Con un aspecto mejorado, un maletero particularmente grande y variable así como la calidad conseguida en la séptima generación de este modelo ‘made in Germany’, el Golf Variant pretende salir de la extensa sombra generada por su hermano compacto. Quienes desconfiaban de los modelos de VW producidos en México tenían algún que otro motivo para regocijarse. Sin embargo, en su nueva edición, el Golf Variant ya no se montará en América, sino en la planta que Volkswagen posee en Zwickau, Alemania. Y es que hasta ahora, algunos modelos de VW producidos al otro lado del charco habían sido cuestionados por problemas de calidad puntuales. Algo que ya no afectará más a este nuevo Variant.
A ojos del cliente, el progreso visual del Golf Variant es todavía más evidente que en el modelo ‘hatchback’. Aunque el familiar ha crecido hasta los 4,56 metros y lleva claramente las características de la nueva generación del Golf, no actúa simplemente como una variante de servicio con un compartimiento de equipaje adherido. Más bien, la integración del habitáculo y el maletero ha dado lugar a un conjunto muy proporcionado y estético en el que no hay lugar para demasiadas críticas.
Parte del éxito de este diseño reside en la vista lateral del vehículo, donde gracias a varias técnicas se ha conseguido dar una línea muy marcada a través de toda la carrocería, justo hasta el pilar D, donde se llega hasta unos grupos ópticos con el mismo formato que en la versión compacta. Sólo en un segundo vistazo puede uno darse cuenta del enorme voladizo del eje trasero, principal responsable de que el Golf se haya convertido en un gran vehículo de carga.
Más espacio que su predecesor
El Golf Variant nunca ha tenido un look tan elegante y nunca había ofrecido tanto espacio de almacenamiento. Quien quiera deleitarse con un maletero amplio y una buena variabilidad encontrará en este Volkswagen un buen aliado. Eso sí, el acceso al espacio de carga tiene que ser manual, ya que la apertura automática eléctrica no figura entre la lista de opcionales.
Volkswagen ofrece una capacidad inicial de 605 litros en un espacio ancho y sin irregularidades. Si se necesita más, el respaldo del asiento trasero puede abatirse directamente desde el portón trasero utilizando unas palancas instaladas en los laterales del maletero. En ese momento el Variant ofrece un enorme maletero de 1.620 litros. Si en alguna ocasión necesitamos transportar objetos muy largos existe la posibilidad de abatir el asiento del copiloto totalmente y dar cabida así a objetos de hasta 2,67 metros de largo.
Variable y práctico
Entre tanto espacio también hay lugar para el detalle. Volkswagen también se ha acordado de huecos para los objetos pequeños en el maletero y para las herramientas sobre la rueda de repuesto de emergencia en el doble fondo del maletero. Un buen detalle es que el triángulo de emergencia siempre está accesible en el revestimiento interno del portón trasero. Alternativamente se puede quitar el falso suelo y dejar al descubierto el piso de abajo, creando un maletero muy profundo y ganando así un umbral de carga más grande de la cuenta. Por último, se puede extraer del suelo y de las paredes laterales el revestimiento final para conseguir una capacidad todavía más allá. La desventaja al disponer de este espacio de almacenamiento máximo es que volver a poner estos paneles resulta algo difícil y, además, deben dejarse almacenados en el garaje.
Pero esto no acaba aquí. Hay más soluciones inteligentes como, por ejemplo, el cubrequipaje con raíles situados a una distancia suficiente para que el usuario no tenga que estirarse muy lejos y quiera quitar o poner la tapa. Además de esta cubierta hay separadores adicionales e incluso soportes especiales para afianzar la carga en el suelo del maletero. Por último, el cliente dispone de todo tipo de ganchos y argollas para colgar bolsas.
El nuevo mundo del Golf
El habitáculo del Variant sigue el patrón conservador que ha caracterizado al Golf en todas sus generaciones, y todas las notas de modernidad corren a cargo del equipamiento. Navegador, control de crucero, freno de estacionamiento eléctrico, mandos en el volante… todo rematado con unos acabados impecables y muy agradables al tacto que tienen muy pocos rivales en la industria.
De la misma calidad del equipamiento son los motores que impulsan al Golf Variant. En general, la experiencia de los pasajeros resulta ser muy positiva con toda la oferta de motorizaciones. Al menos las versiones que pudimos conducir, un 2.0 TDI de 150 caballos y el gasolina 1.4 TSI de 122 ya proporcionan fuertes respuestas bajo el pedal de aceleración y un rendimiento muy óptimo en cuanto a consumos. Como guinda, hay diferencial electrónico XDS disponible que puede repartir par entre las ruedas delanteras para corregir cualquier subviraje si nuestra ansia de velocidad nos ha hecho cometer algún error. También recomendamos el chasis adaptativo DCC, que permite al conductor elegir entre una configuración de suspensión deportiva o más blanda y cómoda.
A priori todas las soluciones de Volkswagen merecen la pena, pero no hay que olvidar que la factura puede verse rápidamente encarecida. No es raro que en una elección de motor y equipamiento alta nuestra unidad del Golf Variant llegue hasta los 30.000 euros. En el mejor de los casos, en Alemania se puede conseguir el Variant por alrededor de 19.000 euros con un motor básico 1.2 TSI de 85 caballos. Para conocer los precios en España todavía tendremos que esperar algunas semanas más.
Resumen
El paso de la sexta a la séptima generación del Golf ha dejado numerosos y evidentes beneficios para el cliente. El Golf Variant es un claro ejemplo en este nuevo modelo, con el que VW ha conseguido una experiencia de coche equilibrado y de buena calidad para las nuevas familias. Su talento reside directamente en el espacio de almacenamiento adicional, que ha aumentado claramente en comparación con su predecesor términos absolutos. También ha mejorado mucho en otras cosas, como por ejemplo en la posibilidad de abatir el respaldo trasero directamente desde el maletero o en la posibilidad de equipar el reconocimiento de señales de tráfico en la lista de opcionales. Debido a todas estas posibilidades, el cliente debe partir en su presupuesto de una cantidad que difícilmente bajará de los 20.000 euros.