Se trata de un utilitario eléctrico de dos plazas elaborado con materiales muy ligeros y con algunos elementos muy novedosos, sobre todo en lo referente a las puertas, a las ruedas y al acceso al habitáculo. Se ha desarrollado con carrocería Sportback (con aspecto coupé) y Spyder (sin techo) y, según sus creadores, está a medio camino entre un coche de carreras y un urbano práctico y divertido… A simple vista, y aunque parezca futurista, la referencia que hace Audi a los coches de carreras parece corresponderse más con los clásicos “Silver Arrows” de los años 30 que con cualquier superdeportivo actual. Las ruedas independientes de la carrocería, el piloto en una posición central como único responsable del manejo del vehículo y una carrocería extremadamente corta son señas de identidad de la competición en esta década del siglo pasado.
Además de este bonito tributo al pasado, Audi quiere demostrar su política de construcción ultraligera y pretende reducir cualquier peso innecesario dentro de sus futuros vehículos. En el caso del Urban Concept, la cabina de conducción que sirve de base para anclar los asientos está elaborada íntegramente a base de polímeros reforzados con fibra de carbono (CRFP), un material con el que ya ha realizado otros coches de concepto y que va añadiéndose poco a poco a los modelos de producción en serie.
1+1
Quizá lo más característico de este concept es la disposición de sus dos asientos, ya que no están ubicados a la misma distancia con respecto al volante. Se trata de una disposición tipo 1+1 en la que el acompañante va ubicado en una posición algo más retrasada que el piloto, no sabemos con qué fin, si será por cuestión de reparto de pesos o simplemente porque sí. El conductor, por su parte, puede regular libremente tanto el volante como los pedales para lograr una postura de conducción óptima.
Para acceder al habitáculo del Urban Concept es necesario empujar las dos puertas hacia atrás. El techo, en este caso, se mueve con ellas hacia la parte trasera dejando el habitáculo al descubierto y evitando a los ocupantes todo tipo de contorsiones y golpes en la cabeza. En el caso del Spyder, donde no hay techo, el acceso es igualmente fácil, con la salvedad de que las puertas se abren de abajo hacia arriba. Sólo queda una superficie acristalada en la parte delantera para hacer las veces de parabrisas.
2 motores eléctricos
Otra peculiaridad importante es que las cuatro ruedas van separadas algunos centímetros de la carrocería. Todas ellas, con llantas de 21”, cuentan con un carenado específico que las cubre y que ha sido diseñado con un único fin aerodinámico. En lugar de la carrocería, los LEDs luminosos que hacen las veces de intermitentes están situados en cada una de las protecciones de las ruedas.
Por último, el sistema de propulsión que utiliza este prototipo es totalmente eléctrico y consta de dos unidades alimentadas por baterías de ion-litio que, según Audi, permiten realizar largos recorridos urbanos (en torno a los 50 kilómetros de autonomía). Por el momento no se sabe si estos motores moverán las ruedas traseras o las delanteras.