Y al día siguiente el enorme stand de la marca alemana albergaba nada más y nada menos que trece variantes diferentes de esta joya que luchaban por llamar la atención del público especializado. Con el Adam la casa de Rüsselsheim ha decidido poner rumbo a nuevos objetivos. Este tres puertas de 3,70 metros de longitud no es de ningún modo un modelo de acceso que ha de resultar lo más asequible posible ni presentar un diseño lo más sencillo posible, sino todo lo contrario. La idea de Opel es despertar el gusanillo de la conducción, para lo que no solo ha concebido una estética exterior elegante, sino también un interior con unos acabado sorprendentemente buenos.
El diseño exterior se caracteriza por un lenguaje creativo prácticamente nuevo, si bien aún conserva algunos elementos –como las marcadas aristas de los laterales– que nos recuerdan a otros modelos de la casa. Sin embargo, el resto del diseño muestra una gran dosis de individualismo. Con sus armónicas proporciones básicas y su gran carisma el nuevo Adam nos trae a la mente al Fiat 500, pero no se presenta como una mera imitación del modelo italiano de culto.
Un verdadero alemán
En conjunto, el nuevo modelo desarrollado en tan solo tres años en la central de Rüsselsheim y cuya producción tendrá lugar en Eisenach muestra un aspecto bastante fornido, aunque gracias a su frontal amable no deja de ser atractivo y ligeramente deportivo. Si bien parece que en un principio existieron bocetos que mostraban un frontal mucho más agresivo, los resultados de la investigación de mercado hicieron que Opel comprendiera que un semblante más amable encontraría una mayor aceptación, algo que todavía está por ver.
Sin embargo, la verdadera intención de Opel es atraer a clientes con una gran propensión al individualismo. Su apariencia individualista se debe, entre otras cosas, a algunos detalles de diseño especiales como las ópticas delanteras y traseras que relucen con una impresionante tecnología LED. Además, el diseño del montante C crea una cierta ilusión óptica que nos incita a pensar que el techo flota sobre el conjunto. Pero lo que ofrece verdaderas opciones de variación es la enorme variedad de colores disponibles para el Adam. En este apartado podemos encontrar algunos de los colores más ácidos y atractivos del mercado. Además, también se puede apostar por una pintura bicolor, ya que para el techo se pueden encargar colores alternativos. De esta forma, el Adam supo llamar la atención entre el tráfico gris y negro que inunda las calles de París.
Completamente al gusto del consumidor
Además de los colores, Opel apuesta por una gran variedad en el diseño de las llantas. La variante «Twister» se puede personalizar de forma adicional con clips de plástico de diferentes colores. Por 28 euros estos clips se pueden encargar, por ejemplo, en rojo, amarillo o blanco, siempre a petición del cliente. Y estos juegos cromáticos también se pueden trasladar al interior con diferentes inserciones de plástico. En las puertas, en el salpicadero y en la consola central encontramos asimismo perfiles intercambiables que a la hora de adquirir el Adam se pueden encargar, por ejemplo, en un atrevido color lila. Si un año después cambiamos de opinión o nos cansamos del color elegido, lo único que tendremos que hacer será solicitar unas discretas inserciones en otro color.
Por lo demás, la parte delantera ofrece abundante espacio para sus ocupantes y permite disfrutar de un interior de excelente calidad. En el apartado de la calidad de materiales el Adam es capaz de superar con creces a competidores como el VW Up o el Fiat 500. Ya solo el intenso y rotundo sonido que emiten las puertas al cerrarse parece anunciar un excelente nivel de calidad.
Sorprendentemente elegante
Con materiales suaves, inserciones cromadas, superficies de alto brillo y tapicerías en semipiel el Opel Adam ofrece un ambiente realmente acogedor. El tacto y la ergonomía tampoco decepcionan. Y el Adam todavía esconde alguna que otra particularidad más capaz de elevar su interior a la categoría de superestrella. Uno de los extras más espectaculares es, por ejemplo, el techo con un cielo estrellado. Más de 70 LED ubicados en el techo son los responsables de configurar su atractivo diseño.
De forma opcional también está disponible un navegador multimedia con una enorme pantalla táctil que se caracteriza sobre todo por su inteligente conexión e integración de smartphones (iPhone y Android). En este sentido, las posibilidades multimedia son casi ilimitadas.
Una trasera estrecha
En cambio, la oferta de espacio en la parte trasera es algo limitada. Si bien la libertad de movimiento a la altura de las rodillas está bien, la zona alta resulta bastante estrecha para cualquier adulto. En trayectos cortos aún resulta aceptable, pero los ocupantes de más de 1,70 metros de altura pronto se cansarán de tanta limitación. Incluso su maletero se queda algo corto en capacidad, aunque gracias a un banco trasero plegable de serie, este compartimento de 170 litros se pueden ampliar hasta los 663 litros.
Además, a la altura del plano de carga descubrimos también la palanca del soporte «Flex Fix» para bicicletas. Éste se despliega por debajo del faldón trasero y ofrece la posibilidad de transportar dos bicis. Una solución limpia y segura.
