Y es una verdadera pena, ya que realmente existen automóviles eléctricos aptos para el día a día y, además, sumamente fascinantes.Bueno, en realidad solo existe uno: el Tesla Model S. Primero los datos: un precio básico de 95.900 euros, una velocidad punta de 210 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. Garantía de la batería de 80 kW/h: 8 años. Autonomía: unos cientos de kilómetros, dependiendo del estilo de conducción. Pantalla táctil de 17 pulgadas. Llantas de aleación de 21 pulgadas.
Opciones
Con un par de opciones (paquete «Performance» con llantas de 21 pulgadas por 6.500 euros, paquete «Tech» por 3.900 o asientos infantiles en el maletero por 1.550 euros) el Tesla tope de gama alcanza rápidamente los 100.000 euros, limitando así enormemente el círculo de posibles clientes. Al mismo tiempo excluye a los posibles clientes de un BMW Serie 7 Hybrid (a partir de 88.000 euros), ya que el Tesla ofrece menos lujo, aunque más utilidad cotidiana y sobre todo más estilo.
Singularidades
Estas comienzan ya con el diseño exterior. El Model S ser caracteriza por su sobriedad y elegancia. No es la típica berlina de trasera escalonada, sino un práctico hatchback con un gran portón. Sus manetas montadas a ras de la carrocería se despliegan simplemente al aproximarnos al vehículo. Las ventanillas no tienen marco, como en un coupé. El techo acristalado (1.500 euros) se prolonga a lo largo de toda la longitud del techo y su apertura es amplia. Debajo del capó se encuentra situado un maletero de 150 litros de capacidad y bajo el portón trasero se esconde otro maletero con dos asientos adicionales para niños o un espacio de almacenamiento de 745 litros. El banco trasero es abatible.
Manejo
El interior es una prolongación de la elegancia y sobriedad del exterior. Esto se debe sobre todo a que se ha prescindido en gran medida de elementos de mando y todo se controla ahora a través de la pantalla central del ordenador de a bordo. Aunque este tipo de manejo no resulte muy sencillo, puesto que si queremos bajar un poco la temperatura del interior siempre lo haremos de forma más rápida con un botón instalado, por otro lado resulta divertido, ya que la guía de usuario es sumamente fácil, intuitiva y simple. Entre otros componentes encontramos Google Maps, incluida la situación del tráfico en tiempo real, navegador web, servicios de música en línea y la conexión del móvil por Bluetooth más rápida del mercado.
Donde en otros coches está situado el tacómetro el Tesla Model S cuenta con una pantalla. Ésta muestra en una posición central la velocidad, la demanda de potencia, así como la recuperación, mientras que a izquierda y derecha aparecen otras informaciones del ordenador de a bordo como el perfil energético, el teléfono o la música. Tres palancas para intermitente-luz/limpiaparabrisas, programador de velocidad y selección de marchas están situadas en la columna de dirección, algo que a más de uno le recordará a la disposición de los Mercedes –al fin y al cabo, entre Stuttgart y Palo Alto existe una colaboración estratégica.
Conducción
Tan pronto como estemos sentados, tengamos la llave a mano y pisemos el freno el Tesla estará listo para comenzar a rodar. El Model S no cuenta con algo así como un botón de arranque. Como suele ser habitual en los automóviles eléctricos, el Model S arranca con la fuerza de un toro y si levantamos ligeramente el pie del acelerador se ralentiza enormemente. Esto es algo a lo que uno se acaba acostumbrando, aunque esta recuperación también se puede regular a un nivel normal a través del menú de la pantalla, asumiendo eso sí una menor autonomía.
Hasta alcanzar los 100 km/h la aceleración cumple casi cualquier deseo, aunque la desactivación del ESP debería probarse únicamente fuera de las carreteras públicas o a lo sumo allí donde no podamos hacer daño a nadie. Si nos empeñamos, este Tesla de alto rendimiento es capaz de dejar unas bonitas y insólitamente largas franjas de goma sobre el asfalto.
Nosotros tuvimos la oportunidad de ponernos a los mandos de un modelo previo en los EE. UU., que pese a contar con un estabilizador reforzado y amortiguadores y suspensión más rígidos, más allá de los 180 km/h no mostraba la fidelidad a la trazada ni la superioridad que cabría esperar de este veloz automóvil. Por lo demás, el comportamiento en circulación es poco problemático, la dirección eléctrica responde de forma directa y pese a contar con unas llantas de 21 pulgadas el coche rueda de forma bastante cómoda.
A la vista de sus convincentes prestaciones, como alemán enamorado de la técnica me hubiera gustado poder disfrutar de un poco más de dinámica de movimiento. BMW, Porsche y Audi hace años que recurren al «Torque Vectoring» para lograr una mayor aceleración transversal en sus modelos deportivos y Mercedes lo lleva al extremo con el deportivo eléctrico SLS. En el caso de automóviles eléctricos con un motor eléctrico propio en cada rueda motriz esto se puede conseguir mediante una dosificación inteligente de las fuerzas de propulsión. En cambio el Tesla cuenta solo con un motor eléctrico, lo que haría necesario una conversión mecánica (más complicada y pesada) por diferencial de bloqueo.
Conclusión
Con el Model S Tesla ha creado su primer automóvil propio, ya que el anterior modelo conocido como Roadster estaba basado en un chasis de Lotus. Esto es algo que no debemos olvidar cuando nos pongamos a buscar meticulosamente uniones grandes e irregulares y a criticar la precisión en las uniones de las piezas de la carrocería. Si siempre buscamos lo mismo no disfrutaremos nunca de algo nuevo.
Lo que hace que el Tesla sea tan fascinante es el hecho de que el recién incorporado Elon Musk haya concebido el coche como un verdadero automóvil eléctrico. El suelo plano del habitáculo sin túnel de transmisión, el espacio de carga con una capacidad de casi 900 litros y la lógica de control directa a través de la pantalla táctil son cosas nuevas y, en consecuencia, refrescantes.
Además, el Model S de Tesla es todo un referente para los automóviles eléctricos de baterías en lo que respecta a la capacidad de rendimiento, la velocidad, la autonomía y la vida útil. Su elevado precio no debería inducir a error: el BMW i3 –disponible por unos 40.000– euros: a) solo se encontrará en la categoría compacta, b) representa un negocio subvencionado para BMW y c) estará ligado a un leasing opcional de un familiar para las vacaciones.
Además, la berlina de Tesla también está disponible con una menor potencia a partir de 71.400 euros.