Al final de este ejercicio conmemorativo, los de Sttutgart se obsequian a sí mismos con un concept car futurista que nos ofrece una perspectiva de lo que será la Clase S del mañana. Junto con los nuevos automóviles de serie pertenecientes a la Clase M y a la Clase B y el nuevo SLS Roadster, en el Salón del Automóvil de Fráncfort encontramos también el F125!, un estudio que sin duda alguna ocupa un lugar preferente en el stand de la casa bávara. El nuevo automóvil de desarrollo presentado por el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, en un evento que pone punto y final a todo un año de celebraciones muestra cuál podría ser el aspecto de un Clase S en el año 2025. Para ser más exactos, cuál sería su aspecto debajo de la carrocería.
Control por gestos
El hecho de que, en el futuro, la Clase S adopte realmente la estética futurista de este cuatro plazas de casi 5 metros de longitud con sus enormes puertas de ala de gaviota, su parrilla alargada y sus grandes superficies acristaladas parece más bien improbable. Sin embargo, todo lo que se encuentra debajo de la carrocería resulta bastante prometedor.
Y con esto no nos referimos en primera instancia a su interior, con sus instrumentos en 3D de programación individual y su control a través de gestos. Con un movimiento certero de la mano desde la parte trasera del vehículo se podrá seleccionar una película o regular el volumen del sonido.
Subsiguiente generación
Algo realmente revolucionario es, sin embargo, la tecnología de propulsión del F125! Si bien la célula de combustible todavía se encuentra en su fase de desarrollo inicial, Daimler ya trabaja en su optimización y en Fráncfort nos presenta un híbrido enchufable equipado con células de combustible y una potente batería de litio-azufre. Se trata, por así decirlo, de la subsiguiente generación de baterías (después de la batería de aire-litio).
Para el almacenamiento del hidrógeno necesario para el funcionamiento de la célula de combustible Daimler ha tenido una idea genial. En lugar de un depósito convencional, el F125! de aproximadamente 1,7 toneladas de peso dispone de una unidad de almacenamiento integrada en la estructura que forma parte de la carrocería. El hidrógeno se almacena, por lo tanto, en multitud de pequeños depósitos que aprovechan los huecos de la carrocería.
Espacios vacíos en lugar de un depósito
En la Clase S del futuro, estos «Metal Organic Framewoks» que almacenan el hidrógeno están integrados en el suelo y pueden albergar hasta 7,5 kilos de combustible. En combinación con la corriente procedente de las pilas, el F125! es capaz de mantener autonomías de hasta 1.000 kilómetros, lo que correspondería a un consumo de unos 0,79 kilos de hidrógeno a los 100 km o, al cambio, aproximadamente a 2,7 litros de combustible diésel.
El F125! cuenta además con cuatro motores eléctricos montados cerca de las ruedas que arrojan una potencia total de 313 CV. Estos deberían ser suficientes para lograr un tiempo de aceleración acorde con la clase superior a la que pertenece, es decir, 4,9 segundos, así como una velocidad máxima de 220 km/h. Por primera vez en un automóvil eléctrico encontramos también una suspensión neumática en las cuatro ruedas, cuyo objetivo es garantizar el confort habitual de un Clase S.
Futuro incierto
Todavía no se sabe qué parte de la tecnología mostrada en el F125! terminará estando disponible realmente en el modelo de serie. Además, todavía está por ver que las células de combustible terminen siendo la panacea que permita la tan deseada libertada automovilística. Sin embargo, tal y como se presenta el F125! parece que Mercedes ha tomado el camino correcto en su búsqueda de un futuro libre de CO2. (mg)