El único pero es que sigue sin encontrar compradores y en su segmento continúa siendo un modelo marginal.
Aunque no debería ser así, ya que nueve años después de su presentación el VW Phaeton continúa plantándole cara a la Clase S y compañía. Al menos si excluimos el factor imagen de la ecuación, puesto que éste es realmente el responsable de la escasa cifra de ventas alcanzada en nuestro país. Si alguien se gasta en torno a los 100.000 euros en un automóvil con un cierto equipamiento lo que menos necesita es tener que justificarse permanentemente acerca de por qué no conduce un Mercedes o un Audi. Ni siquiera un Jaguar XJ o un Lexus LS necesitan una defensa tan vehemente como la de un Phaeton.
Una buena opción
Superadas estas cosas se puede decir que el modelo de Wolfsburgo es una buena manera de acceder de forma económica a la clase superior. Por un lado, en comparación directa con los demás es la opción más barata y, por otro, las ofertas de leasing que existen presentan cuotas claramente inferiores a las que se suelen pagar por un BMW Serie 5 o por un Mercedes Clase E.
Esto se mantendrá así durante los próximos años, ya que el Phaeton tendrá que prestar sus servicios como mínimo hasta 2013, momento en el que se jubilará tras 11 años de producción. Al menos su sucesor, cuya existencia fue puesta durante largo tiempo en duda, ya es un hecho y quizá la segunda generación consiga consolidarse en el segmento de los más grandes.
Reciente remodelación
Sin embargo, para los años que le quedan de vida VW ha decidido someter al Phaeton a una completa remodelación. Gracias a su nuevo frontal con parrilla cromada y profusión de luces LED, el Phaeton presenta un aspecto aún más imponente, mientras la zaga muestra también nuevos grupos ópticos. Los faros traseros han dejado de ser redondos y ahora se orientan más a la forma rectangular de la actual imagen de marca.
En cambio, la tecnología en sí ha cambiado muy poco, ya que VW sigue equipando esta berlina con dos motores de gasolina y un diésel. Nosotros nos decidimos por el propulsor diésel que no sólo es el más eficiente, sino que además es la forma más económica de conducir un Phaeton. Este Volkswagen en versión cinco plazas y batalla corta está disponible a partir de 80.100 euros.
Tracción integral de serie
El motor diésel de tres litros y seis cilindros es refinado y silencioso; desarrolla 240 CV y lanza 500 Nm al cigüeñal a un régimen de giro de 1.500 vueltas. Suficiente para impulsar este peso pesado y alcanzar la marca de los 100 km/h en 8,9 segundos. De serie, la fuerza del Phaeton está distribuida entre las cuatro ruedas. Gracias a ello, el modelo de Wolfsburgo no tiene problemas de tracción, aunque contra un peso en vacío de 2,3 toneladas que al trazar las curvas a gran velocidad tiende a empujar hacia fuera y a desplazarse sobre el eje delantero tampoco puede hacer mucho la tracción a la cuatro ruedas.
Pese a que la potencia sigue siendo la misma, tras la revisión el motor consume medio litro menos de combustible. Según la normativa europea, su consumo actual es de 8,5 litros de gasóleo a los 100 kilómetros. En la práctica, nuestros registros arrojaron dos litros más de media, aunque en trayectos largos por autopista el consumo descendía a tan sólo 8 litros.
Cambio automático antiguo
Una caja más moderna que el anticuado cambio automático de seis velocidades mejoraría aún más el consumo, sin embargo para el Phaeton no está previsto un cambio, por ejemplo, a la caja de cambios de ocho velocidades empleada dentro del propio grupo por Audi y Porsche. Dejando a un lado el consumo, el cambio automático hace bien su trabajo y cambia las marchas con suavidad, aunque no de forma especialmente rápida. Sin embargo, se trata de un buen complemento al carácter cómodo y tranquilo de este coloso. Además, también se puede prescindir sin problemas de las levas.
Y hablando de confort debemos destacar que los Phaeton disponen de serie de una suspensión neumática que promete una absorción suave de cualquier irregularidad. Sin embargo, en combinación con unas ruedas de 19" el Volkswagen no resulta ser todo lo cómodo que debería, ni siquiera en el modo Confort. Todos los demás niveles del chasis adaptativo también se pueden obviar con total tranquilidad, ya que el coche se vuelve demasiado rígido, pero no realmente deportivo. Sin embargo, creemos que esto no es algo que deba saber hacer una berlina de 2,3 toneladas de peso.
Materiales exquisitos
Esto es lo que debió pensar el encargado de diseñar el interior y dotó al Phaeton con unos asientos de grandes dimensiones pero que desconocen por completo el concepto de la sujeción lateral. En general, la posición de montaje de los asientos podría ser un poco más baja, puesto que a menudo uno tiene la sensación de estar sentado sobre un trono. Tal y como ya hemos dicho, la selección de materiales y su acabado de gran calidad, que tiene lugar en la fábrica de cristal de VW en Dresde, no admiten crítica alguna, tan sólo el plástico situado en torno al formidable sistema de navegación nuevo y los botones multifunción del volante parecen no encajar del todo en la imagen de conjunto.
Junto con el navegador (un viejo conocido del Touareg) que dispone de un disco duro de 30 GB, el Phaeton también cuenta con una cámara para el reconocimiento de las señales de tráfico. Además, la cámara delantera también detecta a los vehículos que circulan en sentido contrario y no sólo conecta y desconecta de forma automática la luz larga, sino que dirige el cono de luz en torno al tráfico en contra. Se trata de detalles buenos pero que ya todos conocemos y que la competencia también incluye en su lista de precios.
Conclusión
Muy a nuestro pesar y de forma injusta el Phaeton no hace otra cosa que sobrevivir en la clase superior, si bien no tiene nada que envidiar a los pesos pesados más consolidados de este segmento, sobre todo en lo que respecta a los acabados y a los materiales empleados, donde muchos otros bien podrían aprender del trabajo realizado por la casa alemana. Asimismo, el propulsor de tres litros también es una buena opción, ya que es refinado, cuenta con la potencia suficiente y es relativamente eficiente. El único inconveniente es su cambio que está algo anticuado.