Para comprobarlo, hemos echado un vistazo a este nuevo modelo compacto. Si hay un eslogan publicitario eficaz, ése es el de VW en Alemania: «El coche». No se puede promocionar un producto de forma tan escueta y a la vez tan acertada. Sin embargo, esta idea es «robada», puesto que Opel ya utilizó este eslogan hace décadas para el Kadett B (1965-1973) y con razón, ya que lo había en doce versiones diferentes y participó, además, en 238 carreras con bastante éxito. Se vendieron 2,6 millones del «coche». Mientras el Kadett B reinaba en Alemania, en VW se afanaban en inventar el Golf.
Generaciones
Tras cinco generaciones del Kadett (1962-1991), éste se convirtió en el Astra que, con cuatro millones de vehículos, pasó a ser el modelo de Opel más fabricado. Algo así empuja a seguir.
El éxito del Insignia también supone un impulso, especialmente en estos momentos de duras negociaciones con el gobierno estadounidense, GM y el gobierno alemán. El posicionamiento del nuevo Astra, en su cuarta generación, se produce con la misma actitud decidida y el firme propósito de definir un nuevo nivel en la clase de compactos.
Por lo pronto, el próximo Astra vendrá dotado de elementos de equipamiento habituales en clases superiores, entre ellos la luz de curvas adaptativa, los asientos de diseño ergonómico, el chasis adaptativo y el reconocimiento automático de señales de tráfico. Sin embargo, junto a dichos detallitos, será el diseño del nuevo Astra, sobre todo, el que atraiga a los compradores que busquen una alternativa al clásico de Wolfsburg.
Emociones
Los datos de los que se dispone hasta ahora aluden a mayores dimensiones: sus 17 centímetros más de longitud exterior y los siete centímetros más entre los ejes anuncian una imagen imponente, subrayada aún más por las generosas llantas de 19 pulgadas con neumáticos de 235.
La perspectiva trasera (la perspectiva más característica de un vehículo, según el diseñador Uwe Müller) no se quedará atrás. Los contornos esbeltos y precisos ya eran rasgos característicos del diseño del Insignia y las líneas y los ángulos del Astra siguen este mismo patrón. Las juntas y los huecos están milimétricamente ajustados, el contorno aerodinámico de las luces traseras encaja a la perfección en el conjunto. El diseño de las luces con el marcado grupo de las luces de marcha diurna y la hendidura lateral de la carrocería se utilizaron por primera vez en el Insignia.
Perspectivas
La parte delantera resulta más atractiva que la de su recatado antecesor, la parrilla del radiador plana coronada por una barra de cromo y el aire audaz de los faros la ensanchan ópticamente. Lateralmente, llama la atención el moderno contorno ascendente de las ventanillas traseras que, si bien reduce la visibilidad, tiene su origen nada menos que en el Kadett de los años 60. La parrilla del radiador no reproduce el omnipresente diseño de panal, sino uno propio formado por rectángulos. Éste es el tipo de detalles en los que los diseñadores de Opel han puesto un énfasis especial y de los que se sienten tan orgullosos.
Cualidades
Semejante gusto por los detalles se aprecia también en el interior que, a diferencia del exterior, destaca menos por el diseño que por el confort que ofrece. La configuración y la estética proceden una vez más del Insignia, algo que no supondrá inconveniente alguno en la clase de compactos. El volante, los instrumentos, la palanca y las manetas de las puertas pertenecen al segmento de los utilitarios, los interruptores y las teclas también sorprenderán gratamente en el modelo en serie. El interior del Astra también incorpora novedades en cuanto a la iluminación, que además de variar según el estado del vehículo, también está presente en el túnel central y bajo los tiradores de las puertas.
El Astra estará disponible en cuatro líneas de equipamiento. A la variante básica Essential le sigue la versión Enjoy con el interior en azul, rojo y negro. Aquellos conductores con pretensiones más elevadas en cuanto a dinámica de conducción y confort las verán colmadas en las variantes Sport (con asientos de piel o textiles) y Cosmo (asientos de piel), con revestimientos en «negro piano». Además, como es habitual en Opel, todos los elementos indispensables cotidianos (botella de agua, móvil o guantes) tienen su sitio en el interior del Astra.
Conclusión
Las expectativas puestas en el modelo más actual e importante de Opel son muy elevadas, tanto por parte de los compradores como del mismo fabricante. En las circunstancias actuales del mercado y, en especial, de esta marca, no es momento para permitirse errores. Si la calidad del acabado del nuevo Astra cumple las expectativas que promete su diseño en el mismo grado que el Insignia, el Astra tiene muy buenas cartas.
Como ya nos hicieron saber en su presentación (cuando aún estaba en la fase de diseño), este nivel se mantendrá en el GTC de tres puertas y en la versión familiar, para las que también se presentarán nuevas y elegantes variantes. Pero no adelantemos acontecimientos, primero se presentará ante el público del Salón del Automóvil de Fráncfort en septiembre de 2009 la versión de cinco puertas ya como modelo acabado y a nosotros nos llegará el turno de probarlo.
Traducción: María Dolores Lozano