Apenas un año después de la revisión general a la que fue sometida la serie compacta Seat presenta el tope de gama, un modelo que además de algunos retoques estéticos ha sido objeto de algunas mejoras en la propulsión que le hacen aún más divertido en carretera, tal y como pudimos comprobar durante nuestra primera toma de contacto. Si robusta zaga no desvela en un principio casi nada acerca de las medidas de modernización aplicadas, ya que desde esta perspectiva el Cupra es en gran medida idéntico al modelo anterior a la revisión. Sin embargo, su nueva gráfica luminosa con tecnología LED le aporta algo de frescura. Pero lo que causa el mayor efecto en el ojo del observador es la tecnología de diodos luminiscentes de la luz de conducción diurna que el Cupra equipa de serie. En este caso, pequeños rectángulos de elegante luminosidad dispuestos uno a continuación el otro para formar una suerte de boomerang de luz subrayan el carácter modernista del nuevo diseño frontal.
Grandes entradas de aire, una pequeña bandera a cuadros ubicada en la parrilla, elegantes llantas con pinzas de freno pintadas en rojo, así como las cubiertas de los espejos exteriores en color negro acentúan la posición privilegiada que ocupa este «bólido del pueblo». De esta forma, el Ibiza más potente de toda la familia transmite su naturaleza deportiva de forma mucho más convincente.
Debajo del capó no se han producido muchos cambios, ya que el grupo que sigue girando en su interior es un 1.4 TSI de cuatro válvulas con turbocompresor. En la zona baja de revoluciones el compresor volumétrico introduce aire a presión en el motor, a partir de unas 2.500 vueltas el turbocompresor comienza a ayudar para poco después tomar definitivamente el control. Esta mecánica sigue estando asociada a un cambio de doble embrague de siete relaciones capaz de ejecutar los cambios de marchas de forma cómoda y suficientemente rápida.
Más rápido y más eficiente
A pesar de que el núcleo no ha cambiado, una pequeña puesta a punto ha ayudado a que este rápido propulsor muestre una mayor agilidad. Con un tiempo de aceleración e 6,9 segundos, el Cupra es tres décimas más rápido que hasta ahora, mientras que su velocidad máxima de 228 km/h supera en 3 km/h la de su antecesor. Y pese a estas prestaciones mejoradas el consumo de combustible ha disminuido de 6,4 a 5,9 litros. Cabe destacar que esta cifra solo resulta válida sobre el papel, ya que debido a su seductora capacidad de rendimiento estamos convencidos que la mayoría registrará cifras de dos dígitos. Al final de nuestra prueba de conducción de 100 kilómetros por la región montañosa situada en torno a Barcelona el ordenador de a bordo mostró una sorprendente cifra de 7,4 litros.
Claro que este consumo se debe a que nuestro trayecto de prueba no nos ofreció la oportunidad de aprovechar realmente el potencial transversal y longitudinal de este bólido, dado que el tráfico reinante en las estrechas y sinuosas carreteras que recorrimos nos impidió realizar cualquier maniobra algo más atrevida. Al menos pudimos experimentar la forma en la que este potente Ibiza facilita cualquier maniobra de adelantamiento. El DSG responde a las órdenes del acelerador vehementes con la relación de transmisión adecuada, mientras el 1.4 TSI traslada sus 250 Nm de par motor a unas ruedas delanteras que en ocasiones se muestran algo desbordadas a pesar de contar con el diferencial autoblocante electrónico XDS.
En cualquier caso, este modelo español de excelente carácter y temperamento ha resultado ser una potente máquina con la que adelantar a los demás usuarios de la calzada de forma casi tan fácil y ágil como con una moto. Y gracias a su excelente sistema de frenos el Cupra también se muestra contundente en el momento de desacelerar.
Diversión y comodidad
Por lo demás, este tope de gama nos mimó con unas excelentes cualidades de confort, ya que a una demanda moderada de potencia el propulsor que se esconde bajo su capó responde solícito y con un nivel de ruido realmente bajo, casi como si se tratara de un motor eléctrico. Incluso la elección de la marcha adecuada por parte del DSG tiene lugar de forma extraordinariamente suave. Si el asfalto no presenta grandes irregularidades la estructura se mantiene imperturbable mientras los amortiguadores absorben con eficiencia las escasa vibraciones que las pequeñas juntas transversales pudieran provocar. Por lo tanto, en nuestra opinión el nuevo Ibiza Cupra es un vehículo óptimo para recorrer también largas distancias.
Tan solo en caso de sacudidas más fuertes se produce una reacción más enérgica, lo que provocará que los conductores de carácter más sensible sacudan la cabeza en señal de desaprobación. Sin embargo, a aquellos que lo conduzcan con mano dura se les dibujará una sonrisa en la cara, ya que el Cupra se muestra solícito y preciso. La rebaja de 15 mm en la altura del tren de rodaje y el aumento de casi el 10% en el índice de elasticidad de los amortiguadores exigen a los conductores espíritu de sacrificio, así como una columna vertebral poco sensible, aunque estas modificaciones también traen con sigo una dosis adicional de diversión al volante. Un chasis adaptativo con una configuración de confort opcional estaría bien, aunque por ahora Seat aún no se ha decidido a introducirlo.
Amplio equipamiento, pero también más caro
Por lo demás los ocupantes del Ibiza Cupra disfrutarán de un excelente nivel de confort –exceptuando eso sí la escasa libertad de movimiento a la altura de la cabeza en la parte trasera–, puesto que ofrece este compacto un sinfín de amenidades. Los futuros propietarios del Cupra disfrutará de serie de unos exclusivos asientos deportivos en semipiel, que además de un diseño elegante ofrecen una excelente sujeción lateral, de un excelente climatizador y de un volante deportivo también en piel. El equipamiento de serie se completa con un sistema de sonido, que por una pequeña suma se puede ampliar con un navegador independiente aunque parcialmente integrado que se puede fijar a un inteligente receptáculo situado en mitad del salpicadero.
Esta solución más asequible está pensada especialmente para los clientes más jóvenes (al menos el 42% de los compradores tienen menos de 29 años). Sin embargo, creemos que su precio de adquisición de 22.600 euros supone un gran obstáculo para una juventud que hoy por hoy no disfruta precisamente de una gran liquidez. Los más calculadores se sorprenderán también de que la tarifa básica del Cubra se sitúe al mismo nivel que el Mini Cooper S, muy criticado siempre por política de precios excesiva.
Conclusión
La espera ha merecido la pena. Ahora el tope de gama también se beneficia de la revisión a la que fue sometida la gama compacta de Seat hace un año. Su estética agresiva resulta mucho más carismática, algo que se debe en gran medida a la elegante luz de conducción diurna tipo LED. El interior también ha ganado, sobre todo gracias a los extraordinarios asientos deportivos. Además, el nuevo Cupra ofrece muchos detalles de serie.
Sin embargo, lo más importante son sus talentos dinámicos que hacen posible una conducción más divertida. El modelo español es más rápido, ágil en curva y firma además un consumo notablemente más bajo. Y pese a toda su deportividad el Ibiza Cupra sigue siendo un automóvil que permite sentirse a gusto en su interior y que resulta apto para rodar de forma tranquila y relajada.
Sin embargo, su tren de rodaje algo duro en ocasiones y su estrecha parte trasera hacen que la calificación del conjunto no sea 100% positiva. Además, su precio comparativamente elevado tampoco está a la altura de nuestras expectativas.