Para que en un futuro el dúo de clase media y carácter deportivo S60/V60 resulte también atractivo para los compradores más ahorradores, Volvo ofrece ahora las variantes DRIVe. Según nos dicen, nuestra unidad de prueba es capaz de registrar un consumo de 4,5 litros con un propulsor diésel de 1,6 litros y 115 CV y algunos trucos tecnológicos... En la campaña publicitaria puesta en marcha con motivo del lanzamiento al mercado de la nueva serie S60/V60 en 2010, Volvo se centró principalmente en sus características dinámicas. ¿Estamos hablando de sensatez, seguridad y frío ambiente nórdico? Sí, pero Volvosabe hacer las cosas de otra forma, o al menos ese es el mensaje que nos quisieron hacer llegar. En uno de los anuncios publicitarios del S60la casa prometía máximo dinamismo sobre cuatro ruedas, algo que efectivamente lograba transmitir de forma sobresaliente, en especial la versión superior de 300 CV de potencia.
Sin embargo, con la versión DRIVe la gama de clase media renuncia a estos valores orientados al placer de conducir. En lugar de eso nos ofrece un pequeño motor diésel 1.6 que en su versión básica desarrolla 115 CV. Está claro que los adeptos a los caballos no estarán muy entusiasmados con esta mecánica asociada exclusivamente a un cambio manual de seis velocidades. Sin embargo, por suerte en nuestra primera toma de contacto nos dimos cuenta de que el motor no se queda corto.
En ningún caso inframotorizado
Gracias a su par motor de 270 Nm, disponible entre las 1.750 y las 2.500 vueltas, este motor diésel de régimen elevado, suave en marcha y con un excelente aislamiento transmite una sensación de conducción suficientemente rápida. El efecto turbo es casi imperceptible, y sólo los ascensos por pendientes inclinadas parecen costarle algo más a este 4 cilindros. Si bien uno no tiene nunca la sensación de estar pegado al asiento, el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/ es de 11,3 segundos. Su velocidad máxima de 190 km/h también es suficiente para cualquier situación, aunque cabe destacar que en autopista es posible mantener de forma permanente la aguja más allá de los 200 km/h.
Para reducir el consumo de combustible, este Volvo cuenta, además de con su pequeña mecánica, con un cambio con una relación de transmisión relativamente larga, un sistema de recomendación de cambio de marcha, un sistema automático de parada y arranque que se puede desconectar pulsando un botón, así como un sistema de recuperación de la energía de frenado. Cabe mencionar que aquellos que conduzcan el V60 DRIVe de forma convencional, es decir, sin prestar mucha atención la eficiencia energética, no lograrán alcanzar la cifra de 4,5 litros de consumo homologado. Sin embargo, según el portavoz de Volvo, Michael Schweitzer, sí podrían mantener el consumo en el entorno de los cinco litros.
¿Aburrido o simplemente eficiente?
Intrigados por cuál sería la respuesta a esta pregunta nos propusimos registrar un consumo inferior a cinco litros. No obstante, y pese a mantener un estilo de conducción muy comedido y recorrer muchos kilómetros por carreteras nacionales en nuestro camino de Fráncfort a Langweiler, el indicador del consumo situado en el cuadro de instrumentos nos sorprendió con una cifra de 6,2 litros. Para gran alivio nuestro, los colegas de otras redacciones tampoco fueron capaces de reducir el consumo a niveles por debajo de los seis litros.
Lo curioso fue que en el camino de vuelta al día siguiente de Langweiler a Fráncfort sí alcanzamos los valores oficiales anunciados por Volvo. Incluso manteniendo una velocidad algo más elevada, al final del trayecto nuestro ordenador de a bordo mostraba unos orgullosos 5,2 litros. Un resultado que de nuevo fue confirmado por otros colegas. Quizá una explicación a estas cifras de consumo divergentes podría ser el perfil diferente que muestra el trayecto de ida con respecto al de vuelta, ya que la diferencia de altitud entre Fráncfort y Langweiler es de más de 400 metros. Por lo tanto, el segundo día el propio recorrido nos obligaba a rodar en bajada y en muy pocas ocasiones cuesta arriba.
Mucho equipamiento a buen precio
A la vista de tales prestaciones, de un peso de 1.648 litros y de haber mantenido activados algunos grupos auxiliares (navegador/climatizador), debemos reconocer que ambas cifras resultan aceptables. Tanto más cuando el paquete de soluciones destinadas a reducir el consumo de combustible no es especialmente amplio. Con un paquete de medidas tecnológicas fácilmente abarcable, el V60 DRIVe es capaz de mantener el presupuesto en combustible a niveles bastante bajos. Sin embargo, la inversión inicial es bastante alta. La berlina S60 cuesta aproximadamente 29.200 euros, mientras que en el V60 DRIVe habrá que invertir como mínimo 30.700 euros.
Al menos por ese precio uno obtiene un familiar ágil en curva, con un reglaje algo duro y además elegante, con unas prestaciones más bien corrientes, pero que ofrece un equipamiento básico bastante amplio. Su equipamiento de serie incluye radio CD con pantalla a color, elevalunas eléctricos, climatizador bizona y la función denominada «Auto Stop».
Amplio equipamiento de seguridad
De la misma manera, su equipamiento de seguridad es especialmente amplio. En lo que respeta a los sistemas pasivos la versión básica se muestra completa y ejemplar, y además todos los V60 disponen de sistemas activos como el ESP con diversas subfunciones, así como la denominada tecnología City Safety que ayuda a evitar colisiones en ciudad. De forma opcional, el V60 se puede equipar de manera aún más amplia en los aspectos de lujo y seguridad gracias a los paquetes de equipamiento o las innumerables opciones individuales.
De esta forma, si bien el Volvo V60 DRIVe tiene un precio elevado no resulta en ningún caso caro. En comparación, la versión básica del VW Passat Variant 1.6 TDI Bluemotion cuesta tan sólo 23.890 euros. Sin embargo, muchas de las cosas que ofrece el V60 de serie sólo están disponibles en el modelo de Wolfsburgo previo pago del correspondiente suplemento, por lo que, a igualdad de equipamiento, el Volvo es incluso la opción más económica.
Conclusión
Emocional, seguro, útil y sobre todo eficiente, la variante DRIVe del Volvo V60 aúna muchas características atractivas. Este modelo sueco es elegante, cuenta con un motor suficientemente potente y, en la práctica, es capaz de recorrer 100 km con cinco o seis litros de gasóleo. Si bien su capacidad de aceleración no nos resultará muy atractiva, a la vista de las pocas visitas que tendremos que hacer a la estación de servicio, sí logrará hacernos sonreír en más de una ocasión.