Sin embargo, en el mercado sigue habiendo otras opciones al clásico tridente alemán como, por ejemplo, el fabricante sueco Volvo, que con su V60 ofrece una caja de alta tecnología en la que ofrece seguridad y comodidad así como un ahorro sin precedentes gracias a un nuevo motor diesel. Desde el estreno del nuevo diseño en 2013, el V60 es un modelo atractivo que suele captar las miradas de casi todos los públicos, hombres y mujeres por igual y de diferentes rangos de edad. Es un vehículo en el que los acabados interiores son de un procesado exquisito y en el que, en caso de disfrutar de todos los equipamientos extras, la percepción de calidad es sobresaliente, llamando especialmente la atención el cuero utilizado en el habitáculo.
Ningún milagro en cuanto a espacio
Los asientos delanteros del V60 destacan especialmente por su buena sujeción lateral, aunque es cierto que entre el respaldo del asiento del conductor y el volante no vendrían mal algunos centímetros más de holgura para usuarios corpulentos. En general, este coche no es un milagro a nivel de espacio, pero resulta más que suficiente para transportar a una familia completa con mucho equipaje y sus diferentes necesidades. Es especialmente útil que los asientos de la fila trasera alojen dos elevadores para que dos niños mayores viajen cumpliendo la normativa legal sin necesidad de comprar nada.
Además, el respaldo de la fila trasera puede dividirse en tres partes y el suelo de carga queda completamente plano, dando la posibilidad de transportar unos 1.240 litros de equipaje. La visibilidad es otro de los puntos a mejorar, ya que el pilar C y D son bastante prominentes y no favorecen para nada la visión del conductor. En este sentido ayuda el hecho de que los reposacabezas traseros puedan bajarse de forma sencilla con un botón, con lo que se gana algo de visibilidad en la carretera a través del retrovisor interior.
El conductor puede relajarse
En general, los equipamientos de seguridad en la gama Volvo siempre han sido abundantes. En este apartado, la piedra angular del V60 sigue siendo el radar que escanea el área por delante del vehículo y que puede realizar una frenada de emergencia sin la intervención del conductor. A su vez, destaca el control de crucero a distancia, que regula la separación con respecto al vehículo que circula por delante de nosotros. Este sistema lo pudimos probar en una breve toma de contacto y funcionó de forma correcta en casi todas las circunstancias. Sólo nos ocurrió en una ocasión que, en una curva a izquierdas en plena autovía, el sistema detectó a un vehículo que circulaba por la derecha y al cual estábamos adelantando como un vehículo que circulaba en nuestro carril, generando el consiguiente aviso e intervención del sistema de frenado para guardar la distancia.
El motor que pudimos probar es el nuevo cuatro cilindros, que sustituye al de cinco cilindros, y que entrega 181 cv y 400 Nm de una forma suave y homogénea. Sólo en condiciones de humedad del asfalto la salida desde parado puede parecer demasiado impetuosa en el volante, pero en general la suavidad es la nota dominante. Mientras, la nueva caja de cambios de ocho desarrollos está puesta a punto para lograr un funcionamiento relajado y harmonioso junto con el motor. Los cambios de marcha apenas son perceptibles y el sonido del motor en los continuos apagados y arranques del sistema start-stop no resultan molestos en ninguna circunstancia.
Rápido y cómodo
Una de las mejores cualidades de este coche es que el ruido del viento, incluso a velocidad elevada, es prácticamente imperceptible. Además, el nivel de rendimiento es altísimo: con 1,7 toneladas de peso se puede acelerar de 0 a 100 en 7,6 segundos y situar la aguja del velocímetro en los 240 km/h.
La suspensión adaptativa aporta un plus de confort que no es necesario, ya que la puesta a punto de serie es perfectamente cómoda. En modo Sport sí que conseguimos una mayor precisión de la dirección así como una intervención más ágil del motor. En este sentido, el rendimiento dinámico en curva no llega al nivel de un BMW Serie 3, pero Volvo está mucho más interesado en ofrecer una dinámica longitudinal de altísimo nivel y lo ha conseguido, ya que tanto la aerodinámica, la estabilidad y el filtrado de baches es sobresaliente.
El V60 es por tanto un vehículo para recorrer largas distancias sin consumir una gran cantidad de combustible. De hecho, a un ritmo controlado se podrán conseguir cifras de consumo ligeramente superiores a los 4 litros. A una velocidad estable de 120 km/h y con el aire acondicionado nuestra media fue de cinco litros, mientras que al pisar el acelerador y hacer medias de 160 km/h (en carreteras alemanas) el consumo reflejado fue de 7,5 litros.
Calidad que hay que pagar
Aunque el V60 más básico (D2 de 114 cv) puede conseguirse por un poco más de 30.000 euros, el modelo D4 de 181 cv supone un coste mínimo de 36.140 euros, un precio que empieza a ser ya elevado y al que habría que sumar otros 2.500 euros si queremos hacernos con el cambio automático. Con el nivel de acabado Momentum el precio sube hasta los 43.520 euros y si queremos las últimas tecnologías de la marca (como el ACC, los faros de xenón o el sistema de sonido Premium) la cifra se acercará rápidamente hasta los 50.000 euros.
Resumen
El lavado de cara practicado al V60 ha dejado un modelo muy atractivo a nivel visual y un coche de una gran eficiencia, puesto que el nuevo motor de cuatro cilindros y 181 cv es capaz de ofrecer cifras de consumo reales muy próximas a los cuatro litros. Es económico, potente, sofisticado en cuanto a tecnología y también flexible, ya que sus posibilidades a nivel de espacio no tienen nada que envidiar a sus rivales alemanes. Las ventajas del V60 son un alto confort de suspensión y aislamiento del ruido aerodinámico, un nivel de seguridad altísimo así como un interior con mucha clase y refinamiento.