El Golf GTE mejora un poco el aspecto del rendimiento pero sigue con las mismas limitaciones de autonomía. Volkswagen ya ha empezado a venderlo como un deportivo ecológico, pero ¿está realmente a la altura de un GTI o un GTD? La oferta de modelos híbridos enchufables está creciendo a pasos agigantados. Toyota, Mitsubishi y Opel tienen modelos con estas características en el mercado. Volkswagen se suma ahora a esta tendencia con dos motores diferentes, una batería de tamaño medio y la famosa plataforma modular transversal del grupo que ya ha dado lugar a diferentes modelos.
Un compacto motor eléctrico
Realizar un proyecto híbrido en un compacto como el Golf es posible gracias a que la unión de ambos propulsores (térmico y eléctrico) es bastante compacta. Por un lado tenemos el motor TSI de 1.4 litros con 150 caballos de fuerza y una transmisión de doble embrague y, por el otro, una unidad eléctrica de 75 kilovatios que requiere poco espacio. Cuando sólo actúa el eléctrico, el Golf consigue un impulso bastante decente. Pulsando un botón, se puede forzar al GTE a mantener el modo eléctrico puro, en el que el motor de gasolina se mantiene inactivo.
Como en cualquier eléctrico, a la hora de encender el motor no se siente ruido en absoluto. Este motor ofrece un poco más de 100 caballos de fuerza y gracias además a la transmisión de doble embrague la conducción en modo eléctrico puede ser más rápida que en el E-Golf, llegando a un máximo de 130 km/h.
Sin embargo, sólo con el trabajo de ambos motores en conjunto podemos descubrir el porqué de las siglas GTE. Con 204 cv de potencia total y 350 Nm de par, la carrocería de 1,6 toneladas acelera de forma muy rápida (7,6 segundos hasta los 100 km/h) y consigue registros de velocidad máxima bastante decentes, en concreto 222 km/h. En estas condiciones, el GTE se conduce como un coche verdaderamente deportivo y sólo resulta un poco más lento que el GTD (7,5 segundos). El GTI es capaz de acelerar en 1,1 segundos menos.
Al margen de la velocidad y la aceleración, en una toma de contacto en la pista de Tempelhof pudimos comprobar la respuesta vigorosa del GTE así como un sonido bastante característico del motor que consiguió sacarnos una sonrisa.
50 kilómetros de autonomía eléctrica
El GTE está por tanto en la primera línea de “deportivos” concienciados con el medioambiente. El modo de conducción totalmente eléctrico permite un rango de autonomía de 50 km gracias a la batería de 8,8 kWh, lo que en principio permite lidiar con las necesidades del día a día sin emitir un solo gramo de CO2 a la atmósfera. El coste de energía de 100 kilómetros bajo este modo de conducción está en torno a los tres euros aunque, sin embargo, hay que recordar que para cargar la batería es necesario conectar el cable de alimentación a una toma de corriente y esperar entre dos horas y media y tres horas hasta cargar por completo la batería.
En cualquier caso no hay que tener miedo porque en siempre se puede confiar en el motor de gasolina, donde disfrutaremos de un rango teórico de más de 900 kilómetros. El GTE, según la prueba oficial para vehículos híbridos enchufables (distinta a los vehículos con un único motor de combustión) consume un promedio de 1,5 litros.
Alto precio con una gran cantidad de potencial de ahorro
El GTE no será un coche barato. Aunque el precio exacto aún no ha sido desvelado, el nuevo híbrido de Wolfsburgo costará con bastante seguridad más de 35.000 euros, más o menos lo mismo que Toyota pide por un Prius híbrido enchufable. Sin embargo, la autonomía eléctrica del japonés es sólo la mitad y no ofrece una experiencia de conducción tan deportiva. Los clientes interesados en este modelo tendrán que esperar al menos hasta otoño, fechas en la que se darán los precios exactos.
Conclusión
Con el Golf GTE, Volkswagen ofrecerá una alternativa muy interesante en el mercado. Con la combinación de un motor de gasolina y otro eléctrico se podrán conseguir sensaciones deportivas al mismo tiempo que un coche “cero emisiones” para el día a día. El precio será bastante más alto que el de un Golf con motor térmico equivalente, pero a largo plazo podría compensar gracias al ahorro de su conducción puramente eléctrica. Seguiremos muy pendientes de este modelo.