Estamos ante un híbrido enchufable cuya misión será la de acompañar al i3 (totalmente eléctrico) como versión más familiar y versátil. Este proyecto de BMW combina unas dimensiones exteriores compactas con un interior muy flexible que ha sido adornado con un estilo bastante dinámico. Al ser un prototipo, es lógico que el interior se haya cuidado al detalle y que parezca tremendamente luminoso y limpio, lo que no cuadraría del todo con la idea de un coche destinado al ocio, al campo y a los deportes al aire libre. No obstante, BMW ya lo tiene todo pensado y asegura que los materiales utilizados en este concept son muy resistentes a la suciedad y al desgaste.
Gasolina y electricidad
Sin embargo, mucho más importante que la luminosidad de su habitáculo es la tecnología que mueve a este monovolumen y que, además, tiene por objeto dar una idea de las futuras tecnologías hechas por BMW. Se trata de un motor de gasolina de tres cilindros y 1.5 litros twinturbo que impulsa las ruedas delanteras y que se combina con un módulo electrónico (el mismo que el del i8) que permite, gracias a unas potentes baterías de iones de litio, una conducción puramente eléctrica durante algunos kilómetros.
Dinámica típica de BMW
El Active Tourer Outdoor es dos centímetros más alto que el Active Tourer Concept presentado hace algunos meses. Su longitud es de 4,35 metros y tiene una distancia entre ejes de 2,65 metros, lo cual hace posible que el espacio interior sea muy aprovechable, sobre todo porque BMW, por primera vez, cuenta con tracción delantera, lo que supone un ahorro de espacio de cara al árbol de la transmisión. Las baterías, por su parte, van alojadas bajo el piso del maletero, devolviendo algo del equilibrio en el reparto de pesos y consiguiendo la dinámica típica de la marca.
Grande por dentro
Como decimos, la disposición de los elementos mecánicos hace que el interior se beneficie de una gran amplitud. Entre los asientos delanteros, BMW ha instalado una consola central flotante diseñada para maximizar el espacio destinado a las piernas en la parte delantera. Los asientos, eso sí, están colocados en una posición más elevada de lo que estamos acostumbrados en BMW y por este motivo puede que resulten algo raros en un principio. Por su parte, los asientos traseros se pueden plegar totalmente y dan lugar a una superficie de carga totalmente plana.
En el puesto de conducción, la pantalla central es de 8 pulgadas y muestra todos los detalles de la propulsión híbrida, así como la información ConnectedDrive, de sonido y también de los mapas del sistema de navegación. En este punto, es importante señalar que el ordenador de a bordo puede lograr una mejor gestión de la energía para las baterías planificando rutas eficientes o advirtiendo sobre los modos de conducción más recomendables de cara al ahorro de combustible.
Rendimiento
Con el Outdoor podemos esperar una autonomía en modo eléctrico de entre 20 y 30 km, no más. Junto con el trabajo del motor de gasolina, la potencia total es de 190 cv, suficiente para conseguir con facilidad la velocidad máxima de 200 km/h y una aceleración hasta los cien en ocho segundos aproximadamente. Las primeras cifras de consumo hablan de 2,5 litros cada 100 km (ciclo combinado), lo que equivale a unas emisiones de 60 gramos de CO2 por kilómetro.
Conclusión
El BMW Active Tourer Outdoor combina los elementos EfficientDynamics conocidos en los modelos de producción actuales con las tecnologías híbridas que vendrán en futuros modelos como el i8. Esto, poco a poco, conseguirá convencer poco a poco a la clientela que no renunciará fácilmente a los patrones típicos de la marca bávara (como el reparto equitativo de pesos o la tracción trasera). Además, sirve para confirmar la gran apuesta que la marca hará por los monovolúmenes compactos de aquí en adelante.
