Según el CEO de Volkswagen, Martin Winterkorn, 2013 es un punto de inflexión en la movilidad eléctrica. Los de Wolfsburg comercializarán dentro de muy poco el E-Up, con el que nosotros ya hemos podido disfrutar de una toma de contacto. En ella hemos comprobado sus cualidades y también algunos problemas clásicos en vehículos eléctricos. El E-Up!- no es el típico caso en el que el motor de combustión inicial ha sido reemplazado por un corazón eléctrico. Según los responsables de la marca, el VW Up ha sido diseñado desde el principio con la modularidad necesaria para un proyecto como éste y siempre ha tenido en cuenta el almacenamiento de baterías eléctricas.
Así, en el primer contacto con el habitáculo no apreciaremos ninguna merma en el espacio. La batería encaja a la perfección en el suelo del vehículo por lo que, básicamente, este coche eléctrico es exactamente igual que un Up! de cuatro puertas, con sus mismas cualidades. El espacio para la cabeza y las rodillas es suficiente para cuatro adultos de tamaño medio pero sin embargo es bastante estrecho. El maletero es de 250 litros normales y se puede ampliar a 923 litros gracias a los asientos traseros abatibles. Con un motor de gasolina, el espacio proporcionado es de 950 litros .
Especialmente agradable es el carácter modesto de su interior, ya que otros modelos presentados recientemente, como el Renault Zoe, persiguen enfoques mucho más lúdicos y futuristas. En el E-Up! todo se ve simplificado, limpio y sin apenas diferencias con la versión normal. Lo único que cambia es que el tacómetro analógico se utiliza ahora como pantalla de flujo de energía y el indicador de combustible informa ahora sobre el nivel de la batería. Además de las luces LED de iluminación diurna, los asientos son especiales y llevan costuras azules. Por primera vez en la gama, el climatizador automático y el parabrisas con calefacción es de serie.
Batería con ocho años de garantía
La batería del E-Up! se compone de 204 células Panasonic, envasada en 17 paquetes diferentes con 13 celdas cada una. En total se consiguen 18,7 kWh de energía. Básicamente, las células son iguales que las baterías utilizadas en teléfonos móviles, y tan sólo han sido adaptadas a las necesidades especiales para el uso del coche. Volkswagen ofrece una garantía de las baterías de ocho años o 160,000 millas, lo que se consiga primero.
En nuestra conducción de prueba el E-Up! ha fallado en algunos aspectos. La llave es de encendido clásico (se consigue girándola) y, tras un pitido, la pantalla principal muestra la palabra " Ready", con la que se supone que estamos preparados para salir. En los primeros metros el E –Up! es bastante sorprendente por ser silencioso y agradable. El coche reacciona a cada golpe de gas de forma espontánea con un fuerte impulso y con una aceleración lineal bastante potente. En este aspecto, es claramente más recomendable que los ásperos motores de tres cilindros que monta la versión de gasolina más asequible..
Tranquilo y rápido
Debajo de este vehículo hay 82 cv de potencia procedentes del motor síncrono de imán permanente. La aceleración de cero a 60 km/h tan sólo lleva 4,9 segundos, mientras que para completar un 0 a necesitaremos 12,4 segundos. En este punto, el E –Up! es sólo un poco más lento que el Smart Fortwo eléctrico y alcanza una velocidad máxima de 130 km/h.
Calmado, silencioso y armonioso. Esto es en parte debido a la buena calibración del chasis. A pesar del peso adicional provocado por las baterías, el comportamiento en curva es impecable, entrando en ellas rápidamente y con decisión y apoyándose en un buen agarre para evitar el subviraje. A pesar de todo, este es un coche urbano, de cercanías. Eso es lo que hace atractivo al E –Up!.
Teoría y práctica
Volkswagen asegura que el rango de autonomía de este coche oscila entre los 120 y los 160 kilómetros. Especialmente en el tráfico urbano dichos intervalos pueden ser realistas, ya que aquí el motor eléctrico alcanza su mayor índice de eficiencia. En conducción en carretera, por el contrario, el rango se limita de manera significativa. Nosotros, durante nuestra prueba, con tres cuartas partes de batería pudimos conseguir avanzar 114 kilómetros. Para maximizar el grado de eficiencia, el conductor tiene a su disposición los botones eco, donde se puede elegir entre Normal, Eco y Eco + . Para los modos Eco, la potencia y la velocidad máxima se limitan e incluso algunos componentes como el climatizador quedan apagados.
160 kilómetros, como mucho.
En modo de máxima recuperación de energía, pudimos conducir una segunda ronda de pruebas, esta vez reservando muy mucho la capacidad de aceleración. Después de poco más de 20 km, la relación de la distancia recorrida y el rango esperado era aún significativamente mejor que antes. Así, nos estábamos moviendo hacia el consumo de combustible objetivo que, sin demasiadas limitaciones, habría hecho que consiguiéramos 160 kilómetros con una batería llena.
Y aquí llegamos a otro punto importante. Para recargar las baterías se necesita un poco de paciencia. Con una toma de 230 voltios se necesita un mínimo de 9 horas, mientras que con una estación de carga optimizada el proceso se reduce a 6 horas. Con las estaciones CSS ( 40 kW ) podemos conseguir que en 30 minutos la batería se recargue al 80 por ciento. Es una solución rápida en casos puntuales, pero por lo vistotiene un efecto negativo en la vida de la batería.
Caro, pero conveniente
El precio es el principal inconveniente de los E-Up!. En Alemania hay que pagar al menos 27.000 euros por este enano comprometido con el medioambiente. Eso suena un poco caro, pero todavía más si miramos un poco la competencia. El Fortwo Electric Drive Smart es unos 3.000 euros más barato, pero claro, es un biplaza.
Conclusión
El E –Up! ofrece un modo de conducción sofisticado y muy cómodo para viajar en carretera. Su funcionamiento es armonioso, potente y tranquilo, el chasis está bien equilibrado y es espacioso para cuatro personas. El equipamiento de serie también es generoso. Pero, por otro lado, este coche eléctrico continúa mostrando las debilidades conceptuales de casi cualquier eléctrico: las baterías son costosas y aseguran tiempos de carga demasiado largos. Pero el futuro, quizá, pasa por asumir esto igual que lo hacemos ahora con el precio de los carburantes.
