Ahora, poco después del lanzamiento de la sexta generación del GTI, VW revive el GTD con una desenfadada estética a lo GTI y 170 CV diésel. El nuevo modelo ofrece mucha potencia con un consumo moderado. Sin embargo, en cuestiones como la dinámica y la fascinación al volante, el GTD sigue rodando por detrás del GTI. A primera vista, el GTD se parece mucho al nuevo GTI. Con lunas tintadas, amplias branquias de ventilación en la parte delantera, faros antiniebla enmarcados en cromo y enormes llantas, sus distintivos de alto rendimiento son prácticamente idénticos. Un examen más minucioso permite descubrir que ambos tubos de escape están situados uno al lado del otro a la izquierda y que la «I» del anagrama es en realidad una «D».
En el interior, las diferencias entre el GTD y el GTI son aún menores. El equipamiento ejemplar de serie incluye un volante deportivo achatado en la parte inferior y asientos deportivos con marcados contornos de sujeción lateral y tapicería de cuadros. En el GTD únicamente se ha renunciado a un par de toques en rojo que se han mantenido en el GTI. En el funcional y elegante puesto de mando sólo molesta la ancha consola central, contra la que se golpea la rodilla del conductor en el trazado sinuoso de las curvas.
Sonido potente
Acústicamente, el GTD da una impresión contradictoria. Como rasgo positivo destaca que el ruido del diésel apenas se oye, lo que permite un confort acústico general incluso por encima de los 200 km/h. Además, la propulsión diésel también se esfuerza por alcanzar un registro deportivo, si bien en este caso el poderoso rugido de origen sintético es más bien un discreto zumbido indiferente. En comparación con el complejo sonido del GTI, el GTD resulta un poco decepcionante.
Como transmisión deportiva para el GTD se tiende a pensar directamente en el cambio automático de doble embrague con seis velocidades y levas en el volante. Sin embargo, su rendimiento es casi idéntico al de la versión con cambio manual. En ambos casos, ello se traduce en más de 220 km/h y unos ocho segundos para el sprint de 0 a 100 km/h, unas cifras sin lugar a dudas contundentes. Mientras que con el DSG se gana en confort, el cambio manual supone un ahorro de 0,3 litros en el consumo y de 2.000€ en precio de compra.
Ahorro con condiciones
VW estima un consumo medio con el cambio manual de 5,3 litros y de 5,6 con el DSG. Sin embargo, quien le exija el máximo rendimiento a su GTD, que cuente con un consumo en torno a las dos cifras. Con todo, el GTD es un ejemplo notable de alta eficiencia. Durante nuestra prueba con el automático, conseguimos que el ordenador de a bordo no llegara a marcar cinco litros, aunque fuera con un estilo de conducción bastante relajado.
Sin embargo, con un modelo deportivo lo que se busca es emoción, algo que el GTD puede ofrecer con creces. En el trazado sinuoso de las curvas, este diésel de carreras se mueve con agilidad, con un contacto firme y directo con el asfalto, una dirección de tacto preciso y una mínima inclinación lateral que permiten desviarlo de la línea recta con facilidad. La carrocería es rígida, los frenos casi mordaces. Para conseguir que este Golf diésel subvire en las curvas y roce el límite con neumáticos chirriantes, provocando la intervención del ESP, es necesario alcanzar un cierto grado de temeridad. Su alto par de giro de 350 Nm hace las delicias del conductor en la aceleración al salir de las curvas. No obstante, a pesar de semejante rendimiento, la conducción con el GTD no resulta tan ágil y manejable como con el GTI.
Mucho dinero, mucho equipamiento
También en cuestión de precio el GTD resulta menos atractivo. Con un precio de 30.485€, el diésel deportivo cuesta algo más que el GTI. Por lo menos, a cambio del elevado precio se recibe un generoso equipamiento, en el que destacan los asientos deportivos, la radio CD, el climatizador automático, los faros antiniebla con función de luz estática de giro, los asientos calefactables, el asistente de aparcamiento, las llantas de aleación de 17” y chasis y volante deportivos.
Datos técnicos
Marca y modelo | VW Golf GTD | |
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Versión | 3 puertas | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 4.213/ 1.779 / 1.501 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2.578 | |
Diámetro de giro (m) | 10,9 | |
Peso (kg) | 1.393 | |
Volumen del maletero (l) | 350 | |
Neumáticos | 225 /45 17” | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1.968 / 4 en línea | |
Potencia (cv) | 170 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 350 / 1.750 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | Manual, 6 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Diésel | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 5,3 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 139 | |
Consumo durante test (l/100km) | N.D. | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 8,1 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | N.D. | |
Velocidad máxima | 222 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 30.485 | |
Equipamiento extra | Combinación de sistema de navegación y audio RNS 510 Dynaudio Exite | |
Más datosMenos datos |
Conclusión
Quien ya conozca el nuevo Golf GTI y haya experimentado su potencial de disfrute al volante no es muy probable que se decida por el GTD. Si hay algo en lo que el GTD resulte mejor, ello es el ahorro de combustible. Por esta atractiva cualidad se pide un dinero extra que llega a amortizarse sólo tras haber realizado unos 40.000 kilómetros. Quien a pesar de todo opte por un plan de amortización tan radical, tendrá que renunciar a algo de disfrute y fascinación al volante.
Traducción: María Dolores Lozano