Sol, playa y una conducción relajada –quizá la mejor forma de disfrutar de esta nueva reedición. Sin embargo, lo que parece una forma de pasar el tiempo reservada a gente adinerada resulta ser un placer al alcance de todos, ya que el nuevo escarabajo descapotable apuesta por los precios bajos en el segmento de los cabrios. Sus principales características: la utilidad cotidiana, el confort y la diversión al volante. Y así llegamos al tema que realmente nos importa. A partir de marzo de 2013 podremos hacernos por unos 22.000 euros (precio aún por confirmar en España) con un Beetle Cabrio. Sin contar con el Mini One Cabrio y la variante de techo plegable del Fiat 500 y el Smart Fortwo, probablemente VW tocará fondo en lo que respecta a los precios de acceso. Sea como fuere, se trata de un cuatro plazas apto para el día a día que ofrece un maletero variable y un cómodo techo de lona completamente eléctrico.
Además, este cabrio de bajo presupuesto es capaz de mostrar una imagen elegante, siempre que el techo de lona se mantenga plegado detrás de los asientos delanteros de estilo clásico. Con sus grandes y simpáticos grupos ópticos –también disponibles de forma opcional con una fina banda de LEDs–, una línea lateral realmente deportiva y sus prominentes pasos de rueda de estilo retro, el nuevo Beetle Cabrio muestra una apariencia única. Si a esto le añadimos llantas de aleación y una pintura exterior llamativa lograremos que nuestro pequeño VW cause una excelente impresión.
A cielo abierto se conduce mejor
Sin embargo, esta impresión tan buena se ve un poco empañada en el momento en el que pulsamos el botón para cerrar en 9,5 segundos una capota que protegerá a los ocupantes del sol y del viento en contra, algo que dicho sea de paso se puede hacer hasta los 50 km/h. Es entonces cuando el Beetle deja de tener esa apariencia tan fresca, ya que con la capota cerrada sus proporciones recuerdan más bien a las del indescriptible PT Cruiser Cabrio. Sin embargo, a diferencia del PT Cruiser el Beetle descapotable puede prescindir de la todavía más indescriptible barra de protección, ya que la protección antivuelco se esconde detrás de los asientos posteriores en forma de perfiles retráctiles de accionamiento pirotécnico que solo ante el peligro de un vuelco inminente garantizan el espacio de supervivencia para los ocupantes.
Por lo demás, los ocupantes tienen buenos motivos para sentirse a gusto dentro del Beetle, ya que el techo de lona de tres capas ofrece un elevado confort acústico. Teniendo en cuenta el ruido del viento en el interior, al menos hasta superar los 90 km/h uno no diría que se encuentra sentado en un descapotable. Incluso a cielo abierto el ruido no es excesivo, puesto que con las ventanillas laterales levantadas y el deflector de aire montado los ocupantes lo único que perciben es una ligera brisa. Incluso conduciendo de la forma más purista, es decir sin deflector de aire y con las ventanillas bajadas, el nivel de ruido no es ensordecedor.
Bastante espacio de almacenamiento
Además, incluso el hecho de retirar la capota no supone una merma en la capacidad de almacenamiento de su respetable maletero. Independientemente de dónde se encuentre la capota, el futuro propietario siempre podrá contar con un maletero de 225 litros con una apertura –eso sí– algo estrecha. De forma opcional con unas pocas maniobras también se puede abatir el banco trasero, lo que permite transportar objetos más voluminosos. Si no transportamos nada, en el banco trasero pueden viajar sin problemas dos adultos que en ambos asientos individuales disfrutarán de suficiente libertad de movimiento, aunque en una postura bastante erguida si tenemos en cuenta la verticalidad del respaldo.
En la parte delantera el conductor dispone asimismo de bastante espacio y gracias a la multitud de opciones de ajuste del asiento y del volante también encontrará fácilmente la posición ideal. Desde aquí el conductor mira a través de un gran volante a un cuadro de instrumentos sencillo con un enorme tacómetro montado en posición central. En la zona central del salpicadero se encuentran ubicados (opcionalmente) tres pequeños relojes reservados exclusivamente a la línea de equipamiento superior: un cronómetro, un indicador de la presión de carga y un indicador de la temperatura del aceite. De forma alternativa, en lugar de esta batería de indicadores dispondremos de una gran bandeja portaobjetos. En cualquier caso el Beetle ofrece bastantes compartimentos de almacenamiento, dos portavasos en la consola central, bolsillos laterales flexibles en las puertas y dos guanteras. De esta forma, los futuros clientes –que se espera que sean en su mayoría mujeres– contarán con suficiente espacio para almacenar todo tipo de objetos pequeños.
