Ya se encuentra a la venta desde 20.150 euros. El segundo fabricante más antiguo de corea del sur y el coche más longevo de dicho país, se convierten en los protagonistas de estas líneas. En efecto, nos referimos al Ssangyong Korando, o lo que es lo mismo, el SUV medio de la firma asiática. Un modelo que, aunque apareció en el mercado en 1974, no fue hasta 1996 cuando aterrizó en España, justo dos años después de que lo hiciera la marca. Desde entonces, el Korando se ha convertido en uno de sus pilares básicos dentro de nuestro mercado, representando el 16% de sus ventas y colocándose como la tercera opción más vendida, por detrás del Rodiusy del Rexton (target=undefined).
Pues bien, ahora, Ssangyong nos acaba de presentar, en Segovia, la que ellos denominan “quinta generación”… aunque lo cierto es que estamos ante la segunda actualización del modelo que apareció en 2011, con el objetivo de estar vigente otros tres o cuatro años más. Una renovación que afecta, principalmente, al apartado estético, tanto en el exterior como en el habitáculo.
Ssanyong Korando## Más robustez Por fuera, el protagonismo se lo lleva el frontal, en donde cambia casi todo: capó, paragolpes, calandra y faros, tanto principales (con una nueva tira de conducción diurna de tipo LED) como antiniebla. En la zaga, el único afectado es el paragolpes, que aumenta la superficie de plástico protectora, la cual se sigue extendiendo por todo el perímetro inferior del vehículo, en una clara muestra de su carácter aventurero. Un conjunto que se completa con nuevos juegos de llantas de aleación, de hasta 18 pulgadas y que, en comparación con su predecesor, parece haber ganado en anchura y robustez. Sin embargo, con el metro en la mano, el nuevo Korando mantiene las mismas dimensiones que antes, es decir, 4,41 metros de largo, 1,83 de ancho y 1,67 de alto.
Al estilo europeo
El habitáculo también presenta cambios de mayor calado. La disposición del salpicadero no varía, se mantiene la pantalla de 7 pulgadas en lo alto de la consola central, pero sí la calidad percibida, en un intento de estrechar lazos con el exigente público europeo. Aunque aún hay abundancia de plásticos duros, lo cierto es que el ajuste general ha mejorado considerablemente y determinadas zonas, como la parte superior del salpicadero o los paneles de las puertas, son realmente agradables al tacto. En el apartado negativo, Ssangyong, al igual que otras marcas, mantiene su empeño de emplear molduras en negro brillante que, además de ser muy molestas si les golpea el sol de frente, tienden a llenarse con mucha facilidad de polvo.
Ahora bien, el centro de todas las miradas irá directo a la columna de dirección. Primero, por el atractivo cuadro de instrumentos que recibe, con unas esferas más grandes y llamativas (a las que se puede cambiar el color), y segundo, por el un nuevo volante multifunción, más ergonómico y atractivo que el de su predecesor. El mullido casi brilla por su ausencia pero el tacto es bueno, aunque nos parece que su tamaño desentona un poco con el resto del conjunto, y eso que la marca asegura que se ha reducido el diámetro.
Espacio sin concesiones
Pero si hay algo de lo que verdaderamente puede presumir el Korando es de espacio. No solo por ofrecer un maletero con 486 litros, que pueden ampliarse hasta los 1.312 si abatimos la segunda fila (dejando además un piso completamente plano), sino porque la zona trasera es una de las más amplias de su segmento. Accesible para tres adultos, todos disponen de un espacio para las piernas de 94 centímetros, incluido el central, al que se le ha eliminado el molesto túnel central; mientras que el hueco reinante para la cabeza es de 99 centímetros.
En otras palabras, un pasajero de mi estatura, de 1,79 metros no encontrará problema alguno, pero incluso uno de más de 1,90 podrá viajar cómodamente. Además, en caso de vislumbrar alguna complicación, siempre podemos reclinar el respaldo trasero. Así es, toda la fila puede reclinarse hasta un máximo de 17,5 grados, sacrificando eso sí, algo de maletero.
Un único motor
Bajo el capó, el fabricante coreano ha optado por no complicarse. Elimina la versión alimentada por gasolina, por lo que el único integrante pasa a ser el D22T, o lo que es lo mismo, el bloque turbodiésel de cuatro cilindros y 2.157 cm3, que genera 178 CV de potencia y un excelente par máximo de 400 Nm, disponibles desde entre las 1.400 y las 2.800 rpm. Puede asociarse tanto a una caja de cambios manual de seis relaciones, como a una automática con convertidor de par, el del mismo número de marchas. Del mismo modo, existirán versiones con tracción delantera y total.
