Aunque es evidente que en el marco de la política de revisiones de la casa le había llegado el turno, puede que su actualización no fuera realmente necesaria. Los, cambios, como era de esperar, son más que discretos.
«Volkswagen Design DNA», así es como se denomina internamente el nuevo estilo de la familia VW que ahora también adopta el Tiguan y que estéticamente no sólo le acerca un poco más a su hermano mayor, el Touareg, sino también a la mayoría de los modelos más recientes de la casa alemana. Llaman sobre todo la atención las luces de conducción diurna tipo LED en forma de U, siempre y cuando uno invierta los más de 1.300 euros que cuestan los faros de xenón opcionales.
Multitud de sistemas de ayuda
A simple vista el interior no parece haber sufrido ninguna modificación importante, ya que todavía cuenta con sus excelentes asientos, una oferta de espacio suficiente y un maletero de hasta 1.500 litros de capacidad. Sin embargo, ahora dispone de todo un arsenal de sistemas de ayuda a la conducción. El equipamiento del nuevo Tiguan se puede ir ampliando hasta convertirlo en uno de los vehículos más seguros de su segmento gracias a opciones como el sistema de advertencia de cambio de carril –capaz ahora de contravolantear–, el sistema de reconocimiento de las señales de tráfico –que también reconoce las señales de prohibido adelantar– e incluso un sistema de alerta por cansancio.
Al igual que antes, los clientes pueden elegir entre la variante todocamino´ con un ángulo de inclinación de 18º y una versión
todoterreno´ que gracias al frontal modificado se presenta con un ángulo de ataque de 28º. Ambos están disponibles en las dos líneas de acabado habituales. Las variantes de calle en la versión básica «Trend & Fun» o en la versión mejorada «Sport & Style». La variante todoterreno también está disponible como hasta ahora en la versión «Track & Field», si bien la novedad es el nuevo modelo superior «Track & Style» que aúna aptitudes todoterreno con la elegancia de los accesorios cromados.
Un poco más de potencia
En total, tras la actualización del Tiguan hay disponibles siete motores turboalimentados: cuatro mecánicas gasolina y tres diésel. Tres de los cuatro propulsores gasolina TSI han aumentado su potencia en 10 CV, si bien la mecánica de acceso de 1,4 litros ha mantenido sus 122 CV. Por lo tanto, los niveles de potencia se sitúan ahora en 160 CV (también el 1.4 TSI) y 180 CV y 210 CV (en ambos casos el 2.0 TSI). En lo que respecta a los motores diésel no ha cambiado nada, ya que su excelente 2.0 TDI sigue estando disponible en las versiones de 110, 140 y 170 CV.
Lo que sí resultará muy interesante para muchos compradores es que ahora cuatro de sus motores (los dos gasolina y diésel de menor potencia) se pueden encargar con tracción delantera. En tal caso, el Tiguan vendrá equipado de serie con el paquete BlueMotion Technologies, que incluye el sistema Stop&Start, así como un sistema de recuperación de energía. De esta forma, el consumo de la mecánica de gasolina de 1,4 litros se situará en torno a los 6,5 litros. Los modelos más eficientes son los pequeños 2WD Diesel con un consumo homologado de 5,3 litros.
Todo un animal de tiro
Al igual que hasta ahora, el modelo que más se venderá será el 2.0 TDI de 140 CV, asociado si es posible al cambio DSG y a la tracción integral. Su par motor máximo de 320 Nm disponible a 1.750 vueltas es suficiente para desplazar sin problemas al nuevo Tiguan de 1,7 toneladas de peso, la tracción integral proporciona un nivel de agarre óptimo, ya sea en campo abierto o sobre calzadas heladas, y el eficiente e imperceptible cambio de doble embrague libera al conductor del pesado trabajo de cambiar de marcha. Algo muy positivo es que la variante todoterreno es capaz de remolcar hasta 2.500 kg.
Lo más seguro es que ningún Tiguan salga de fábrica con un valor inferior a los 30.000 euros, si bien el precio medio rondará por norma general los 35.000 euros. El motivo es que la lista de equipamientos opcionales es muy larga y los componentes de confort de serie se limitan en realidad al aire acondicionado y a una radio con reproductor de CD.
Conclusión
La revisión del Tiguan no ha traído consigo muchas novedades, pero tampoco era necesario. Hoy en día, el hecho de que las motorizaciones sean un poco más potentes, y también algo más eficientes, resulta casi imprescindible para cualquier actualización mecánica. En el apartado estético, si bien los retoques resultan evidentes, esto no quiere decir ni mucho menos que el modelo antiguo estuviera anticuado. El hecho de que ahora se pueda equipar el Tiguan con una gran variedad de sistemas de ayuda a la conducción es una buena noticia, pero todavía está por ver cuántos clientes decidirán realmente invertir un dinero extra en estos componentes.