Por primera vez en la historia del modelo compacto, los de Wolfsburgo lanzan su variante descapotable. Es decir, el mismo Cabrio presentado en 2011 pero en la esperadísima versión GTI. Un automóvil rápido tanto para desplazamientos veraniegos a cielo abierto como para cualquier trayecto a diario. En versión GTI, este modelo se suele reconocer por su frontal más deportivo, sus grandes llantas de estilo GTI, a través de las cuales se pueden apreciar las pinzas de freno pintadas en rojo, así como sus dos tubos de escape situados en la zaga. Pequeños retoques que causan el efecto deseado, ya que la estética más dinámica de este rápido compacto llama de sobra la atención. En su interior, los elementos decorativos en aluminio y la piel le dan ese toque de elegancia que tanto gusta, mientras que el volante y los asientos deportivos con los inconfundibles tapizados GTI en tejido a cuadros crean una atmósfera claramente deportiva.
A pesar de que se trata de una versión diseñada principalmente para divertirse al volante, el Golf Cabrio en versión GTI también es un automóvil apto para la vida cotidiana. Como en todos los Golf, la funcionalidad es excepcional. La oferta de espacio tanto en la parte delantera como en la trasera y en el maletero es sorprendentemente buena, a pesar del techo variable, e incluso la acústica y el confort del tren de rodaje de este modelo de capota blanda son de un gran nivel.
Cincuenta caballos más que hasta ahora
En este caso, nuestra prioridad es, al mismo tiempo, el punto fuerte del GTI. Debajo de su capó encontramos el conocido gasolina de dos litros que en esta versión desarrolla 210 CV, es decir, 50 CV más que la que hasta ahora era la motorización más potente del Golf Cabrio. En combinación con la caja manual de seis velocidades, el tiempo de aceleración es de 7,3 segundos y su velocidad máxima alcanza los 237 km/h. Cabe destacar, además, que el GTI es capaz de registrar estas sorprendentes marcas con suma facilidad, e incluso durante nuestra prueba de conducción la aguja del velocímetro llegó a superar el límite de los 250 km/h. Asimismo, en maniobras de adelantamiento por carretera este deportivo demostró su superioridad de forma impresionante.
Sin embargo, la versión descapotable del GTI es algo más lenta que la variante de techo fijo, puesto que ésta última alcanza los 100 km/h en 6,9 segundos y logra llegar a los 240 km/h. Está claro que los 130 kilogramos de peso adicionales de la versión abierta tienen su precio. Incluso el consumo es algo superior, puesto que según el fabricante éste alcanza los 7,6 litros. Sin embargo, como suele ser habitual el ordenador de a bordo es el que dicta sentencia y según nuestras mediciones en trayectos por carretera el consumo aumenta en torno a un litro.
Bastante más peso
Resulta evidente que una estructura de techo fijo reconvertida en descapotable trae consigo ciertos inconvenientes. Para que una carrocería abierta no sufra demasiado los efectos de la torsión requiere importantes medidas de refuerzo para aumentar su rigidez, lo que conduce inevitablemente a un considerable aumento de peso, también en el caso del Golf GTI. Pese a que los ingenieros han logrado minimizar de este modo las molestas vibraciones del cabrio, ni siquiera el Golf GTI descapotable se libra de las torsiones.
No obstante, el conjunto nos permite trazar curvas a gran velocidad y el motor ofrece una buena progresión en casi cualquier situación. Este compacto de 1,5 toneladas de peso entra en curva de forma sumamente suave y es capaz de salir sin apenas cambios direccionales sobre una dirección que en ocasiones resulta demasiado suave.
Sólido en curva
Hasta que este Golf comienza a subvirar en curva y a través del chirriar de sus ruedas y de la intervención del ESP nos anuncia que se encuentra en una situación límite es necesario arriesgar bastante. El responsable de este excelente comportamiento en términos de tracción es el sistema de bloqueo de diferencial transversal XDS. El diferencial de bloqueo del eje delantero frena la rueda del lado interior de la curva al recibir la orden de acelerar al máximo, algo que en realidad haría que ésta derrapara.
Por éste y otros muchos motivos, los conductores más ambiciosos deberían plantearse incorporar a su Golf Cabrio el chasis adaptativo DCC por 965 euros. Éste ofrece tres configuraciones claramente distinguibles: «Comfort», «Normal» y «Sport». En caso de que el comportamiento algo nervioso en modo deportivo llegue a molestar, el modo confort permite rodar de forma extraordinariamente relajada.
Conducir sin preocupaciones
El hecho de poder viajar de forma relajada es otra de las múltiples cualidades de este GTI de techo blando, ya que el confort de rodadura, los asientos aptos para largas distancias y su escaso nivel de ruido convencen incluso en trayectos por autopista. A velocidades elevadas la capota blanda multicapa de excelente ajuste aísla perfectamente el habitáculo y ni siquiera al conducir a cielo abierto el Golf transmite demasiadas turbulencias o ruidos.
Y hablando de ruido, la acústica del motor del GTI Cabrio decepciona un poco, puesto que prácticamente no logra ponernos los pelos de punta. Al menos al cambiar de carga los ocupantes perciben un ligero resuello sordo y sintético y al subir de revoluciones el cuatro cilindros es capaz de emitir un zumbido rotundo que aunque nos deja satisfechos no es lo que esperábamos.
Más económico que la competencia
El interés que este deportivo descapotable haya podido despertar en cualquier futuro comprador seguramente se verá reducido al confirmar su precio. Sin embargo, el equipamiento es bastante aceptable: ruedas de 17 pulgadas, chasis deportivo, asientos deportivos calefactados, sensores de aparcamiento en la parte posterior, climatizador bizona y radio CD son algunos de sus componentes de serie. Junto con el cambio de doble embrague de casi 2.000 euros y algunos extras adicionales, el precio puede ascender fácilmente a unos 40.000 euros.
Sin embargo, al echar un vistazo a la competencia y a sus versiones de capota blanda de repente el Golf Cabrio no parece tan caro, puesto que en realidad solo encontramos el Audi A3 Cabrio, que con 200 CV de potencia es claramente más costoso, y una versión de potencia similar del BMW Serie 1 que parte de unos 6.000 euros más.
Conclusión
A pesar de que a este modelo compacto de Wolfsburgo le queda poco para cambiar de generación, la antigua plataforma VI seguirá estando algún tiempo más entre nosotros aunque esta vea en forma de cabrio. Y ésta está disponible ahora en una versión GTI más deportiva que combina un gran dinamismo con un elevado nivel de diversión, un excelente confort, una gran aptitud para el día a día y la inigualable sensación de conducir a cielo abierto.
Sin embargo, los verdaderos fanáticos de los GTI y los conductores de ambiciones deportivas deberían decantarse por la variante cerrada, dado que tanto su dinámica transversal y longitudinal como su acústica son mejores.