Porsche lo hizo con éxito hace años con el Cayenne, Bentley ya ha enseñado el primer boceto de su cuestionable EXP 9F y Maserati – quizá la más sorprendente de todas - también tiene en su timeline la producción de su prototipo Kubang. En estos nuevos tiempos, el Urus supone el primer Lambo de familia porque, por increíble que parezca, cuenta con cuatro plazas y un amplio maletero. Que una marca como Lamborghini saque a la luz un vehículo SUV era solo una cuestión de tiempo, un secreto a voces que se ha ido fraguando lentamente en la fábrica de sueños con sede en Sant´Agata Bolognese. Sin embargo, y aunque a muchos pueda parecerles lo contrario, este fabricante no es nuevo creando todoterrenos. Ya en la década de los 80, el LM002 (conocido como Rambo-Lambo) supuso una revolución absoluta por su desmesurada potencia (450 cv) y por una hercúlea apariencia que sería heredada por otras marcas como Hummer pocos años después. La diferencia entre el Lambo de entonces y el de ahora es que de aquel modelo se produjeron sólo 300 unidades mientras el actual contará unas 3.000 unidades todos los años.
Cuatro plazas y 600 cv
El Urus es un vehículo todoterreno con aspecto coupé, ofrece capacidad para cuatro ocupantes y tiene unas proporciones muy raras dentro de este segmento. Por ejemplo, es muy bajo para tratarse de un todoterreno (1,66 metros) y es extremadamente ancho como muchos superdeportivos (1,99 metros). Además, su longitud es de casi cinco metros (4,99), por lo que lo más lógico es compararlo con otros SUV de gran tamaño, como por ejemplo el BMW X6, con el que guarda cierto parecido.
Según los creadores, el Urus es a pesar de todo un auténtico Lamborghini, y por ello se ha dado prioridad absoluta a las prestaciones. Para él se ha pensado en un motor con cerca de 600 cv, tracción a las cuatro ruedas y un peso extremadamente ligero conseguido gracias a los últimos avances conseguidos por la marca en el uso de la fibra de carbono. La aerodinámica también juega un papel clave, y para ello se ha incluido la amortiguación variable en altura, un alerón con inclinación variable según la velocidad y un pequeño difusor encima de la luna trasera que reparte el flujo de aire de forma homogénea por toda la zaga.
Ultraligero
El diseño del Urus recuerda mucho a los últimos modelos salidos de Sant´Agata Bolognese, pero muy especialmente al Lamborghini Aventador. Sus trazos cuentan con ángulos muy marcados como es habitual en la marca, con enormes entradas de aire en el frontal, nervios profundos a lo largo de toda la carrocería, una pronunciada caída del techo así como los descomunales pasos de rueda o las llantas de 24 pulgadas, que advierten del potencial que esconde este nuevo SUV bajo su capó.
Para el interior, Lamborghini también ha recurrido a la fibra de carbono reforzada para aligerar el peso del conjunto. Se puede encontrar en los asientos individuales tipo bucket (que ofrecen por cierto la posición más baja del mercado en un coche de este tipo) o también en la consola central, donde está instalada la consola central con pantalla táctil para el manejo de la navegación, los elementos de entretenimiento o la climatización. Los dos asientos posteriores también cuentan con una pantalla táctil y acceso a la información del vehículo, mientras que el conductor dispone de una pantalla TFT exclusiva detrás del volante con levas.
3.000 unidades al año
Aunque todavía no hay una fecha de producción definitiva, Lamborghini se ha fijado el objetivo de producción del Urus en alrededor de tres mil unidades por año. Según el propio fabricante, los mercados a los que irá dirigido este modelo serán los Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Rusia, Oriente Medio y China. Este último país ha sido precisamente el escenario donde ha tenido lugar su presentación oficial (Salón Internacional de Pekín).