Con sus tres metros de longitud, es un coche completo y ágil, con un consumo moderado y un equipamiento de primera que incluye un sistema de navegación de última generación a precio de ganga… Con un diseño fresco y simpático, Toyota envía a su nuevo minimodelo de lujo a recorrer las calles de la gran ciudad. Sin embargo, el iQ no es el típico cochecito mono con faros redondos, sino que ofrece una imagen fresca y decidida, donde la chapa de líneas marcadas, el gran ancho de vías y las grandes llantas de aluminio en pasos de rueda pronunciados subrayan su apariencia dinámica.
Y este dinamismo se nota. Para la prueba, tuvimos a nuestra disposición el iQ con motor de gasolina de 68 CV y con motor diésel de 90 CV. En el verano de 2009, está previsto el lanzamiento de un motor de gasolina de 1,3 litros con dispositivo de arranque y parada automáticos. No obstante, con un motor de gasolina de tres cilindros bastante menos potente, el iQ está suficientemente motorizado. De carácter ágil y con un robusto sonido del motor, el iQ básico da la impresión de poder con todo, incluso en autopista (con 150km/h de máxima), donde la velocidad es más que satisfactoria.
Diésel ágil
El refinado motor diésel de 1,4 litros ofrece una excelente dinámica en aceleración en recta. El motor turbo de cuatro cilindros alcanza, a pesar de un breve arranque débil, los 90 CV y los 190 Nm, pasando de cero a cien en poco más de once segundos, con 170 km/h de máxima según los datos proporcionados por Toyota. En nuestra prueba, la aguja del velocímetro llegó a marcar tranquilamente los 180km/h. Al motor diésel le acompaña una caja de cambios ligera y precisa de seis marchas, cuyo desarrollo puede suponer un ahorro de gasolina. Según nuestro ordenador de a bordo, el consumo supera en un 20% los cuatro litros estimados por Toyota. La estimación de 4,3 litros para el motor de gasolina se quedó, tras los 6 litros de nuestra primera vuelta, un tanto corta.
Extremadamente ágil
El tres cilindros de gasolina anima a pisar el acelerador, con un chasis que permite una conducción fluida. Este vehículo de gran ancho de vías rueda con neumáticos de 175 y llantas de 15 pulgadas, tiene una dirección asistida ligera y exacta y convence en un trazado rápido de curvas con una buena estabilidad. El iQ no llega a ser un tigre del asfalto en formato mini, si bien dentro de la clase de los utilitarios ofrece una conducción muy deportiva. Con su maniobrabilidad, el iQ deja atrás a los demás: su diámetro de giro de 7,8 metros supera con creces el récord del Taxi TX4 de Londres. Si bien el minimodelo de Toyota entra y pasa por todas partes, su visibilidad deja algo que desear. El borde delantero es difícil de calcular y la visión hacia atrás se ve limitada por el ancho pilar B.
Variable y espacioso
El iQ resulta en los trayectos largos sorprendentemente convincente. Unido al bajo nivel de ruido, el chasis con una distancia entre ejes de sólo dos metros hace que el 3 puertas ruede de forma cómoda y estable sobre terreno irregular. Sin embargo, si las irregularidades del terreno son más pronunciadas, el chasis reacciona con algo más de brusquedad. Estos incidentes no resultan especialmente molestos en los asientos delanteros, que son cómodos y con suficiente espacio cuando no hay más pasajeros a bordo. En la estrecha parte trasera, los asientos diminutos ofrecen, sin embargo, suficiente espacio para un adulto detrás del copiloto, aunque para ello éste debe adelantar su asiento y renunciar a la movilidad de las piernas.
Respecto al ancho, el asiento trasero es bastante amplio y ofrece espacio suficiente incluso para un cuarto pasajero detrás del conductor, si bien el espacio para las rodillas es bastante reducido dado que el conductor no puede adelantar mucho su asiento. Por tanto, en esta cuarta plaza sólo pueden viajar niños o equipaje. Los 32 litros de capacidad del maletero pueden ampliarse así a 238.
Sobre seguro
Los asientos traseros no son especialmente aptos para trayectos largos, ya que es imposible encontrar una postura lo suficientemente cómoda. No obstante, la propia experiencia nos ha demostrado que un pasajero delgado de 1,80 puede aguantar dos horas en el asiento trasero sin que haya que lamentar daños personales. Independientemente de la estatura y peso, los pasajeros del iQ también saldrían relativamente ilesos en caso de accidente. De todos modos, y para que no llegue a pasar nada, en el mini-Toyota hay varios asistentes electrónicos de serie, como el control de estabilidad (ESP). A pesar de las reducidas dimensiones del vehículo, la carrocería y los nueve airbags ofrecen en caso de choque un alto nivel de seguridad pasiva, por lo que Toyota espera obtener la calificación de 5 estrellas en las pruebas EuroNCAP.
Máximo equipamiento
Junto a los numerosos airbags, el modelo básico del iQ ofrece otros muchos detalles de equipamiento, como los asientos abatibles por separado, climatizador manual, llantas de aluminio de 15 pulgadas, espejos retrovisores y elevalunas eléctricos, radio con CD y opción de MP3 y acabado de cuero en la palanca de cambios y en el volante. Quien quiera más confort, puede encargar el equipamiento iQ+, que incluye además climatizador automático, sistema de acceso y arranque sin llave, sensores de lluvia y luz y faros antiniebla. Tanto en el equipamiento básico como en el superior, los mandos del iQ están dispuestos de forma clara. El interior diferente y moderno resulta atractivo y elegante, si bien el plástico duro, utilizado en varios elementos y algo sensible a los arañazos, podría ser de mayor calidad, acorde con el segmento de precio.
Básico caro
La versión básica del iQ con motor de gasolina de 1 litro cuesta nada menos que 13.000€ y el diésel, 15.000€. El equipamiento superior iQ+ cuesta 1.400€ más. A modo de extras, Toyota sólo ofrece una tapicería de cuero (800€) y un sistema de navegación completamente integrado con pantalla grande táctil a color por un precio inferior a los 1.000€. En el segmento de los utilitarios, el equipamiento con un navegador de tales características sólo es posible en unos pocos modelos y a un precio bastante superior. Al menos a primera vista, el precio de base del iQ resulta caro. Como alternativa, por ejemplo, está el Daihatsu Cuore, de mayor tamaño y con el mismo motor de gasolina de 1 litro por 9.000€. Sin embargo, si se quiere equipar técnicamente este utilitario al nivel del iQ, el Daihatsu será más caro. De todos maneras, algunos de estos detalles de equipamiento no están disponibles para el Daihatsu.
Conclusión
Toyota ha realizado una notable contribución al tema «coches pequeños inteligentes». El espacio disponible, dada la longitud del vehículo de sólo tres metros, es excelente. La conducción también resulta convincente y el nivel de equipamiento y seguridad satisface incluso las más exigentes expectativas. Al final, la suma de todas estas características acaba justificando el alto precio del iQ.
Traducción: María Dolores Lozano