Con el nuevo Smart Fortwo Electric Drive, la marca persigue uno claro objetivo: la producción en serie de un automóvil urbano sofisticado, atractivo y libre de emisiones contaminantes, con las miras puestas a gran escala. Antes de ponerse a la venta al público en general a partir de 2012, se van a comercializar por Europa y Estados Unidos un total de 1.500 unidades muy similares a las que llegarán a los concesionarios, destinadas a empresas e instituciones. De momento sólo hay 50 ForTwo Electric Drive para España y únicamente pueden adquirirse en régimen de renting a un precio de 750 € mensuales más IVA durante cuatro años. Iberdrola, Acciona, el Gobierno Vasco o el Grupo Santander ya son algunos de los primeros "clientes"...
En teoría, además de que el precio final será considerablemente menor, la única diferencia entre el Smart eléctrico que hemos conducido y el que se comercializará al gran público se encuentra en las baterías de ión litio. El actual lleva unas fabricadas por Tesla, mientras que la tercera generación que verá la luz en poco menos de año y medio, equipará unas fabricadas por la propia Daimler (que ha llegado a un acuerdo con la empresa Evonik para desarrollar unas propias).
El nuevo Fortwo Electric Drive posee un motor eléctrico que rinde 27 CV, aunque gracias a la función “overboost” ofrece (en fases de máxima aceleración y durante un máximo de dos minutos) hasta 41 CV de potencia. Está asociado a un cambio automático con solamente dos “posiciones”, una para circular y otra para la marcha atrás.
Las baterías (que pesan 148 Kg, con un peso total del vehículo de 890), sólo pueden recargarse en una toma de corriente convencional de 230 V. Se precisan 8 horas para una carga total y en 2 horas, ya se consiguen aproximadamente 40 Km de autonomía. No se ha desarrollado un sistema que posibilite una carga rápida mediante una toma trifásica porque según la marca hubiera encarecido muchísimo el precio final del coche. El cable se guarda en un compartimento especial acondicionado en el propio maletero, que conserva el mismo volumen que el resto de la familia.
Si se utiliza un poste de recarga “inteligente”, tenemos a nuestra disposición servicios muy útiles. Por ejemplo, se puede gestionar la recarga a través del teléfono móvil. Por su parte, el sistema del Smart posibilita gestionar “activamente” la operación de carga. Por ejemplo, si el coche va a estar estacionado durante un periodo prolongado, la recarga de la batería puede postergarse a los horarios en los que la electricidad es más económica. Finalmente, también regula la calefacción y el aire acondicionado (permitiendo a los conductores “climatizar a distancia” su Smart Fortwo Electric Drive mientras el vehículo está cargándose), de forma que la batería se vea afectada lo menos posible.
Smart cifra la autonomía aproximada de este vehículo en unos 135 Kilómetros. Nosotros recorrimos cerca de 100 desde Madrid hasta Alcalá de Henares, en un trayecto de ida y vuelta y el indicador aún marcaba que quedaba alrededor de un 13% de carga en las baterías. Según datos oficiales, este vehículo es capaz de acelerar de 0 a 60 km/h en 6,5 segundos (lo mismo que el Smart con el motor de gasolina básico) y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente de 100 Km/h.
Nuestras sensaciones al volante fueron positivas a excepción de dos cosas; al final el ruido del motor eléctrico puede llegar a resultar molesto y a partir de 60 Km/h la sensación de aceleración pega un bajón considerable. Aunque ya lo había conducido muy brevemente en la presentación de la nueva gama Smart, me sigue sorprendiendo su respuesta desde parado, algo que lo hace realmente útil en la ciudad. Al arrancar, no se escucha prácticamente nada y es sólo al iniciar la marcha cuando un peculiar silbido hace acto de aparición (como decía, al principio es llevadero, luego llega a cansar).
Su tacto general, salvo concretamente el del pedal de freno (tosco y duro), es similar al de cualquier otro Smart (más...). En el ForTwo Electric Drive, resulta evidente que no se trata de un vehículo pensado para circular fuera de terreno urbano porque en carreteras se queda “corto”. Independientemente de que esté limitado a 100 Km/h (que ya es un hándicap), a partir de 60 Km/h le cuesta ganar velocidad y la sensación de aceleración es pobre. Debemos estar muy atentos y anticiparnos al resto de tráfico porque no será raro que camiones y vehículos pesados nos rebasen continuamente.
Este Smart tiene un equipamiento de serie más completo que el resto de la gama. Incluye, entre otros elementos, servodirección eléctrica, elevalunas eléctricos, retrovisores exteriores calefactables y regulables eléctricamente, volante en cuero de dos radios, pomo de la palanca de cambio en cuero y llantas de aleación de 12 radios, a los que hay que sumar el citado sistema de control de la climatización a distancia. En cuanto a detalles específicos, todos los Smart Fortwo Electric Drive de segunda generación están equipados con llantas, carcasas de los retrovisores y apliques pintados en verde, así como con dos esferas indicadoras del mismo color para el interior. La inscripción “Electric Drive” en referencia a la propulsión ecológica del vehículo aparece también en la zaga y la escuadra del retrovisor.
Si quiere conocer de primera mano este Smart eléctrico está de suerte, porque desde el pasado 20 de octubre hasta el próximo 11 de noviembre la marca está de “gira” por Madrid con su conocido “Smart Urban Stage”. Situado en la zona de las cuatro torres, si se acerca a este recinto de ocio podrá realizar una prueba de conducción in situ, así como disfrutar de múltiples actividades. A su vez, en esta carpa se exponen doce proyectos que pertenecientes al concurso “El futuro de la ciudad” del que saldrá un ganador que acudirá a la gran final para enfrentarse al resto de campeones de los distintos smart urban stage que se celebran en las principales ciudades europeas.