el aire en resistencia. Así, el coeficiente de resistencia según Suzuki es un 10% inferior al de cualquier otro utilitario urbano de la marca.
Este prototipo está dotado de un motor turbo de gasolina con una cilindrada de 0,8 litros y un cambio automático de tipo CVT. Suzuki no especifica la potencia, pero asegura que con este propulsor, dotado de Start/Stop y frenada regenerativa, las emisiones serían inferiores a 70 gramos de CO2 por kilómetro.
Entre las curiosidades de este prototipo destaca una nueva interfaz que permite conocer a otros vehículos amigos circulando cerca de nosotros. Las diferentes ubicaciones de nuestros conocidos se muestran en un mapa tradicional de GPS y permiten compartir información relacionada con la ruta que estamos siguiendo. La misma interfaz “flotante” sirve para mostrar la información de a bordo, la navegación o todas las preferencias de audio y entretenimiento.