Sí, porque hablar de Ssangyong es hacerlo de un fabricante afín al 4x4. No en vano, el 25% de los Korando que se venden es de tracción delantera, muy por encima de la media del segmento, situado en torno al 12%. Y no nos extraña, porque aptitudes no le faltan. Durante la toma de contacto, la marca nos preparó una breve ruta off road en la que el Korando se desenvolvió estupendamente. Eso sí, todo sea dicho, el nivel de dificultad no era el más alto y se nos antoja que hasta el Tivoli podría haberlo hecho igual de bien.
Pese a ello, lo que nadie puede negar es que el Korando cuenta con los ingredientes necesarios para que su conductor salga del asfalto sin preocupaciones. A unos ángulos de ataque, salida y ventral excelentes, de 22,6, 28,3 y 18,5 grados, respectivamente, se suma una altura libre al suelo de 18 centímetros, el control de descenso de pendientes y la posibilidad de bloquear el reparto de par al 50% entre ambos ejes.
Ahora bien, dado que la conducción por pista fue tan exigua, lo suyo es mencionar cómo se comportó sobre el pavimento. Al motor le sobra fuerza por todos lados y es impresionante la capacidad de empuje que tiene, incluso con una relación larga metida y con la aguja del cuentarrevoluciones superando, por poco, el umbral de las 1.000 vueltas. En este sentido, el tacto y manejo del vehículo mejoran con la transmisión manual, pues la automática no dio síntomas de ser demasiado rápida. En lo que a confort se refiere, las suspensiones son tirando a secas, transfiriendo las irregularidades del terreno al habitáculo, mientras que el motor se deja notar en exceso tanto al ralentí como en las aceleraciones, pero sin llegar a ser demasiado molesto… salvo, de nuevo, con la caja automática, donde parece aumentar el número de decibelios. La puesta a punto del chasis es correcta, mostrándose como un vehículo hecho para devorar kilómetros, pues en tramos algo virados, la carrocería tiende a balancear ligeramente.
En lo que a consumos se refiere, la marca homologa un gasto que va desde los 5,3 l/100 km del Korando manual con tracción delantera, hasta los 6,8 litros del automático AWD. Por su parte, el manual AWD cifra unos excelentes 5,8 litros mientras que el automático 4x2 sube hasta los 6,4 litros. Durante la prueba, la mayor parte del recorrido la realizamos por carretera secundaria, subiendo y bajando algún que otro puerto, consiguiendo un consumo medio de unos 7,4 l/100 km. Sin embargo, el dato será mucho más fiable cuando podamos probar en profundidad el modelo.
No se puede pedir más… ¿o sí?
En el apartado de seguridad, sorprende negativamente que Ssangyong no haya decidido introducir el nuevo paquete de ayudas SASS (Seguridad Activa Ssangyong), formado por la alerta de colisión frontal, la frenada de emergencia en ciudad con detección de obstáculos y peatones, el sistema de alerta o el de alerta activo por cambio involuntario de carril, el asistente de luces cambio de luces automáticas de carretera o el lector de señales de tráfico. Un conjunto que, en cambio, sí ha equipado tanto en el Tívolicomo el XLVy que únicamente está disponible en el acabado Limited, incrementando el precio de venta de ambos en solo 50 euros.
A pesar de ello, el Korando cuenta con seis airbags, reposacabezas activos, anclajes Isofix, cinturones con pretensores y limitadores o un completo pack de asistentes alrededor del ESP como el control de tracción, el repartido de frenada, el sistema antivuelco, la ayuda al arranque en pendientes… Elementos que se unen a otros de confort como el Bluetooth, el control de velocidad de crucero, las llantas de 16 pulgadas, el puerto USB, el aire acondicionado, la luneta delantera térmica, todos ellos disponibles de serie desde el acabado más básico, el Line, con el que el Korando está ya a la venta desde 20.150 €, sin descuentos.
Existen otros dos acabados más: Premium y Limited. El primero sube la tarifa hasta los 24.250 € para el 4x2 y hasta los 25.750 euros para el 4x4, añadiendo la pantalla táctil de 7 pulgadas con el navegador, el climatizador automático, las llantas de 17 pulgadas, los asientos delanteros calefactables, los sensores de lluvia y luces, las barras de techo, la bandeja cubremaletero, los cristales traseros tintados o la rueda de repuesto, entre otros. El tope de gama, por su parte, cuesta 26.250 euros en la versión 4x2 manual, 27.750 euros en la 4x2 automática y 30.250 euros en la 4x4 automática, precios que incluyen la tapicería de cuero, techo solar eléctrico, llantas de aleación bitono de 18 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asientos traseros calefactables, acceso y arranque sin llave o los retrovisores exteriores plegables eléctricamente.