Calidad moderada
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, en la selección de materiales el habitáculo del Beetle revela una naturaleza más sencilla. Las superficies de plástico duro dominan el salpicadero, de forma que este pequeño VW fabricado en México apenas hace honor a las pretensiones de calidad de muchos otros modelos de la casa como puede ser el Golf. Al menos el estilo básico es bueno y, además, las amplias inserciones del salpicadero permiten personalizar su aspecto con diferentes colores. Entre otras cosas VW ofrece la posibilidad de reproducir en el interior el color de la pintura exterior.
En lo que respecta a las motorizaciones, el Beetle Cabrio ofrece también una buena selección. Las tres mecánicas de gasolina turboalimentadas desarrollan 105, 160 o 200 CV, mientras que los diésel ofrecen 105 y 140 CV de potencia. Todos los propulsores son viejos conocidos que se pueden combinar con un cambio manual o un cambio de doble embrague.
Excelente diésel
En la presentación solo estaban disponibles las versiones más potentes tanto del diésel como del gasolina, y como cabría esperar ambos presentan elevados niveles de confort y diversión al volante. En este sentido, el 2.0 TDI ni siquiera molesta a los ocupantes con los ruidos típicos de un diésel y en cambio ofrece un sólido par motor (320 Nm) y una progresión algo espesa. En combinación con el cambio DSG de seis velocidades, el tiempo de aceleración del nuevo Beetle de 1.500 kg de peso es de 5,7 segundos y su velocidad máxima alcanza los 193 km/h.
Gracias a su cambio automático, este nuevo descapotable ofrece la posibilidad de rodar de forma tranquila y relajada, pero también de trazar curvas a velocidad elevada. Incluso al entrar de forma algo forzada en las curvas más estrechas el Beetle se mantiene fiel a la trazada y sin dejar de ser cómodo en ningún momento. Tan solo se percibe de vez en cuando una ligera tendencia a la torsión de la carrocería en el eje longitudinal y con la capota cerrada ésta también resulta audible en las juntas de goma debido al movimiento de las ventanillas. Pero lo mejor de todo es su consumo, que con 5,6 litros resulta aún más o menos moderado. Con cambio manual de seis velocidades esta cifra se reduce hasta los 5,1 litros.
Formidable motor GTI
Sin embargo, el estándar de referencia en lo que respecta a la propulsión sigue siendo el motor de 2,0 litros turboalimentado que también monta el Golf GTI y que desarrolla 200 CV y 280 Nm disponibles entre las 1.700 y las 5.000 revoluciones. De esta forma, el nuevo descapotable de VW alcanza la marca de los 100 km/h en 7,6 segundos y su velocidad máxima es de 223 km/h. En combinación con el cambio manual de seis velocidades su consumo homologado es de solo 7,6 litros, una cifra más teórica que realista. En cualquier caso, siempre muestra una buena progresión acompañada de una marcada acústica que se sitúa en algún punto entre el sonido de un cinco cilindros y de el de un motor boxer.
Incluso con la motorización superior el Beetle Cabrio sigue siendo sorprendentemente económico, ya que en la línea de equipamiento Sport con motor de 200 CV su precio no alcanzaría los 30.000 euros en Alemania. En este caso el equipamiento de serie es bastante bueno con asientos deportivos, volante en piel, sistema de audio, aire acondicionado o llantas de aleación de 17 pulgadas. Sin embargo, para redondear este equipamiento algo incompleto es necesario invertir entre dos mil y tres mil euros más. Pero incluso entonces el precio sigue siendo bueno.
Conclusión
El invierno se acerca, aunque con el nuevo Beetle Cabrio ya esperamos con ansiedad la llegada de la próxima primavera. Su diseño retro resulta atractivo, su configuración permite una conducción ambiciosa y, sobre todo, resulta cómodo y apto para el día a día.
Cuatro asientos, espacio para multitud de objetos pequeños y también para equipajes más voluminosos y un techo de lona que además de ser eléctrico insonoriza bien el interior convierten al Beetle en un automóvil para todo el año.
Y, además, ni siquiera tenemos que rascarnos mucho el bolsillo para disfrutar de un diseño expresivo, una excelente utilidad para el día a día y la increíble sensación de conducir a cielo abierto. El Beetle descapotable es, por tanto, un automóvil apetecible al que gracias a su bajo coste de adquisición auguramos un gran futuro.